26 noviembre 2011

Pompoko

Isao Takahata es la parte, quizá, menos conocida y reconocida del Studio Ghibli, al menos en occidente. Fue él, junto a Hayao Miyazaki, quien fundó hace ya más de 20 años el famoso y célebre estudio, y fue él el mentor de Miyazaki, con el cual trabajó en series que han marcado la infancia de muchos de nosotros, como las muy populares Heidi y Marco o Ana de las tejas verdes; y también filmes animados ya clásicos como Hols, el príncipe del sol (también conocido como La princesa encantada). En 1994 se estrenó en las salas niponas Heisei tanuki gassen pompoko, o lo que es lo mismo, Pompoko, que es el tercer largometraje como director que realizó en el Studio Ghibli.

Quizá el hecho de que Isao Takahata sea mucho menos popular que Hayao Miyazaki se deba a que sus historias no suelen ser tan coloridas y fantasiosas como las de su antiguo alumno, puede que porque Takahata tenga cierto gusto por un cine más costumbrista (de ahí obras como Recuerdos del ayer o Mis vecinos los Yamada), y sin duda también puede influir que sus películas, aun las que tienen mucho humor o narran historias fantásticas (como es el caso que nos ocupa), son notablemente más oscuras y pesimistas que las del director de Ponyo en el acantilado, o quizá es que simplemente son más realistas. Sea cual fuere la razón o razones, es verdaderamente injusto, ya que si bien su arte no suele ser tan digestivo como el de Miyazaki (yo mismo soy fanático absoluto de éste, mientras que siempre afronto el visionado de los films de Takahata con otras expectativas), no cabe la menor duda de que estamos ante todo un maestro de la animación, que se merece todo el reconocimiento del aficionado y la crítica (suyo es uno de los mejores y más duros largometrajes animados de todos los tiempos: La tumba de las luciérnagas).

Pero bueno, dejando de lado estas reflexiones en voz alta, me pondré a comentar lo mejor que pueda esta película.

Algo esta pasando en el bosque, los humanos han traído máquinas excavadoras y sierras mecánicas, y están arrasando con todo, dejando a varias tribus de tanukis, asombrosos mapaches con el poder de transformarse, sin hogar, obligándolos a desplazarse hacia otros lugares. Pero viendo que los hombres no dejan de talar árboles y decapitar montañas para construir casas, llegan a la conclusión de que tienen que defenderse sea como sea. Para ello idean un plan para recuperar el noble arte de la transformación, puesto que hay muchos de ellos que no lo controlan. Una vez se han entrenado lo suficiente intentan boicotear las obras, atacando a los camiones y asustando a los humanos. Pero los resultados no son siempre satisfactorios, y a ello no ayuda que la mayoría de los mapaches sean unos juerguistas que de buenas a primeras se dejan llevar por el estómago y sus ganas de fiesta.

Como podéis comprobar, el argumento de Pompoko gira en torno a una constante en el cine de Ghibli: la lucha entre la naturaleza y el hombre, entre el desarrollo mal entendido y la conservación. Y es aquí que Takahata nos da una lección muy divertida, ya que, sin perder ni un momento el peculiar sentido del humor que imprime toda la cinta, nos va narrando cómo fue el desarrollo especulativo alrededor de la ciudad de Tokio, cómo acabaron con la forma de vida de campesinos, los fértiles valles y las boscosas montañas que los rodeaban. En varias escenas nos explica la voz en off cómo fue dicho desarrollo y también los motivos del mismo. Pero no, tranquilos, a pesar de estos dos o tres momentos no estamos ante un documental, esto es puro cine animado donde los tanukis son los auténticos protagonistas, donde vemos su penosa lucha contra la humanidad.

Hablando de la animación, nos encontramos ante un producto muy cuidado (como bien nos tiene acostumbrado el estudio nipón), donde destaca especialmente las transformaciones de los mapaches y muy especialmente la escena del desfile de monstruos, toda una imaginativa galería de mitos orientales (incluyendo un Totoro y Porco Rosso con su avión) y probablemente la escena más difícil de realizar de todo el largometraje, y no ya por las transformaciones, sino por todos los elementos que hay en pantalla, que van desde los más variopintos monstruos al público que observa asombrado el espectáculo. Como punto negro al respecto, indicar que parece que hay una escena justo después del desfile (si la memoria no me falla) que reutilizan animación de la primera parte del film, aunque son sólo unos segundos.

