31 enero 2011

Crónica de la IV Japan Weekend Madrid

Estaba dudoso, así que preferí ser precavido y poner el despertador a una hora temprana. Y a las 8:30 me despertó, como casi todos los días, The Final Countdow de Europe. Estaba perezoso, pero me dije que era 29 de enero y había que celebrarlo de alguna manera, así que me incorporé y vestí, tomé unos cereales, me hice una tortilla francesa con queso y con ella un bocadillo, lo metí en la mochila junto con un par de zumitos y agua, me lo eché todo a cuestas y emprendí mi camino hacía el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo, lugar donde se celebró el 29 y 30 de enero la cuarta edición de la Japan Weekend madrileña.


Llegué un poco más tarde de lo que me hubiera gustado, sobre las 10:30, mis ojos observaron entonces a un par de frikis en mitad de la calle dándose espadazos, no tardé en entender por qué lo hacían, pues una larga y ancha cola se perdía acera abajo. Con la cabeza gacha me coloqué al final de la fila y allí me quedé, distrayéndome con la conversación de los de delante y observando al personal cosplayeado. Respecto a eso, hay gente que tiene mucho valor o simplemente son unos inconscientes, porque hacer cola un día nublado de enero, con la sola vestimenta de unos pantalones no lo veo muy normal (ni inteligente), ¡con lo fácil que es vestirse en los baños del evento!, pero no, ahí estaban un par de chavales con pose chulesca, pero que se veía desde lejos que tenían la piel de gallina y temblaban como flanes. Aunque no sólo eran tíos, realmente la mayoría que llevaba poca ropa eran féminas, por cuyas faldas cortas les debía de entrar un airecito la mar de fresco que en otras épocas seguro que resulta muy agradable, pero que en invierno debe dejarles el chumino congelado. Pero vamos, no seré yo quien me queje porque las mujeres os decidáis por poneros minifaldas (o cinturones gruesos), de hecho hay estudios científicos que afirman que la vida de los hombres que se recrean la vista con tales paisajes se alarga considerablemente (también habría que preguntarles a qué se refieren exactamente con “vida”). Vamos, que allí estaba yo haciendo cola mientras me recreaba la vista, y menos mal que tenía algo que mirar, pues estuve al menos tres cuartos de hora, por lo que cuando llegué a la entrada mi alivio fue mayúsculo.

La Japan Weekend tiene una cosa que se denomina “entrada anticrisis”, dicha entrada cuesta 10 euros (en su modalidad 1) y con ella te puedes llevar una de las series disponibles. En las tres pasadas ediciones me he pillado GITS Stand Alone Complex (el pack de los episodios de “El hombre que ríe”), GITS Stand Alone Complex 2nd GiG, y los DVD sueltos de Cowboy Bebop (aunque para mí que acabaré por comprarme el pack, me mola más), empero, en esta ocasión no me llamaba la atención ninguna serie en particular, así que opté por la entrada normal, que son ni más ni menos que 6 euracos, o sea, un precio bastante alto para entrar a un sitio donde, básicamente, hay tiendas. Una vez tuve la entrada en mis manos pasé al recinto y observé un poco el panorama: a mí izquierda estaba la zona de videojuegos, donde había unas cuantas Xbox 360, una de ellas con Kinect, una PS3, una PSP (con la que jugué al Split/Second, un juego de coches entretenido pero con poca sensación de velocidad), una Wii con el Tatsunoko Vs. Capcom, y varias Nintendo DS (probé el Dragon Quest IX, y me dio buenas sensaciones); cerca de allí, bastante escondida, también había una maquinilla de baile y un estand; justo en frente estaba el puesto de Selecta, lugar donde haría mis mayores compras, pues acabé por agenciarme con los DVD de La chica que saltaba a través del tiempo, El verano de Coo, Demon City y Wicked City, todos a un precio bueno o muy bueno; a la derecha de la entrada había un estand y tras éste estaba el escenario B, que en la práctica era una sala de proyecciones. Y hablando de sala de proyecciones, como estaba cansado de estar tanto tiempo de pie me fui a la misma, ya que estaba prevista la proyección de los dos primeros episodios de Freedom (serie de OVA con el diseño de personajes de Katsuhiro Otomo), pero me llevé un pequeño chasco, puesto que eran las 12:30 y aún seguían echando Kat-Kun, que es un programa de una TV japonesa que le hacía mucha gracia a muchos (muchas sobre todo) de los que había allí presentes, pero que para quien esto escribe en la mayoría de las ocasiones, aunque comprendía por qué se reían, no le veía la gracia. Más tarde medité un poco sobre el asunto y llegué a la conclusión de que era posible que finalmente proyectaran Freedom en el escenario B, ya que lo que era la sala de proyecciones (bueno, ése es el nombre que le pusieron, pero de sala tenía poco, ya que no estaba aislada del resto del recinto por ninguna barrera física) carecía de altavoces suficientemente potentes para que nos enterásemos en condiciones de los diálogos.

