Probablemente esta sea la historia menos fantástica de toda la Muestra Sci Fi de Cine Fantástico, pero al menos es un producto bien hecho y entretenido.
La historia trata de Alex Fayard, un escritor y profesor francés de literatura policíaca que está obsesionado con la obra de un autor nipón. Éste va a Kioto a promocionar su última obra y además tiene las aviesas intenciones de conocer a Oe, el escritor por el que está obsesionado y que se dice que nadie ha visto jamás. Ya en la ciudad le suceden hechos extraños, en el que el propio Oe le "invita" a irse de Kioto antes que sea demasiado tarde. Pero nuestro protagonista ignora las advertencias y decide quedarse. Esto le lleva a conocer una geiko (o geisha, como prefiráis) que le provoca una gran fascinación desde el primer momento, y la cual le pedirá ayuda al enterarse que el profesor es experto en Oe, pues ella está siendo amenazada por dicho individuo, al cual, dice, lo conoció años ha en persona.
Dirige el veterano Barbet Schroeder (Mujer blanca soltera busca...) quien también colabora en el guión que se basa en la novela del mismo título del escritor japonés Rampo Edogawa. A la cabeza del reparto tenemos al francés Benoit Magimel (La pianista) y a la hermosa nipona Lika Minamoto, la cual parece que debuta como actriz en el cine y a fe mía que hace un buen trabajo.
Lo primero que me llamó la atención de esta cinta fue su estética y la puesta en escena. Inmediatamente me recordó a imágenes de filmes clásicos japoneses, así como a otras tantas películas policíacas. La fotografía, el vestuario, los personajes en sí mismos, todo es más o menos reconocible, por lo que en ese sentido se puede considerar como un homenaje a ese tipo de cine, el cual ya raramente se hace.
En cuanto a la historia en sí hay que decir que no es muy original, que no es difícil imaginar quién es Oe verdaderamente, ya que pienso que hay que ser un poco cegato para no darse cuenta cómo está siendo manipulado el protagonista. No obstante la historia avanza bien y mantiene siempre cierto interés, hasta que llega lo que se supone que es el clímax, que quizás sea lo menos conseguido.
Como conclusión, Inju es una muestra más de la fascinación que sienten los franceses por la cultura oriental (sólo hay que ver cómo se recrea la escena de la ceremonia del té y la danza) y un filme entretenido pero poco original según mi punto de vista.
LO MEJOR:
-La puesta en escena, el vestuario y la fotografía.
-La hipnotizante belleza de Lika Minamoto.
LO PEOR:
-El final no sorprende.
¿A quién puede interesar?
Pues si te gustan los thrillers con un puntito macabro te gustará este film casi con toda seguridad.