Concluyendo. Pompoko es casi con toda seguridad la película más alocada de Isao Takahata, una comedia fantástica a la que no le falta drama, con una animación de calidad, una buena banda sonora y unos protagonistas cada cual más peculiar y extravagante. Imprescindible para fans del Studio Ghibli y del cine de animación en general.


LO MEJOR:
-El sentido del humor reinante.
-El carácter de los mapaches.
-Que nos muestra de una manera clara y amena los desmanes del hombre.
-El doblaje español me parece muy acertado, Aurum está haciendo un gran trabajo a este respecto.

LO PEOR:
-El único detalle malo que le he visto es que reutilizan en una ocasión animación.
-Centrándonos en la edición del DVD, los escasos extras. Como ya pasa en la mayoría de las ediciones (aunque por lo general parece que no es tanto cuestión de Aurum como de la propia Ghibli).

¿Quién debería verla?
Por supuesto cualquier seguidor del Studio Ghibli, y del cine animado en general.

La escena:
El desfile de los monstruos, realmente impresionante, imaginativa y divertida.

La edición en DVD:
Pues se trata de una edición muy sencilla, sin apenas extras. Así que tenemos el storyboard completo de la película y los tráilers de cine y spots televisivos.

22 noviembre 2011

La canción de Ariadna, de Irene Roga

La primera obra que leí de Irene Roga fue en La Parada Magazine, una revista de cómics que duró muy pocos números (creo que logré hacerme con dos, pero hay al menos tres), y ya me llamó la atención a pesar de lo breve que era; posteriormente, aunque creo que ni me di cuenta, trabajó para la B'S Log con Ruta por Japón, cuyo guión corría a cargo, si no recuerdo mal, de Verónica Calafell. Por desgracia, con la desaparición de la revista, se quedó colgada la historia, y yo con las ganas de seguir viendo las andanzas de la protagonista, ya que de todos los contenidos creados por autores nacionales era el que más me gustaba, en gran medida gracias a los dibujos de Irene, preciosistas y de gran expresividad. A pesar de todo, cuando vi el adelanto de las obras que iban a componer la Línea Gaijin, La canción de Ariadna fue una de las que descarté, ya que a primera vista parecía shojo y yo, aunque no tengo nada en contra del manga para chicas, no soy un gran aficionado al mismo. Pero el tiempo pasó y tuve alguna conversación, con un amigo en particular, sobre la colección de autores hispanos de Glénat, y al final dichas charlas hicieron que me entrasen ganas de hacerme con la obra de Irene Roga (de hecho, hasta la fecha me he comprado todos los tomos de los gaijines). Ahora que la he terminado de leer, he de afirmar que no me arrepiento para nada de su compra.

Ariadna es la jovencísima princesa de Athamenia que está enamorada perdidamente de Órelan, príncipe de un reino vecino, Bathmos, y con el cual quiere casarse. Pero su sueño se ve truncado cuando su padre, poco después de volver a contraer matrimonio con una misteriosa mujer, le anuncia que ha llegado a un acuerdo con el rey de Phrixos para que se case con su hijo. Ariadna, en compañía de Órelan, hará todo lo posible para evitar el enlace, a la par que salvar su reino de la sombra que le amenaza.

Ya en las dos primeras páginas me había metido el cómic de Irene Roga en su bolsillo, cuando llega la escena del balcón, y el posterior momento de la madrasta, me atrapó del todo. Y es que el comienzo de La canción de Ariadna es de los que, sabiamente, captan la atención del lector y le hacen querer saber qué es lo que pasa después. Y lo que es mejor, es que tras dicho inicio, el desarrollo sigue manteniendo el interés, con picos de mayor emoción, y con un final que, aún sin ser el que tenía previsto la autora en un principio (era mucho más dramático y oscuro), me gustó igualmente y me pareció bonito.