Harto de ver a un grupo de mozos con los ojos rasgados haciendo tonterías, me fui a dar un paseo. En los puestos no había nada del otro mundo, de hecho en ninguno me compré nada de manga, aunque sí que me hice con tres fanzines (los dos de Katz a un precio muy barato, y mira que el papel y la impresión son de mucha calidad) y de paso me percataba, o al menos tuve la sensación, de que habían menos puestos que de costumbre, lo que conllevaba que no estuviésemos hacinados como borregos, sólo en algunas zonas había aglomeraciones apañadotas. Una vez vista la parte baja, incluido el escenario, que está donde siempre, al fondo del todo, me fui a la parte de arriba, por donde además de comprobar que había juegos de mesa, más consolas (incluyendo algún torneo, como el de Mario Kart, o Street Fighter IV) y una pequeña zona de conferencias, también pude gozar de la vista general del evento, y comprobé que para ser sábado no estaba tan abarrotado como en anteriores ediciones, ¿quiere decir esto que la gente ya está un poco saturada de tanto evento? Pues es muy posible, teniendo en cuenta que se celebran dos Japan Weekend al año, un Expomanga y un Expocómic, además de multitud de jornadas y algunas jornadas que afirman ser salones, la gente pide a veces un respiro a sus bolsillos y a su frikismo. Por cierto, desde esa misma zona, aunque más tarde, vi un espectáculo bastante currado en el escenario, era un grupo de otakus recreando algunas escenas de alguna serie que no supe reconocer, y que me hubiese gustado grabar si no me hubiera olvidado la cámara de fotos; lo cierto es que la representación que ofrecieron me recordó a una del Expomanga 2008.

Después del paseillo me fui al escenario B, donde visioné parte de un documental, Japón, tesoro perdido, donde se explicaba la historia del país del sol naciente de forma bastante amena. A continuación proyectaron Sword of the Stranger, un film animado del estudio Bones muy divertido, repleto de samuráis, de sangre y de miembros amputados. Mientras disfrutaba del mismo me comí el bocata y me bebí los dos zumos... otra vez me había quedado un poco corto con la comida, pero no pasé hambre.

Una vez terminó el filme que en España ha editado Selecta Visión, me fui a dar otro garbeo, donde volví a deleitar mi sentido de la vista con algunas mozas de vestimenta escasa, y también otras y otros de cosplays bastante trabajados y con más tela o cartones del telepizza (o de lo que se tercie). Lo siguiente que vino de interés fue la conferencia de Ediciones Babylon, que versaba sobre el manga de creación nacional. Estaban presentes en el acto Henar Torinos, la autora de Mala Estrella, Kaoru Okino (Fátima para su familia), que ha realizado Joker, el editor (o alguien que se le presupone editor, ya que no se presentó -o no lo oí en todo caso-) además de dos chavalas, creo que estas últimas es posible que fuesen de la organización, ya que una de ellas fue la que movió los hilos para que acudieran al evento los anteriormente nombrados. Bien, la conferencia estuvo entretenida, nos explicaron su visión del manga hispano, así como del mundo editorial, nos enteramos si vivían del cómic o hacían otras cosillas (Henar parece que también se dedica a la animación), de cómo era su proceso creativo, etcétera. Al final del todo nos invitaron a quien quisiera a comprar un ejemplar y pedirle una firma a las autoras. Yo me compré ambas obras, ya que me quedé en el Expocómic pasado con el gusanillo, y les pedí un garabato, por supuesto, y de paso tuve la oportunidad de conversar un poco con las mangakas, sobre todo con Henar, y lo cierto es que me cayó muy bien (también Kaoru, cuyo sentido del humor me resultó muy curioso), además le sonaba mi cara de algo, así que supongo que nos habremos cruzado en algún evento.

Una vez dadas las gracias, deseado suerte y decir “hasta luego” di otro paseo dubitativo. Con dudas sobre todo porque no sabía si irme o esperar un poco más, al final acabé otra vez en el escenario B, donde había una especie de presentación del film de imagen real de Gantz, basado en el manga hiperviolento e hiperhormonado de Hiroya Oku que actualmente edita Glénat. Yo tenía la idea de que iban a proyectar la peli también, pero se ve que se ha estrenado en tierras niponas este mismo sábado por lo que quizá no la proyectaran (y digo ahora “quizá” porque resulta que me acabo de acordar de que se estrenó antes en EEUU, pero la actitud de las “presentadoras” no me hacía presagiar que efectivamente la fueran a poner), así que cuando iban a sortear algunos tomos me fui, y esta vez sí que me fui del evento en sí. Estaba cansado.

