25 abril 2009

Ponyo en el acantilado

Me resulta tremendamente difícil comentar esta película, y es que respeto (y venero) tanto al maestro Hayao Miyazaki (y al Studio Ghibli, que fundó junto con Isao Takahata) que hasta ahora lo más parecido a una crítica-reseña que había hecho de uno de sus trabajos fue con su penúltimo film estrenado en España, El castillo ambulante. Por alguna extraña razón, hasta hoy no me había puesto en "serio" a escribir sobre sus películas, y eso que todas las que se han editado en DVD en nuestro país las he visto y revisto. Creo que comenzar por Ponyo en el acantilado es un buen inicio, ya que el genio nipón ha vuelto a la sencillez de Mi vecino Totoro, aunque superándola en exquisitez visual.


La historia de Ponyo en el acantilado es bien sencilla, y seguro que os sonará de algo. Narra la historia de Sosuke, un niño de cinco años que vive junto al mar. Un día salva a un extraño pececillo (bueno, "pececilla" en realidad ^^) rojo de una muerte segura y lo toma como mascota. Sosuke no tarda en darse cuenta que está ante un animal especial, con el que al final establece un lazo afectivo tal que Ponyo (ese es el nombre que le da al pez) desea convertirse en humana.

Por si todavía no os habéis dado cuenta, efectivamente, se parece al famoso cuento de Hans Christian Andersen que ya llevó la Disney a la gran pantalla en 1989. Pero Miyazaki no adapta nada, simplemente se inspira en dicho cuento para crear una historia desbordante de imaginación, entrañable y enternecedora, que irradia fantasía y frescura por los cuatro costados, por cada uno de sus fotogramas. Nada más comenzar el filme nos obsequia con una bellísima y colorida escena, donde vemos decenas de medusas y criaturas marinas moviéndose al son de las olas, desde dicho momento uno es más que consciente del tono que va a tener todo el metraje, pero sobre todo uno se asombra de la calidad técnica a pesar de que está realizada totalmente a mano, sin usar para nada el ordenador, dando al conjunto un aspecto muy peculiar en estos tiempos que corren de tanta película animada por ordenador.

Estamos pues, como ya dije al principio, a una vuelta al cine más infantil de Miyazaki, pero no obstante, es inevitable no quedarse maravillado y embobado al ver pasar los acontecimientos, al contemplar escenas de una belleza narrativa y plástica tales que uno no deja de preguntarse cómo demonios puede tener este hombre a sus 68 años esta imaginación tan desbordante, repleta de pequeños de matices que son imposibles captar en un primer visionado (los filmes de Hayao Miyazaki siempre ganan enteros con posteriores visionados).

La animación simplemente es apabullante, y es que realizar todos los dibujos a mano (hicieron ciento ochenta y cinco mil -sí, 185.000-), poner tantos elementos y/o criaturas, barcos, en movimiento, etc. Animar las olas a mano, por ejemplo, o poner siempre en segundo o incluso tercer plano objetos animados me parece algo increíble para la época tan tecnificada que nos ha tocado vivir. Y es que renunciar al ordenador no sólo supone un mayor esfuerzo y también mayores costos, sino más riesgos a la hora de que un trabajo funcione en taquilla (que, por cierto, en Japón arrasó, recaudando más de dieciséis mil millones de yenes).

Para el personaje principal, Sosuke, Hayao Miyazaki se inspiró en su hijo (Goro Miyazaki) cuando era infante, el cual también ha dirigido un film para Ghibli y está trabajando en la actualidad en otro proyecto; debido en buena medida a unas palabras que escribió este último en su blog cuando trabajaba en Cuentos de Terramar ("un diez como cineasta, un cero como padre", venían a ser en resumidas cuentas dichas palabras). Por lo que además nos encontramos ante uno de los proyectos más personales del director.

En resumidas cuentas. Una historia sencilla (que no simple) pero hermosísima, unos personajes adorables, una animación exquisita, momentos en los que es completamente imposible no quedarse embelesado ante la explosión de fantasía y colorido que se producen. Estamos ante otra obra maestra del maestro de los animadores, del que muchos dicen que es el "Disney japonés". Pero que queréis que os diga, yo creo que dicha comparación no le hace justicia a Hayao Miyazaki, su talento (y sensibilidad) supera con creces a la del fenecido Walt Disney.



LO MEJOR:
-La escena de introducción. Simplemente maravillosa, y un sólo ejemplo de lo que nos espera.
-La animación, el colorido, los personajes tan entrañables que pululan a lo largo del metraje.
-La banda sonora. Ya hace tiempo que la tengo y no me parecía muy destacable este trabajo de Joe Hisaishi, pero ahora que la he escuchado en el film me ha parecido que no podía haber tenido otra mejor.