Si respecto a la historia y su desarrollo no hay ningún pero que poner, en lo que se refiere al dibujo hay que decir lo mismo. El estilo de Irene Roga, tan cercano a Shingo Araki en esta su primera obra larga, es muy atractivo. El diseño de los personajes está trabajado, aunque sean estereotipados; los fondos, aunque no son abundantes, logran su función de ambientar la historia, mientras que el vestuario cobra especial importancia para eso mismo, cosa que alcanza con nota. Obviamente aún tiene que evolucionar y mejorar, pero si sigue así sólo podemos esperar cosas buenas de la autora andaluza.

La edición sigue la senda de la toda la Línea Gaijin. Papel de buena calidad, unas doscientas páginas en total, después del manga vienen unos extras sobre el proceso creativo del mismo y curiosidades, y tras ello la galería de autores invitados. Tiene sobrecubiertas, la portada es también muy bonita, y el precio es de 7,95 euros.

La canción de Ariadna tiene todos los ingredientes de las historias clásicas: un amor oculto, un reino malvado, una mujer pérfida, criaturas mitológicas, y aventura, mucha aventura. Todos ellos en su justa medida, bien combinados, forman un manga que se lee muy bien y te deja contento. Una compra muy recomendable, sobre todo si te gustan las historias ambientadas en la antigua Grecia.


LO MEJOR:
-El dibujo, verdaderamente bonito.
-La historia, clásica pero con algunos detalles que la hacen diferente.
-La parte inicial me resultó especialmente divertida.

LO PEOR:
-Hay un flashback un poco confuso, al menos yo no me enteré que se trataba de un recuerdo hasta que no llegó a su fin.
-Es una tontería, pero en un par de viñetas la autora se olvida dibujar un complemento a cierta diosa.

Os dejo la dedicatoria que me hizo la autora en el Expomanga pasado:


18 noviembre 2011

Melancolía

En su presentación en Cannes, Lars von Trier volvió a ser polémico y consiguió ser nombrado persona non grata para el festival, gracias a unas declaraciones que no eran malintencionadas, y que muchos medios sesgaron... Aún así, su película obtuvo una cálida acogida por parte de la crítica, y el magnífico trabajo de su protagonista, Kirsten Dunst, recompensado con el premio a la mejor actriz. Antes de eso ya había leído sobre el nuevo trabajo de Von Trier, el argumento me resultaba poderosamente sugerente y el director alguien a quien no había descubierto y del que dicen es osado aparte de un poco bocazas, hecho que conllevó anotarme Melancolía (Melancholia, 2011) en la lista de películas ineludibles.

Alexander y Justine van a casarse en una mansión, con campo de golf de 18 hoyos incluido, con un bucólico paisaje de fondo y rodeados de familiares y amigos. La aparición de Melancolía, un planeta que se ocultaba tras el Sol y cuya órbita pasará muy cercana a la Tierra, cambiará muchas cosas.

Desde luego Lars von Trier no es un cineasta más, tiene su estilo y una buena legión de seguidores y detractores, es alguien que busca generar una reacción concreta en el público y estoy seguro de que lo suele conseguir. Melancolía, a mí, me ha generado cierta fascinación, el director de Dogville ofrece imágenes poderosas durante toda la película, pero si cabe más en el prólogo, donde en diferentes escenas, a modo de cuadros, acompañadas de una música magnífica, nos anticipan hechos que posteriormente acontecerán. Tras esos minutos fascinantes (que me recordaron a la maravillosa secuencia inicial de The Fall: El sueño de Alexandria), vemos a una pareja feliz en una enorme limusina que no puede tomar una curva y es ahí donde empieza la trama propiamente dicha, donde pronto, por cierto, se pasan de las risas de los novios a los rostros de comisuras caídas, donde poco a poco se van mostrando las miserias de los personajes, ninguno de ellos se libra de la mirada crítica de la cámara. Pero lo cierto es que tantos tumbos que da la novia a lo largo de la noche de bodas (y después de esta), que acabó por tumbarme un poco a mí también, me resultó no ya lenta (que lo es), sino larga, la fascinación inicial se diluye cuando avanza la decadencia, para, eso sí, al final subir de nuevo el interés y finiquitar la función con un plano impactante y espectacular a partes iguales.

En fin, que de Melancolía se podría destacar el retrato que se hace de la sociedad, la belleza de muchas de sus secuencias y el gran reparto que une, entre otros, a nombres como el de John Hurt (Harry Potter y las Reliquias de la Muerte), Charlotte Rampling (Nunca me abandones), Kiefer Sutherland (24, Jóvenes ocultos), Charlotte Gainsbourg (La ciencia del sueño), Stellan Skarsgard (Thor) y, por supuesto, la nombrada Kirsten Dunst (Spiderman).