Para concluir podría decir que fui a la IV Japan Weekend de Madrid sin ningún tipo de expectativas, ya que las ediciones anteriores no había salido muy contento que se diga. No obstante, analizando un poco las cosas, llego a la conclusión de que esta vez lo han hecho algo mejor, primero por dejar más espacio para que la fauna local pudiera desplazarse entre los puestos de manera más o menos holgada (en un recinto que por regla general se suele quedar muy pequeño), segundo porque había al menos una “sala” donde se proyectaba anime y lo que no es anime y se enteraba uno y todo (y se veía bien con el pedazo de televisor que pusieron), y tercero por la conferencia de Ediciones Babylon y la presencia de sus autoras, realmente resulta muy gratificante conocer y conversar (aunque sean tan sólo unas pinceladas) con los mangakas. Como notas negativas habría que decir que en el escenario B te quedabas helado cuando pasabas un rato allí, el precio de la entrada normal es caro, que la sala de proyecciones oficial dejaba mucho que desear, y que nos están saturando con tanto salón, así que sería lógico que la Japan Weekend pasara a celebrarse sólo una vez al año.

Para acabar os dejo una imagen con el material que me compré:

Nota: las otras dos fotos las he pillado de Ramen para dos y de Antonio Tajuelo, y no sé si son de esta edición del evento, pero al menos adornan un poco.

25 enero 2011

Lêttera, de Studio Kôsen

Garnet Rune es una maga un tanto engreída que usa sus poderes de forma irresponsable y cruel, hecho que le acarrea la maldición de una bruja más poderosa que ella, que la condena a que cada vez que realice un hechizo un tatuaje se marcará a fuego en su cuerpo, y cuando no quede ni un trozo de piel sin marcar, morirá. Es por ello por lo que inicia un viaje en busca de Erasel, la bruja que la maldijo, y para ello será capaz de usar hasta el inocente (y muy pesado) nieto de ésta. Pero no todo le será tan fácil como cree, pues se topará con un guerrero llamado Adamas que estará dispuesto a proteger al crío, y con un personaje que ya ha olvidado pero que le guarda mucho rencor.
 
Prosiguiendo con la Línea Gaijin de Glénat, me dispongo a comentar este manga del Studio Kôsen, compuesto por otras dos chicas (se ve que en esto del iberimanga las mujeres están al poder), Aurora García y Diana Fernández, que a la vez dirigen la colección. Estas dos autoras llevan ya unos añitos ofreciéndonos sus trabajos, pues empezaron a finales de los noventa con varias revistas de manganime ya desaparecidas (Minami, Shirase, Dokan...), por esa época también publicaron Garou-chan en Amaniaco Ediciones (creo que esta editorial también dejó de existir). Viendo que aquí en España todo se acababa, probaron suerte al otro lado del charco, primero en la editorial YaoiPress (una editorial que seguro que le mola a una que yo me sé, jejeje...) y después en Tokyopop (sí, las Xian Nu trabajaron también para dichas editoriales), todas las obras fueron licenciadas en diversos países, entre ellos España; de hecho, con Saihôshi obtuvieron varios premios en el Expomanga 2007.
 
Su nueva obra, Lêttera, en realidad no es tan nueva, pues, como se puede comprobar en los mismos extras del tomo, empezaron con ella en la revista Shirase (creo que algún capitulillo leí), pero la cosa se quedó inacabada por la desaparición de la publicación. Mas no decayeron e intentaron resucitarla, y no pararon hasta que lo consiguieron.
 
Lêttera es un shônen de aventuras con muchas gotas de humor, humor que proviene sobre todo de la protagonista, toda una antiheroína con una gran personalidad y de dudosa moralidad. La verdad de las verdades es que las Kôsen han creado a una protagonista con mucho carisma, y es gracias a ello por lo que la obra funciona, es Garnet Rune la que lleva el peso de la acción, sobre la que gira la historia, y si no fuera por ella quizá no estaríamos hablando de una obra que deja muy buen regusto, ya que si bien el resto de personajes tampoco es que estén mal (sobre todo Yeran, el niño, cuya inocencia no deja uno de cuestionarse), no llegan al nivel de Garnet (ese abrazo de Adamas, casi en el final, sigue sin convencerme).
 
Del dibujo sólo diré que está muy bien, que las Kôsen han evolucionado más que evidentemente a lo largo de estos años. El diseño de los personajes es atractivo, los fondos y escenarios son correctos aunque no muy abundantes, y las viñetas son claras, así que no se pierde uno en la acción. Obviamente todavía les queda que mejorar, pero su estilo ya está definido.
 