LO PEOR:
-Los prejuicios de la mayoría de la gente hacia el cine animado, que se niegan a verlo a no ser que sea de DreamWorks o Pixar.

¿Quién debería verla?
Si sois capaces de vencer el hecho de que sea "infantil", os aseguro que saldréis de la sala con una sonrisa de oreja a oreja. Liberaos de los prejuicios y arriesgaos un poco, os aseguro que no os decepcionará.

¿Y quién no?
Quien haya aparcado el cerebro, los sentimientos y la imaginación hace ya mucho tiempo.

Datos varios:
-Ponyo en el acantilado fue una de las películas que mejor impresión causó en la Mostra de Venecia del pasado año, aunque al final se llevó el gato al agua El luchador, de Darren Aranofsky (pero al menos obtuvo una mención).
-Hayao Miyazaki tiene un Oscar y un Oso de Oro en su haber por El Viaje de Chihiro, además de otra nominación a los Oscar por El castillo ambulante con la que consiguió la Osella de Oro en Venecia y el Premio del Público en Sitges.
-Ponyo en el acantilado fue la gran triunfadora en los premios de la academia de cine nipona.

Una predicción:
Si no gana el Oscar a mejor película animada en la próxima entrega de dichos premios sólo será porque se lo lleve Up, lo nuevo de Pixar, que se estrena dentro de unos meses.

9 comentarios:

Germán Pérez Iglesias dijo...

Me alegro de compartir opinión contigo y es que Miyazaki es mucho Miyazaki ;)

Espero que tanto mi blog como el tuyo sigan creciendo y ofreciendo escritos sinceros.

Un saludo y gracias por comentar!

Heitor dijo...

Bueeeno, vaaale, de acueeerdo, la película es muy muy buena. Retiro lo del taliban de Ghibli :P
Pero a ver que dices de la siguiente de Pixar, eh? Te estoy vigilando.

Neovallense dijo...

Ger: Y es que es difícil no opinar de al menos forma similar ante una obra como ésta... ¡y larga vida a nuestros blogs! (y al de Heitor, ya que anda por aquí ^^)

Heitor: Jejejjeje, así me gusta, que aceptes la verdad verdadera... Sobre la próxima de Pixar, pues seguro que me encantará peroooo... seguro que hay un pero, y si no es así... ¡pues mejor!


Saludos a ambos y gracias por los comentarios :-D

sandryta dijo...

Me ha encantao! es preciosa ^^ jiji Ponyo Ponyo, Ponyo es una niña pez, del mar ella ha venido, verás que guapa es! jijijiij :D:D

neovallense dijo...

Jjejeje, ya te lo decía yo, que esta peli es hermosísima. Me alegro que te haya gustado ^^

Saludetes

Joruji dijo...

he de decir que me daba vergüenza ir a un cine lleno de chiquillos a ver una peli mas enfocada a ellos, pero lo ignoré y fui a ver Ponyo (quizás por ser Miyazaki el creador). Como predices quedé maravillado.

Lo mejor para mí tambien es esa sencillez y esa belleza plástica del film. Todas las pelis de miyazaki tienen algo mágico que las hace especiales.

PD: ¿no notabas en el doblaje que parecía que decían Poño o a veces pollo?? xDD
Ponyo ponyo es una niña pez!!!!

Salu2

Anónimo dijo...

ponio no es para tanto.ni siquiera supera a el castillo ambulante y eso que esta es meiocre.pienso que ponio ha sido un divertimento de miyazaki y no una pelicula de culto como el viaje de chihiro.

neovallense dijo...

Joruji: es cierto eso del doblaje que dices, a veces no parecía que dijeran Ponyo.

Anónimo: para gustos, colores, señor/a Anónimo. De todos modos me parece absurdo comparar "Ponyo" con films anteriores del director, sobre todo porque su tono es muy diferente, pero su calidad no es ni mucho menos menor.

Saludos a ambos y gracias por los comentarios ^^

Unknown dijo...

En cuanto a 'lo mejor' estoy completamente de acuerdo. La intro es una maravilla, la primera razón por la que terminarla de ver.
Es verdad que el cine 3D está pegando muy fuerte pero no solo por su técnica sino también por su guión y personajes. El dibujo puede limitarte a mostrar ciertos universos o lugares, pero esto no le pasa a Miyazaki, porque de verdad que no echas de menos el 3D con este señor, no es para nada necesario.
Mira si quieres mi pequeña crítica sobre Ponyo: http://millionmilesofmusic.blogspot.com/

Un saludo!