LO MEJOR:
-Kirsten Dunst y el resto del reparto.
-El prólogo es una combinación sublime de imágenes y música. La parte final también me resultó muy interesante.
-La dirección de Lars von Trier, con momentos de mucha belleza estética.
-La música de Mikkel Maltha.

LO PEOR:
-Se hace larga y a veces pesada.

¿Quién debería verla?
Quien guste del cine de Von Trier y películas de gran potencia visual.

¿Y quién no?
Si quieres ver una película de catástrofes al uso.

14 noviembre 2011

Verbo

Mucho tiempo llevaba oyendo hablar de Eduardo Chapero-Jackson, de sus premiados cortometrajes y de una película que iba a dirigir, y de cuyas primeras imágenes no sabía qué pensar. Pero pasaron los meses y a medida que me iba enterando de más cosas, que veía alguna imagen más o carteles, mi curiosidad por la opera prima del mencionado cortometrajista me creaba más expectativas y con ello verdaderas ganas de verla. Hasta que, al fin, me he pasado por mi cine habitual y la he degustado.

Sara es una adolescente que se siente sola en el mundo, sus padres trabajan muchas horas y apenas se habla con ellos, en clase es tratada como un bicho raro y no comprende a la gente que le rodea, no entiende por qué el mundo es como es. Solo hay una cosa que le fascina, y es Líriko, un graffitero que va dejando sus obras por las paredes del barrio, y que ella cree que son pistas para encontrarle, para una misión.

A su paso por Sitges, Verbo (ídem, 2011), ha cosechado opiniones muy dispares. Por un lado están los que se han quedado prendados por su estilo visual y forma de narrar una fábula urbana, y por otro, puede que en mayor número, están aquellos que les ha resultado insufrible, hay pocos que están en el término medio. Entiendo perfectamente a los segundos, no nos encontramos ante una película fácil, sobre todo su primera parte puede hacerse para parte del público complicada de ver, mientras que a partir de cierto acontecimiento es imprescindible meterse de lleno en el mundo que ha creado la imaginación de Chapero-Jackson, cosa que me temo no habrán conseguido los del segundo grupo. Yo soy de los primeros.

Lo más importante, creo, para disfrutar de Verbo, es tener cierto grado de paciencia ya que, como he apuntado en el anterior párrafo, la primera parte se alarga en exceso. El director se recrea más de la cuenta a la hora de hacernos ver cómo se siente Sara, el personaje protagónico, la verdad es que no se tarda mucho en ver dichos sentimientos, por lo que la historia pide un punto de giro antes de cuando acontece, aún así no quiero decir que sea media hora insufrible, pero sí que puede llegar a ser un poco pesada. No obstante, una vez que nos sumergimos en el, digamos, submundo, la acción vuelve a su cauce y la historia cobra más y más interés a medida que avanza, habiendo alguna que otra pequeña sorpresa por el camino y dejándote finalmente con una sensación de no haber visto una película más. Y si no os lo creéis, os diré que esta es la única película que he visto donde prácticamente todos los que estábamos en la sala nos quedamos hasta que acabaron los créditos.

Hay que mencionar también el reparto, cuya protagonista indiscutible es la primeriza Alba García, todo un descubrimiento de muchacha, nos creemos su personaje de adolescente perdida en un mundo insensible. La acompañan Miguel Angel Silvestre (La distancia), Verónica Echegui (El patio de mi cárcel), Najwa Nimri (Abre los ojos), Víctor Clavijo (3 días) y Macarena Gómez (Sexykiller), entre otros. Un elenco muy joven en su mayoría, y que convencen, e incluso sorprenden.

Arriesgada y atrevida, esos son los calificativos que mejor encajan con el debut en el largo de Eduardo Chapero-Jackson. Una película visualmente muy atractiva, con un desarrollo irregular al principio, pero que una vez se pone en marcha no deja de alzar el vuelo hasta un final que te deja con grandísimas sensaciones. Espero que ésta sea la primera de muchas de su director.