La edición es idéntica a la de Bakemono, de Xian Nu Studio, o sea, formato tankoubon, la sobrecubierta es muy llamativa (por ahora toda la Línea Gaijin destaca por las portadas y presentación en general). En cuanto a número de páginas, la historia en sí ocupa unas 160 páginas, y luego hay unas 24 páginas de extras, entre los que destacan un minicómic, una comparativa de la Lêttera actual con la versión de 2002, y la galería de fanarts. Todo ello por 7,95€ (impuestos incluidos).
 
En definitiva, Lêttera es un iberimanga con un buen dibujo, con un desarrollo muy entretenido y divertido en casi cada página, un gran sentido del humor transmitido sobre todo gracias a una protagonista carismática, y un final que da a pie a más aventuras, pero que a la vez es coherente con la historia que se narra (o sea, que se puede comprar el tomo sin miedo a que te veas “obligado” a agenciarte futuribles continuaciones). Recomendado para amantes del shônen, o lo que es lo mismo, para quien guste de los cómics cuya única pretensión sea divertir.
 
 
LO MEJOR: 
-La protagonista. Muy divertida, una gran antihéroe.
-El dibujo. Viendo los antiguos trabajos de las autoras, se nota que han evolucionado mucho (y esperemos que sigan así).
-La edición. Encuadernación, calidad del papel, impresión...
 
LO PEOR: 
-En líneas generales lo he disfrutado mucho, pero aún así el ritmo decae en algunos momentos. Pero nada grave, la verdad.
-Como ya apunté en Bakemono, si costara 45 céntimos menos me parecería un precio más justo. Aún así, no me arrepiento de pagar lo que vale.
 
La pregunta: 
¿Cómo sabe Alas el nombre de Adamas? ¿Hay otra historia ahí detrás?
 
Ya para acabar, os dejo el dibujito que me hicieron las autoras en el Expocómic:

19 enero 2011

Cinco años

Hace cinco años, justo a esta misma hora, publiqué la primera entrada del blog que lees.

Poco se parecía entonces a lo que es hoy, y no me refiero sólo al diseño, al fin y al cabo es lo de menos, sino al contenido, puesto que nació prematuramente, sin tener realmente claro si lo iba a dedicar a algún tema en particular. He aquí los motivos por lo que El BLOG de NEOVALLENSE nació.

Era invierno, hacia frío, pero, sobre todo, me aburría mucho y estaba desesperado, necesitaba expulsar mi rabia al mundo y también divertirme con ocurrencias estúpidas, así que pensé: ¿Por qué no hacerme un blog? Por lo que en vez de atender a la clase de Programación Visual, o quizá de Base de Datos, me puse a ello.

Al principio escribía sobre cosas personales, reflexiones venidas a cuento de experiencias etílicas ajenas, reflexiones políticas varias (que muy de vez en cuando meto alguna aún, y mira que hay material para hacer una entrada diaria al menos), crónicas de eventos producidos en clase o cualquier otro lugar, así como despotricaciones varias a mis profesores... Así nació el blog, y a partir de ahí creció, hasta que, cierto día, me dio por comentar una peli (aunque antes ya había comentado alguna otra), le cogí el gustillo, y fui reseñando casi todas las que veía, hasta convertir El BLOG de NEOVALLENSE, en una bitácora donde predominan las críticas/reseñas sobre cine a todo lo demás. No sé si es mejor que cuando comencé (deseo que sí), pero lo que sí sé es que si bien empecé a escribirlo por desahogo, ahora lo escribo casi por necesidad (y eso que también he tenido momentos en los que no sabía si seguir), porque me gusta compartir mis opiniones, porque me gusta escribir, y porque adoro que me aduléis y me adoréis (jeje, es broma, claro). O sea, para ser más concisos, lo hago porque disfruto.

Cinco años ya, cinco. Espero no cansarme y hacer que el blog cumpla al menos otro lustro más.


Por último, no puedo acabar sin mencionar a mis lectores, sin ellos las palabras que aquí escribo no tendrían sentido, puesto que sóis vosotros las que le dáis verdadera vida. Me encanta mirar las visitas y comprobar que me leen gente de mi tierra, y de Madrid, Barcelona, Vigo, Ciudad Real, Valencia, y otras tantas ciudades de España; pero también gente de México, Argentina, Chile, Venezuela, Colombia y otros tantos países de latinoamérica; así como de Estados Unidos, Francia, Alemania... incluso de Tailandia, Japón, Australia y Rusia he recibido alguna que otra visitilla (supongo que accidental). No es que seáis millones, pero no todo lo que cuenta es la cantidad. Gracias por leérme.

