No sin razón los
fans del manga y la serie de animación estaban recelosos de que se hiciera una adaptación del complejo universo donde se narran (básicamente) las aventuras de un niño venido del espacio para conquistar la Tierra, pero que al final se convierte en el mayor protector de la misma. A medida que se iban filtrando imágenes temblaban más y más, de hecho temblaron tanto que los de la
Fox los escucharon un poco y no tuvieron más remedio que rehacer parte del metraje.
Pero bueno, antes que nada os diré más o menos cuál es la historia.
Goku vive con su abuelo en el campo, éste lo entrena duramente en las artes marciales, mas le ha hecho prometer que jamás peleará, cosa que contradice al chaval (que por cierto, acaba de cumplir 18 años), ya que no puede defenderse en el instituto de unos macarras que le acosan sin cesar. La noche de su cumpleaños, durante su ausencia, alguien ataca a su abuelo dejándolo malherido, éste le informa que ha sido el malvado Piccolo, aquél al que encerraron hace dos mil años. Goku deberá buscar al maestro Roshi y encontrar las siete bolas de dragón antes del eclipse de sol, si no lo consigue puede significar el advenimiento de un ser que destruirá la Tierra bajo las órdenes de Piccolo.
Dragonball Evolution hay que verla, ante todo, sin pensar en el material en el que se basa. Si intentamos compararla con el medio del que proviene sólo podremos llevarnos un disgusto, con esto quiero decir, evidentemente, que nos encontramos con una mala adaptación (hay momentos que no es tan mala), pero sin embargo con una película que se puede disfrutar si no tenemos en cuenta sus más que evidentes diferencias con la obra de Toriyama.
Algunas diferencias: la más evidente es que cuando Goku cumplió los 18 su abuelo ya estaba más que muerto, también que Goku jamás de los jamases pisó una escuela, ni cogió una bici, y nunca se sintió diferente, ni un bicho raro, tampoco le interesaron nunca las chicas (ni aun casado); el Maestro Mutenroshi ya no es un pervertido (al parecer es por eso de las calificaciones por edades que nos lo han cambiado), Piccolo no tiene antenitas (y en general no se parece mucho, todo sea dicho), Yamcha tenía un miedo atroz a las mujeres al conocer a Bulma y en la película es más bien ligón, etc...
El reparto está encabezado por Justin Chatwin (
La guerra de los mundos) quien da vida a Son Goku. La verdad es que la cara así de un poco lerdo que tiene el chaval le pega con el personaje, aunque su interpretación no es precisamente buena. En la piel de Bulma se pone Emmy Rossum (
El día de mañana), a la cual quizá le falte un puntito más picante, pero que considero que dentro de lo que cabe lo hace bien. El Maestro Mutenroshi es Chow Yun-Fat, actor que físicamente no se parece en nada al personaje del manga, pero al menos guarda ciertas similitudes en lo que se refiere al carácter. Yamcha lo interpreta el actor y roquero coreano Joon Park, que aparte del detalle del miedo a las mujeres se deja ver (será porque aparece poco). En la piel verde de Piccolo osó meterse James Marsters, más conocido como el malo de
Buffy Cazavampiros, y quizá eso lastra un tanto a su personaje, porque la verdad es que se parece demasiado a dicho malo. Y lo mejor lo dejo para el final, ya que Jamie Chung me ha gustado como Chichi, a pesar de que su personalidad dista bastante, no tiene esa inocencia tan curiosa, pero como la actriz está como un tren pues me ha molado xD Ah, también está Mai, que en el manga era la subordinada de Pilaf, la cual es interpretada por la nipona Eriko Tamura.
James Wong (
Destino final,
El único) dirige el cotarro, y ciertamente no le ha tocado la lotería, pues seguro que estará recibiendo más de una amenaza de los
fans para que no se atreva a dirigir las futuras continuaciones (quieren hacer una trilogía... aunque no sé yo si la harán viendo el resultado en la taquilla). Su trabajo no es precisamente brillante, muy especialmente en la parte final, ya que los últimos minutos, esa batalla que debiera ser espectacular, dejan mucho que desear. Mientras que a cargo del guión tenemos a Ben Ramsey, al que también habría que erigirle un anti-monumento, ya que la evolución de los personajes va a trompicones (aunque eso también puede ser cosa del montaje), y muchos de los diálogos realmente son malos, no pegan para nada con los personajes que tenemos preconcebidos, aunque lo malo es que me da la impresión que tampoco les va sin preconcepciones.
Creo que he puesto pocas cositas positivas, pero os confesaré un secreto: me divertí mucho durante buena parte del metraje. Sí, es una mala adaptación, eso se ve desde el principio, pero si no tenemos en cuenta ese hecho lo cierto es que
Dragonball Evolution se puede disfrutar como un
film de aventuras y ciencia-ficción que es. Aunque muchas conversaciones y situaciones chirríen, no deja de tener encanto tanto la ambientación como los personajes en sí, y no es hasta el final cuando realmente viene la auténtica decepción en esa penosa batalla Goku Vs. Piccolo, que se supone que debería haber sido el "no va más", pero que a manos de James Wong es una peleíta mal rodada y con menos emoción que una carrera de caracoles. Además los efectos especiales, ese tan ansiado
kame-hame-ha definitivo, es tan absolutamente ridículo, ¿dónde han echado los más de 100 millones de dólares de presupuesto? ¡Si parece una pelea de los
Powers Rangers! Pero a pesar de todo, no me arrepiento de haber pagado una entrada para verla.
LO MEJOR:
-Tiene ciertos puntillos que hace que la mayor parte del filme sea muy entretenido.
-La música de los créditos finales (tras el segundo final).
LO PEOR:
-Lo poco que se parece al anime y manga originales.
-El guión y la dirección.
-La pelea final entre Goku y Piccolo, simplemente penosa.
-La transformación.
¿Quién debería verla?
Pues yo creo que los niños tienen que disfrutar de lo lindo.
¿Y quién no?
Los
fans acérrimos de la serie.