LO MEJOR:
-Visualmente es todo un acierto de película.
-Un joven e inspirado reparto, con la debutante Alba García a la cabeza.
-El trabajo de Chapero-Jackson en el guión y tras la cámara. Arriesgada apuesta la suya.
-La banda sonora.
-Un detalle para los otakus, es que en la habitación de Sara se pueden ver tomos de Naruto.

LO PEOR:
-Que tarda en arrancar, se puede hacer difícil el visionado de la primera parte de la película.

¿Quién debería verla?
Los que gusten de la cultura urbana (hip-hop, graffitis...) probablemente la disfruten más que la mayoría. También aquellos a los que le suelan gustar los proyectos arriesgados.

¿Y quién no?
Si esperas ver una película fantástica más.

10 noviembre 2011

Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio

Después de comprar en un mercadillo una maqueta de un barco, el intrépido reportero Tintín se queda un tanto mosqueado por el interés que ha despertado en otras personas, por lo que piensa que hay una historia ahí detrás, sospecha que se ve corroborada cuando entran en su casa unos ladrones y descubre un objeto que escondía la maqueta. Ello le llevará a indagar para descubrir el pasado del barco y de sus antiguos dueños: los Haddock.

Larga ha sido la espera, pero ya está aquí la adaptación cinematográfica del personaje creado por Hergé, y además la ha llevado a cabo el director que él quería, y que, como sabéis, tiene sobrados antecedentes como para afirmar que es uno de los mejores directores de las últimas décadas. Steven Spielberg vuelve a firmar una gran película de aventuras con Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio (The Adventures of Tintín: Secret of the Unicorn, 2011), uno de esos filmes que te dejan apenas unos minutos para tomar resuello, para luego volver a sumergirnos en más y más aventuras de sus protagonistas. Frenético es el ritmo del primer trabajo animado del realizador de A.I. Inteligencia Artificial, sobre todo a partir del momento que cambia del escenario de la ciudad y pasa a los mares, y muy especialmente cuando llegamos a las tierras desérticas, donde somos testigos de una persecución que es toda una locura. Vamos, cine de aventuras 100%, realizada con la (pen)última tecnología pero con el agradable aroma a otra época, y encima respetando el material del que procede, y a la par haciéndolo más ágil para mayor disfrute de las nuevas generaciones.

Aún así, no sé si debido a tanta acumulación de divertidos disparates, hubo ocasiones en los que me “salí” de la película, no me mantuvo enganchado todo el rato, y además me fui de la sala con la sensación de que la película había durado como más de dos horas, cuando no es así. Obviamente todas estas apreciaciones son puramente subjetivas, pudieron deberse más a mí mismo que a la película en sí, cosa que no averiguaré hasta que no la vea por segunda vez (que no será dentro de poco, vaticino).

Por cierto, como me prometí a mí mismo cuando vi el timo de las 3D de la última de Piratas del Caribe,  he degustado Las aventuras de Tintín en dicho formato, y por suerte no es un timo, sino que es muy espectacular. Pero me ha surgido una cuestión, ¿realmente el uso del 3D estereoscópico sirve siempre para sumergir más el espectador en la acción? Y mi respuesta, por sorprendente que parezca, es que no siempre es así. En este caso pienso que puede jugar en contra, ya que uno tiende a fijarse tanto en la profundidad de campo o en algún objeto saliente, que termina por perderse lo importante. Eso me ha hecho tomar la determinación de no ver más películas en 3D hasta El Hobbit o Avatar 2, aunque intentaré ser flexible según los comentarios que vaya leyendo sobre las películas que se estrenen en este formato (pienso en Prometheus o en Inmortals).

En fin, me dejo de cháchara. Si buscas aventuras, humor, misterios, unos personajes carismáticos y espectáculo a raudales, Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio es tu película, una montaña rusa de emociones, una aventura a la antigua usanza con los medios actuales, y todo un deleite para la vista.


LO MEJOR:
-La animación, los escenarios..., técnicamente es espectacular.
-Que a pesar de estar realizada con las tecnología más modernas de captura de movimiento, mantiene el aroma de las películas de aventuras de toda la vida.
-Ese homenaje a Hergé al principio del film.