16 enero 2011

Recuerdos del ayer

Taeko es una joven de Tokio que se va de vacaciones al campo. Después de una conversación telefónica con su madre, y sin saber por qué, le van viniendo a la cabeza recuerdos de cuando estaba en quinto de primaria. A lo largo de su viaje, y aún cuando llega a su destino, dichos recuerdos la van embargando, haciéndole reflexionar sobre su presente y lo que desea para el futuro.

Basado en el manga de Hotaru Okamoto y Yuko Tone, que en España editó Dolmen Editorial con el título Only yesterday, Recuerdos del ayer (Omohide poro poro, 1991) es un drama costumbrista dirigido por el siempre sobrio Isao Takahata (Pompoko, La tumba de las luciérnagas), o sea, que no por ser animación está realizado para un público exclusivamente infantil, de hecho seguramente lo disfruten más lo espectadores más talluditos.

Los cambios respecto a la obra original son sustanciales, ya que en el cómic sólo se narran diversas vivencias de la Taeko de 11 años, por lo que la historia aunque simpática resulta plana. Al introducir el personaje adulto el director de Mis vecinos los Yamada logra contar una historia llena de matices y, sobre todo, consigue que nos identifiquemos con la protagonista en ciertos momentos. Los recuerdos de Taeko nos cuentan cosas pequeñas, aparentemente sin importancia, pero que encajan en el presente de la Taeko adulta aportándonos información sobre la misma y sus sentimientos, vislumbrando lo que al final se hará evidente.

A pesar de ser un filme que cumple ya 20 años, el tiempo ha pasado muy bien por él, y no me refiero a la calidad de la animación (que también), sino que la historia (el fondo de la misma) sigue siendo totalmente actual. Por otra parte los escenarios y fondos, especialmente los rurales, son muy bellos y realistas, y lo acompañan la excelente música de Katsu Hochi y un diseño de personajes marca de la casa.

Concluyendo, Recuerdos del ayer es un filme pausado en su desarrollo, pero que tiene capacidad de atrapar gracias a una historia tierna, buenos diálogos y unos personajes entrañables. Un melodrama en anime con toda la calidad del Studio Ghibli.


LO MEJOR:
-Ese aire entre melancólico y nostálgico que impregna la atmósfera del film durante todo el metraje.
-La banda sonora.
-El contrapunto que supone ver cualquier película de Takahata ante las de Miyazaki. Es un contraste muy gratificante.

LO PEOR:
-Que Takahata no nos obsequie más a menudo con nuevas obras (desde 1999 no ha dirigido ningún largometraje).

¿Quién debería verla?
Aquí seguro que me repito, así que no digo nada.

¿Y quién no?
Es una película pausada, no hay peleas, ni explosiones, sólo nos cuenta la historia de una chica que busca su sitio, o sea, que puede no satisfacer a aquellos que prefieren un cine en el que sucedan más cosas.

La edición en DVD:
La calidad es la que nos tiene acostumbrados Aurum, o sea, bastante buena en lo que se refiere a la imagen y al sonido, así como al doblaje. Los extras son más bien escasos, aunque esta vez incluye un "Cómo se hizo" muy interesante de unos 45 minutos; además vienen los tráilers originales y el storyboard completo de la película.

13 enero 2011

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1

Viendo que difícilmente iba a poder ver Harry Potter y el Misterio del Príncipe antes de que su continuación dejara de estar en cartelera, me lancé ayer (10 de enero al escribir estas líneas) al cine para visionar la primera parte de la séptima entrega de la saga del mago gafotas, y lo cierto es que apenas noté que me faltaba una película por ver.

En esta ocasión desde el comienzo se ve que la cosa está negra. El Señor Oscuro quiere matar a Harry, sea como sea, por lo que Ojoloco y un grupo de magos trazan un plan para esconderlo. Pero las cosas no salen como esperaban y Harry, junto con Hermione y Ron, deberá huir para salvar su vida, mientras que busca los horrocruxes y una manera de destruirlos.

Sorprende que el director que pertrechó ese desaguisado llamado Harry Potter y la Orden del Fénix haya logrado realizar un film como Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1 (Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 1, 2010), que es verdaderamente magnífica (quizá el tiempo extra que se tomaron una vez dada por finalizada haya ayudado a ello). Nada más comenzar el ritmo es trepidante, con unas persecuciones realmente espectaculares que hacen que uno tema en más de una ocasión por el destino de Potter; aunque, una vez pasada la huída inicial, viene una parte donde casi parece que estamos viendo una historia postapocalíptica, con los paisajes vacíos de gente, con tan sólo los tres amigos en pantalla y el sonido de la radio de fondo, generando una atmósfera desasosegante. Así, en esta entrega nos encontramos con que es un film de acción y aventuras, pero a la par tiene muchos momentos de calma, pero una calma llena de tensión, donde los protagonistas hacen una huída silenciosa, escondiéndose en rincones perdidos y luchando incluso contra sí mismos. Es, pues, una película oscura, como viene siendo habitual en las últimas entregas, aunque probablemente la siguiente y definitiva parte será la más tenebrosa de todas.

