18 noviembre 2008

Camino

Javier Fesser es un director cuanto menos con una filmografía curiosa, fue él quien dirigió esa película que tanto gustó (y que yo no acabé de ver) cuyo título es El Milagro de P. Tinto, o realizó el taquillazo de La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón, que aunque entretenida no me pareció muy fiel a los tebeos de Ibáñez; también ha dirigido varios cortos, entre ellos uno que fue nominado a los Oscar en su categoría.

Con éste, su tercer largometraje, da un giro radical en su carrera, su estética deja de ser la del "Jean-Pierre Jeunet español" y pasa a ser realista; su historia ya no tiene nada de cómica y se vuelve completamente dramática, y todo ello lo hace convenciendo, y llegando al corazón del espectador.

Camino es una niña de 11 años alegre y vital, como casi todas las niñas de su edad, sin embargo la mala suerte se ceba sobre ella al serle diagnosticado un cáncer. Parte de su entorno celebra dicho hecho como una bendición de Díos, pues no son pocos los que ven una posible beatificación...

Camino es un filme polémico desde sus inicios, no son pocas las críticas que ha recibido Javier Fesser (que hace tanto de director como guionista), sobre todo por parte de miembros del Opus Dei, ya que la película es un retrato nada amable sobre este grupo religioso. Fesser ha dedicado diez años para documentarse y escribir la historia del film, que en realidad no sólo se basa en la vida (o más bien la muerte) de Alexia González-Barros (a la cual está dedicado el filme), sino en otras tantas historias.

Camino es una película sobre el primer amor, sobre la búsqueda de la felicidad, sobre una niña que no se siente libre por culpa de que le imponen unas normas rígidas y absurdas; sobre el fanatismo religioso, sobre la estupidez de muchas personas que ven bendición donde sólo hay sufrimiento. Camino es una historia tierna y demoledora, triste y alegre, conmovedora, llena de sensibilidad y dureza. Su historia sin duda atrapa desde el primer momento y no te suelta hasta el final, apretándote a menudo la boca del estómago, mostrándonos imágenes que te dejan helado o te hacen sonreír, o llorar. Camino navega entre la realidad y las imágenes oníricas, éstas últimas no son sino una metáfora de la represión y los miedos de la niña, pero todas ellas mostradas con especial sensibilidad por Fesser, quien ha conseguido dar con el tono apropiado para contar la historia.

En definitiva, Camino es un filme que hay que ver, que no dejará indiferente a nadie y que sin duda es una de las mejores películas españolas del año (si no la mejor).

LO MEJOR:
-Nerea Camacho, todo un descubrimiento, su sonrisa y sus ojos llenan la pantalla de luz.
-El reparto en general, el casting es perfecto.
-La dirección y el guión de Fesser.
-Las escenas oníricas.

LO PEOR:
-Parte del montaje paralelo del final.
-¿Era necesario que fueran tan explícitas las operaciones?

¿Quién debería verla?
Todo el mundo, incluido miembros del Opus Dei (aunque quizá a éstos no le haga mucha gracia).


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues poco que añadir, opinamos más o menos lo mismo. Tan sólo apuntar que sí que veo una justificación para la crudeza y realismo de las imágenes de las operaciones, como contrapunto a los sueños que le produce la anestesia. Una medida del sufrimiento de la niña y de su estoicidad para aguantarlo.
Si tuviera que sacar algo, quizá serían la dedicatoria final y unos aplausos que quizá sobren.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Eso de los aplausos no lo recordaba, pero acabo de hacerlo, y coincido contigo, quizá sobran

Un saludo ^^