LO PEOR:
-Que no logró entusiasmarme por completo.
-Que algunos estén aprovechando la calidad técnica de esta película para tirarle piedras a Robert Zemeckis. Polar Express o Beowulf podrán gustar o no, pero si no fuera por Zemeckis y el hecho de que haya pulido la técnica de captura de movimiento, ni Avatar habría sido lo que ha sido, ni Tintín hubiera lucido como luce.

¿Quién debería verla?
Si te gusta el cine de aventuras, ésta es tu película.

¿Y quién no?
¿Si odias a Tintín?

06 noviembre 2011

Eva

Alex es un reconocido ingeniero que, tras diez años de ausencia, regresa a Santa Irene para hacerse con un encargo: terminar lo que diseñó años atrás, crear una IA para un niño robot. Buscando modelos que le sirvan, se topa con Eva, la hija de su hermano David y Lana, un antiguo amor.

Ya lo he comentado en otras ocasiones, y creo que no me cansaré de repetirlo, son muchos los que se quejan del cine español, dicen que sólo se hacen películas de la Guerra Civil y dramas o comedias huecas donde la féminas enseñan chicha, y luego llegan películas como Eva (ídem, 2011) y simplemente parecen ignorarlas...

Eva es la ópera prima de Kike Maíllo, que hasta la fecha sólo había dirigido algún corto y la serie catalana Arroz pasado, y que en este, su primer largometraje, demuestra ambición y muy buen hacer. Ambición por la historia (escrita a ocho manos por Sergi Belbel, Cristina Clemente, Martí Roca y Aintza Serra), puesto si bien no es épica, el argumento, y más tratándose de un film español, es arriesgado y desde luego original por estos lares; y muy buen hacer porque su puesta en escena es elegante y tanto los personajes como los acontecimientos son creíbles, además de haber conseguido generar una atmósfera que te mantiene ahí pegado.

Mucho ayuda el reparto a convertir una buena película en muy buena, y esto es lo que hace en parte el elenco de Eva. Y si hay que empezar por alguien es por la debutante Claudia Vega, la niña que interpreta al personaje que da título al film, una chiquilla que desprende energía por los cuatro costados, que es descarada, dulce y simpática a la par que malhumorada y orgullosa, borda el papel la jovencísima actriz. El veterano Lluís Homar (Los ojos de Julia) participa con un papel secundario pero de esos que no se olvidan, su androide Max protagoniza algunos de los mejores momentos del film; a Daniel Brühl te lo encuentras en grandes producciones como Malditos bastardos, en producciones patrias como la actualmente en cartelera Intruders, o en películas como la que nos ocupa, cumple más que meritoriamente con su papel de un tipo un tanto retrotraído en su mundo particular; Alberto Amman y Marta Etura ya estuvieron casados curiosamente en Celda 211, aquí vuelven a ser pareja y, aunque Amman no tiene un papel muy grande, está menos perfilado que el de sus compañeros, mantiene el tipo, mientras que Etura, que también está en cartelera con Mientras duermes, me conquista nada más sonríe. También habría que señalar el trabajo de Anne Canovas (Amor a la italiana), como la jefa de Alex.

Vi Eva el mismo día que disfruté de Las aventuras de Tintín, y he de decir que acabó por gustarme más la obra de Kike Maíllo. Es una película sin muchos sobresaltos, sin acción, con paisajes gélidos y personajes que no dicen todo lo que sienten, y con una niña que encandila a cualquiera con su desparpajo y, aunque la sorpresa final no me sorprendió (valga la redundancia), el conjunto me dejó con gratísimas sensaciones. Merece la pena.


LO MEJOR:
-El reparto, destacando Claudia Vega, Lluís Homar, Marta Etura y Daniel Brühl.
-El trabajo de Kike Maíllo tras las cámaras.
-La ambientación, los efectos especiales, la fotografía.

LO PEOR:
-Que la gente no vaya al cine en masa a verla.

¿Quién debería de verla?
Todo el mundo.