Sobre el reparto actoral, pues poco hay que decir salvo que están todos los importantes de la saga, empezando por el trío protagonista, Daniel Radcliffe, Emma Watson y Ruppet Grint, que lo hacen estupendamente; luego por supuesto tenemos a Ralph Fiennes (El jardinero fiel) como Voldemort, Imelda Staunton (El secreto de Vera Drake) como Dolores Umbridge, Alan Rickman (Héroes fuera de órbita) en su papel de Snape, Helena Bonham Carter (lo mejor de Alicia en el país de las maravillas) como la peligrosa Bellatrix, y Jason Isaacs (Green Zone: Distrito protegido) como el pérfido Lucius Malfoy, que ya no es tan fiero como antes; entre otro muchos. O sea, un gran elenco repleto de caras conocidas y talentosas.

Por otra parte destacar también el magnífico diseño de producción, los efectos especiales y la fotografía, además de la música de Alexandre Desplat. Todo ello hace que la ambientación está del todo lograda (también hay que decir que todas las películas brillan en este aspecto) y los momentos de máxima tensión estén conseguidos.

En conclusión, que David Yates ha sorprendido a propios y extraños firmando la que es, para quien esto escribe, la mejor película de la franquicia (junto con El Prisionero de Azkaban), por lo que uno se queda con muchas ganas de ver la segunda parte (y más después de ese final).
LO MEJOR:
-El emocionante inicio, toda una persecución al elegido.
-Los efectos especiales, la fotografía, los escenarios, incluso la dirección de Yates...
-El reparto, un variado elenco que está muy metido en su papel.
-La música de Alexandre Desplat.
-El cuento de los tres hermanos y las reliquias de la muerte, contado en forma de corto de animación.

LO PEOR:
-La parte intermedia del film tiene un ritmo mucho más pausado que su inicio, así que se le puede hacer lenta a parte del personal.
-Algunos momentos de mareantes movimientos de cámara, aunque es cierto que logra darle un toque más realista y angustiante.

¿Quién debería verla?
Si has visto las anteriores películas, aunque te hayas saltado alguna, merece la pena ver el principio del fin de las aventuras del mago de la cicatriz en la frente.
¿Y quién no?
Quien tenga odio patológico a los personajes creados por J.K. Rowling.

Leer critica Harry Potter y las Reliquias de la Muerte en Muchocine.net

08 enero 2011

Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba

No sé qué me pasa con esta saga, siempre digo que la siguiente no la veo y finalmente termino por caer, y lo peor es que al ver los avances me llama la atención, y claro, luego me dice alguien ir a verla al cine y no puedo decir que no. Para rematar en esta ocasión la he visto en formato 3D debido a que por horario era la que mejor nos venía, y lo cierto es que si bien queda resultón en algunos momentos, la mayoría de las veces casi ni se nota, por lo que si alguien piensa visionarla en dicho formato porque cree que molará más que sepa que está equivocado.

En esta tercera entrega (que ya no produce ni distribuye Disney, sino Fox, junto con, esta sí repite, Walden Media), Lucy y Edmund Pevensie, los hermanos pequeños, viven en un Cambridge belicoso, en la casa de su tío y con la maravillosa compañía de un primo que les considera invasores entre otras cosas. Los hermanos no dejan de suspirar por Narnia y por salir del agujero donde están metidos y, como suele ocurrir, sus deseos se convierten realidad y las pesadillas de su primo Eustace también, puesto que éste les acaba acompañando en un asfixiante viaje. En Narnia les salva el ya rey Caspian, y juntos, a bordo del Viajero del Alba, irán en busca de los siete lores desaparecidos.

El peor defecto de las dos películas precedentes era que no tenían personalidad propia, eran un batiburrillo de El Señor de los Anillos y Harry Potter, con algunos elementos típicamente disneyanos. En esta tercera entrega se puede decir que el aroma al anillo único y a varitas mágicas disminuye notablemente, así que se podría afirmar que el mayor acierto de Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba (The Chronicles of Narnia: The Voyage of the Dawn Treader, 2010) es haber encontrado esos rasgos estéticos y estilísticos que le dan una cierta personalidad, aún así, lo cierto es que esta entrega es igualmente descafeinada, como lo fueron El León, la Bruja y el Armario y El Príncipe Caspian.

