Arrugas, de Paco Roca

La vejez, algo tan lejano y tan cercano, temido y cada vez menos respetado. En la vejez se nos presupone más sabios, pero también más torpes, cada vez más inútiles, y si encima viene acompañada con alguna enfermedad degenerativa ya seríamos directamente un estorbo, una molestia. Emilio tiene setenta y dos años y se le está yendo la cabeza, se olvida de dónde está y en qué época está, por lo que su hijo decide meterlo en una residencia donde otros se ocupen de ellos. Emilio se siente humillado, pero no tiene otra que tragar mientras que Juan, el que será su compañero de habitación, le guía en su nueva vida, le enseña el lugar y a los ancianos que los pueblan: Rosario, la mujer que cree viajar en el Orient Express hacia Estambul; Sol, quien siempre quiere llamar a sus hijos por teléfono; Antonia, una afable señora abandonada, o Dolores y Modesto, una peculiar pareja con una hermosa historia por detrás. Emilio aprenderá a adaptarse al nuevo ambiente y también a su enfermedad, a la par que poco a poco irá trabando amistad con su poco escrupuloso compañero de habitación.

Son contados los tebeos que han llegado a emocionarme, recuerdo que el primero fue una de las historias de Black Jack del gran Osamu Tezuka, pero la que tocó un resorte en mi interior y me hizo ver en buena medida hasta dónde podía llegar el noveno arte fue El almanaque de mi padre, de Jiro Taniguchi, con la que, como ya digo, sufrí toda una epifanía. Con Arrugas se puede decir que me ha pasado algo similar al mencionado manga de Taniguchi, me ha calado hondo y ha conseguido que me estremezca y me emocione como pocas obras, y no me refiero solo a cómics. Lo cierto es que sin poder reprimirlo me han brotado las lagrimas a borbotones con la entrañable y triste historia de Emilio y el resto de abuelos que pululan por el tebeo de Paco Roca, que transmite muy vivamente cómo pueden sentirse (cómo se sienten más bien) los ancianos que sus familias deciden meter en una residencia, además de mostrar de forma cruda, pero sin falta de humor, la epidemia creciente del Alzheimer, del que no pocos conocemos casos y sabemos lo dramático que puede ser.

El estilo de Paco Roca (del que hasta la fecha solo me había leído una historieta de una página en la antología Yes we camp!) es sencillo, al menos esta obra no contiene excesivos detalles ni alardes gráficos, pero en lo que se refiere a los personajes y la forma de narrar en sí, se nota su esmero, tanto en la expresividad y por tanto capacidad de transmitir emociones, como en los diálogos y lo que hay detrás de cada personaje.

Respecto a la edición, realizada por Astiberri. Es en tapa dura, con un formato algo más pequeño que el típico álbum europeo, cerca de cien páginas de cómic a color, y otras dos con un breve texto del autor explicando lo que le llevó a realizar la obra y de dónde sacó muchas de las anécdotas que acaecen en ellas. El precio es de quince euros.

En fin, que Arrugas es uno de esos tebeos que uno no puede dejar de recomendar, una historia maravillosamente llevada a cabo, que sea uno aficionado o no al noveno arte no debería dejar de leer.

LO MEJOR:

-La capacidad de emocionar.

-La escena de la caza de la nube. Hermosísima.

-El guión, que al fin y al cabo es una bonita historia de amistad.

LO PEOR:

-Nada.

El momento:

Aparte de la mencionada escena de la nube, la conversación que Emilio tiene con el médico cuando se da cuenta de que sufre Alzheimer, y también ese momento final con Juan.

Para perezosos:
Si no os apetece leer, siempre podéis ver la magnífica adaptación animada, ganadora de dos premios Goya.