02 noviembre 2011

Capitán Trueno y el Santo Grial

Años llevábamos esperando que trasladaran a la gran pantalla las aventuras del personaje creado por Víctor Mora y Ambrós en 1956. Juanma Bajo Ulloa lo intentó infructuosamente, posteriormente se habló que Calparsoro podría hacerse cargo del proyecto, para finalmente ser Antonio Hernández el que se llevara el héroe al agua. Para ello eligió como Capitán Trueno a Sergio Peris-Mencheta (Resident Evil: Ultratumba), con quien ya trabajó en Los Borgia, Natasha Yarovenko (Habitación en Roma) fue la seleccionada para dar vida a Sigrid, mientras que el atleta Manuel Martínez se metería en la piel de Goliat y Adrián Lamana (Cuéntame cómo pasó) en la de Crispín. Después de reunir el reparto sólo faltaban unos milloncejos de presupuesto (entre 10 y 15) y comenzar a rodar..., y, sorprendentemente, se rodó.

Ya cuando salió el teaser tráiler no pintaba bien la cosa, pero aún así yo era de los que le daban otro voto de confianza. Pero al aparecer, tiempo después, el tráiler final ya estaba claro que iba a ser un desastre, aún así, cuantas más críticas negativas leía, más curiosidad tenía por verla, por lo que acabé metido en una sala de cine para comprobar por mí mismo si era tan mala como decían o si por lo contrario era una buena adaptación. Y sí, es una mala película, pero, ¡cáspita!, al menos no se le puede negar que han intentado hacer una buena adaptación.

La aventura comienza en Palestina, donde Trueno y sus amigos participan en la Cruzada del rey Ricardo (de dicho rey hizo Sean Connery en Robin Hood, príncipe de los ladrones, sólo que aquí no sale Connery). Durante el asalto a un castillo, Trueno se topa con un viejo que tiene escondido un valioso cáliz en su celda (me pregunto cómo demonios ocultó una cosa tan grande cuando lo apresaron), el viejo le pide que lo lleve a España y busque a un caballero custodio. Posteriormente, Ricardo le pedirá al Capi, precisamente, que vaya a España para investigar sobre una misteriosa carta, y de paso que custodie a la (bella) princesa Sigrid.

La filmografía española no es lo que se dice muy amplia en lo que respecta al cine de aventuras, quizá El corazón del guerrero pueda ser considerado una muestra de ello, pero fuera parte de ese título (que no he tenido el placer de ver todavía) no me viene a la memoria ningún filme español que se adscriba al género, por lo que Capitán Trueno y el Santo Grial (ídem, 2011) era una oportunidad única para realizar una gran película de aventuras. Por desgracia, y a pesar de contar con un buen presupuesto, el intento ha resultado ser fallido, firmando Antonio Hernández una obra carente de sentido de la aventura, con unas escenas de acción por lo general muy mal rodadas, mareantes en ocasiones gracias a un montaje de planos de dos segundos, y además con un guión que tampoco es que sea una maravilla. A todo ello hay que sumarle un casting que cojea. Peris-Mencheta, aunque físicamente cumple, no se le ve convencido en su papel, a Natasha Yarovenko tampoco se le ve muy suelta; pero si hay uno que falla de pleno es Manuel Martínez, que sí, es la viva imagen del Goliat del tebeo, pero tiene muchas limitaciones como actor, y cada vez que habla (que no lo hace mucho, quizá porque el propio realizador veía las acotaciones del atleta) se nota. Para mí, el personaje más carismático es uno de los malos, interpretado por Ramón Langa.

Por si fuera poco, y una vez estrenada la película, su protagonista, a través de su cuenta en Twitter, ha despotricado contra el director así como el guionista y productor, Pau Vergara, afirmando que aún le deben dinero, además no se presentó en un evento promocional, asegurando que nadie le había avisado. Y más polémica hay que añadir a eso, ya que el actual presidente de la Academia soltó unas perlitas cuanto menos que polémicas viniendo de quien viene.

En fin, que Capitán Trueno y el Santo Grial dejará a pocos contentos (no sé qué tipo de personas le pone un 10 en Filmaffinity), uno no puede dejar de preguntarse qué han hecho con el dinero que tenían de presupuesto.


LO MEJOR:
-Los primeros 20-30 minutos son rescatables, fuera parte de ello hay algunos momentos e imágenes potentes, tal y como debería haber sido el resto de la película.
-Que Elsa Pataky no haya hecho de Sigrid.

LO PEOR:
-La mayoría de las peleas están mal rodadas y/o montadas.
-Que se ha perdido una gran oportunidad de realizar una buena película de aventuras hispanas.

¿Quién debería verla?
Los curiosos.