Y eso a pesar de que se encarga de la dirección Michael Apted (sustituyendo a Andrew Adamson, que ejerce de productor), un director con interesantes películas en su haber como Gorilas en la niebla o Corazón trueno. Pero si el material inicial es ya de por sí insulso poco se puede hacer, y mira que hasta donde yo sé los guionistas se han alejado del texto de C.S. Lewis para darle más vidilla a la historia, pero ni así han logrado un producto notable. Sin embargo, aunque sea un trabajo bastante blando, distrae, no entusiasma, pero entretiene e incluso llega a emocionar al final.

Curiosamente, lo verdaderamente mejor de La Travesía del Viajero del Alba es el personaje que con tan sólo mirar los carteles ya no cae bien, sí, me refiero a Eustace, el primo de Edmund y Lucy, un chaval de lo más odioso, que se ve trasladado a un mundo de fantasía y que tarda lo suyo en dejar su incredulidad y escepticismo a un lado; son sus ocurrencias y egoísmo lo que da pie a los mejores momentos, y es precisamente el que otorga mayor emotividad al final (él y el otro personaje destacable, Reepicheep, el roedor).

En definitiva, Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba es igual de sosa que los dos primeros filmes de la franquicia, con la salvedad de que al verla no estás todo el rato sintiendo déjà vus, además la inclusión del personaje del primo es un añadido interesante y el final es emotivo. Recomendable para los que gustaron de anteriores entregas.


LO MEJOR:
-La incorporación del primo.
-Los efectos visuales, tiene algunos momentos bonitos y otros espectaculares (el bicho del final).

LO PEOR:
-Es sosa, esta saga dudo mucho que algún día deje de ser sosa.
-Tanto simbolismo e implícitos mensajes "cristianizadores".
-Las tres dimensiones no están muy aprovechadas.

¿Quién debería verla?
Si te gustó El León, La Bruja y el Armario y también El Príncipe Caspian.

Leer critica Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba en Muchocine.net
También podéis leer el destripe en Spoilerblog.

05 enero 2011

Tron: Legacy

En 1982 se estrenó sin pena ni gloria Tron, film de ciencia ficción de estética muy arriesgada y novedosa, pero que quizá por eso mismo fue incomprendido o llanamente ignorado por el público de la época. A pesar de ello, a medida que pasaba el tiempo el film dirigido por Steven Lisberger fue ganando popularidad hasta convertirse en lo que es hoy: una película de culto. Desde años ha se lleva hablando de una secuela, pero no es hasta hace relativamente poco que se confirmó, y a finales del ya fenecido 2010 se estrenó la tan ansiada continuación de las aventuras de Kevin Flynn.

Para muchos (como el bueno de Heitor) ha supuesto toda una decepción, un engaño, probablemente debido a que vieron el largometraje original en sus años mozos, y todos sabemos que es en esa etapa donde se nos suelen marcar verdaderamente las películas, donde nos encariñamos por siempre de los personajes y sus aventuras en mundos extraordinarios, aunque seamos conscientes de que tampoco son una maravilla, hay trabajos por los que nunca dejaremos de sentir especial devoción por culpa de haber sido niños. Y ése no es mi caso, y no es porque no haya sido un infante, sino porque vi hace unos tres o cuatro años Tron, y ciertamente me encantó, pero no me dejó esa imagen indeleble que tengo de muchos otros filmes. O sea, que Tron: Legacy (Ídem, 2010) no me ha supuesto un desengaño.

Con ello tampoco estoy diciendo que el primer trabajo para cine de Joseph Kosinski me haya deslumbrado, puesto si bien en el plano técnico es destacable, el guión no es que sea precisamente prodigioso.

La historia se sitúa 20 años después de la primera parte, Kevin Flynn desapareció y dejó a un hijo resentido y a una empresa sin presidente. Mas cierto día Allan Bradley, el que fuera mano derecha de Kevin, le comunica a Sam Flynn que ha recibido un mensaje de su padre, y le da las llaves de unos viejos recreativos. Allí irá Sam con su flamante Ducati, y desde allí se introducirá sin querer en la Red, donde descubrirá que Clu, un programa que creó su progenitor, domina con mano férrea dicha red, y, por supuesto, se encontrará con Kevin Flynn. Con la compañía y ayuda de Quorra, deberán escapar de su prisión y liberar a la Red del yugo de Clu.

Como ya he comentado, el guión no es muy bueno, empero, por lo que a mí respecta, durante casi toda la cinta éste no rechina especialmente, aunque sí algunos diálogos. La trama transcurre sin sorpresas pero resulta divertida, de hecho su comienzo, aunque un tanto manido, me pareció incluso prometedor. Donde muestra sus mayores debilidades es en el último tramo, principalmente con el cambio que sufre un personaje de buenas a primeras, una transformación que no tiene ninguna lógica y que Edward Kitsis y Adam Horowitz (los guionistas de la función) parecen que usan para salir del paso; poco más tarde, el clímax final, tampoco convence (o al menos a mí no me convence). Hasta esos momentos, en general, me estaba dejando buenas sensaciones, así que fueron llegar éstos y mi impresión general del filme bajó muchos enteros; no obstante, el último paseo en moto, ese plano final, me gustó, por lo que me quedé con una sensación agridulce.

En lo referente al plano visual, pienso que no marcará un antes y un después, pero que es el aspecto mejor acabado del film. Nos regala algunas escenas realmente espectaculares y bellas, como la lucha de motos y, sobre todo, esa batalla final en los cielos virtuales. Además hay que decir que el 3D estereoscópico queda muy bien, por lo que es recomendable verla en este formato (otro detalle que me ha gustado, y que veo del todo lógico, es que las secuencias en el mundo real se hayan rodado en 2D).

En cuanto al reparto, Jeff Bridges (Iron Man, Starman) repite como Kevin Flynn, de hecho repite por partida triple, ya que interpreta al Flynn actual y también a un Flynn más jovenzuelo y a su copia virtual, Clu. En este caso esto lo han conseguido gracias a la magia digital, siendo el resultado muy convincente, si bien aún queda camino para que los personajes humanos digitales en entornos más o menos reales nos resulten cien por cien naturales. Como el retoño de Kevin, Sam Flynn, tenemos a Garrett Hedlund, que quizá reconozcáis un poco por Troya, en la que interpretó al "primo" de Aquiles, Patroclo, y el cual también ha trabajado en otros filmes más o menos épicos como la fallida adaptación de Eragon; aquí su trabajo no es que sea muy fino, pero cumple. Otros miembros del elenco a destacar es la despampanante Olivia Wilde, conocida por su personaje en House, y que aquí se hace de una fémina ingenua por un lado y aventurera por otro; Bruce Boxleitner continúa con su papel del primer Tron, y es un rostro conocido a todo aquel que sea aficionado a las series televisivas, puesto que en los últimos años sus trabajos se centran en este medio; también nombrar a Michael Sheen (Underworld, El desafío - Frost contra Nixon), sobre todo porque su personaje me ha recordado muy mucho al Merovingio interpretado por Lambert Wilson en las dos secuelas de Matrix (y no es lo único de la película en lo que he visto influencias de la trilogía de los Wachowski).

En definitiva, Tron: Legacy ofrece lo que promete: espectaculares efectos especiales, carreras de motos de luz, aventura y acción. Una película para pasar el rato que podría haber sido algo más.


LO MEJOR:
-Todo el plano visual: los efectos especiales, la recreación de la Red, las 3D...
-La batalla aérea del final, muy espectacular.
-La banda sonora, obra de Daft Punk.

LO PEOR:
-El guión, sobre todo en la parte final.
-El repentino cambio de cierto personaje casi en el desenlace, para nada creíble.

¿Quién debería verla?
Quien quiera ante todo recrearse la vista con bonitos entornos virtuales y buenos efectos especiales. Aprovecha bien las tres dimensiones estereoscópicas.

¿Y quién no?
Si eres fan acérrimo de la película original ésta podría causarte decepción, y también si esperas una historia muy elaborada.

La frase:
Es como una caja fuerte que se abre desde fuera. Kevin Flynn (experto en cajas fuertes).


Leer critica Tron: Legacy en Muchocine.net

03 enero 2011

Pete Postlethwaite nos ha dejado

Otra noticia fúnebre respecto al cine, ya que un cáncer se ha llevado a este actor británico de 64 años. Pete Postlethwaite, formado en el teatro, ha brillado sobre todo con papeles secundarios, y a mí al menos era una cara que siempre me ha gustado ver, ya que era un buen intérprete que sabía darle el toque adecuado a su personajes.

Recuerdo con simpatía a su fraile poeta de Dragonheart, o al cazador obsesionado con dar cazar a un Tyrannosaurus rex en El mundo perdido: Jurassic Park; también trabajó bajo las órdenes de Spielberg en Amistad. Pero no fue con el único director de prestigio con el que colaboró, pues lo hizo con Michael Mann en El último Mohicano o muy recientemente con Christopher Nolan en un breve papel en Origen, con Baz Luhrman en Romeo y Julieta, o Jim Sheridan con En el nombre del padre. Su última interpretación ha sido en Killing Bono, un film dirigido por Nick Hamm con estreno previsto para este año.