Una solitaria cabaña en el bosque. Una pareja gay con su hija pasando unos días de vacaciones. Cuatro desconocidos irrumpen, los atan, se presentan y les plantean una dicotomía imposible: si no deciden sacrificar a un miembro de su familia, caerá el apocalipsis sobre la humanidad.
Ya lo sabéis (y si ni lo sabéis todavía, ya os lo digo), peli que estrene M. Night Shyamalan peli a la que acudiré lo más raudo posible a una sala para visionarla. Llaman a la puerta (Knock at the Cabin, 2023) no iba a ser una excepción, y aunque en un principio no iba a caer el día que lo hizo, el destino quiso que así fuera (la elegida fue Astérix y el reino medio, pero un error en la elección de tren nos hizo perdérnosla con las entradas ya compradas).
Me hace gracia leer comentarios sobre las películas del realizador de Señales, lo mismo dicen unos que es otra tomadura de pelo como otros que es su mejor película en años (y esto último lo llevo leyendo en sus cuatro o cinco últimas cintas). Personalmente su anterior film me dejó más impactado, no obstante con esta nueva incursión de suspense, otra vez adaptando una historia ajena y en esta ocasión coescribiendo el libreto junto a Steve Desmond y Michael Sherman, tampoco me quedé indiferente.
Su comienzo es del todo prometedor, con esa aparición de Leonard, personaje interpretado por Dave Bautista (Ejército de los muertos), tan inquietante como chocante, pues su actitud, esa forma de interaccionar con Wen (y poco más tarde con sus padres) no casa del todo con la imagen que le otorga su portentoso físico. Luego, cuando se produce el ataque a la cabaña, y se hace en los términos que se hace, también se juega con ese impacto de las home invasion, pues lo es pero con un estilo muy diferente.
El resto del film es una especie de toma y daca, una lucha entre la razón y la sinrazón, entre pensar que esos cuatro invasores están locos de remate o dudar si verdaderamente detrás de todo lo que dicen hay una base de verdad (en ese aspecto recuerda a Calle Cloverfield 10), cosa que solo averiguamos con certeza hasta su desenlace. De hecho, este inicio y su final es lo que me resultó más estimulante, ya que se parte media, quizá por repetir esquema o carecer de grandes sorpresas, no me mantuvo tan atrapado en sus imágenes. No obstante, en su tercer acto aumenta la tensión y se desvela la verdad y, al menos a mí, me volvió a convencer y me dejó la mar de satisfecho.
Y más con unos personajes como estos, ninguno propiamente malvado, pues todos creen hacer lo correcto por muy descabellado que parezca. El mencionado Bautista destaca entre todos, su físico contrasta con su forma de actuar y una caracterización con un toque ingenuo; dicha ingenuidad también se aprecia en menor medida en los personajes de Nikki Amuka-Bird (El destino de Júpiter) y Abby Quinn (Shithouse), estando ahí un sorprendente y casi irreconocible Rupert Grint (Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 1). Del otro lado tenemos a la pequeña Kristen Cui (Slanted), dando vida a la mencionada Wen, Jonathan Groff (Matrix Resurrections) como papá Eric y Ben Aldridge (Quédate a mi lado) como el más impulsivo papá Andrew. Por supuesto, no falta el cameo de Shyamalan, bastante divertido además.
Es probable que Llaman a la puerta no guste especialmente a una parte importante de los espectadores, y menos a sus detractores habituales, pero a los que disfruten el cine del de Pensilvania, sabrán apreciar todos sus aciertos y gozar con una premisa que se desarrolla lo suficientemente bien como para hacerte dudar y tener certezas, y que destaca por unos minutos finales donde se dispara la tensión y se resuelven todos los enigmas.
Ya lo sabéis (y si ni lo sabéis todavía, ya os lo digo), peli que estrene M. Night Shyamalan peli a la que acudiré lo más raudo posible a una sala para visionarla. Llaman a la puerta (Knock at the Cabin, 2023) no iba a ser una excepción, y aunque en un principio no iba a caer el día que lo hizo, el destino quiso que así fuera (la elegida fue Astérix y el reino medio, pero un error en la elección de tren nos hizo perdérnosla con las entradas ya compradas).
Me hace gracia leer comentarios sobre las películas del realizador de Señales, lo mismo dicen unos que es otra tomadura de pelo como otros que es su mejor película en años (y esto último lo llevo leyendo en sus cuatro o cinco últimas cintas). Personalmente su anterior film me dejó más impactado, no obstante con esta nueva incursión de suspense, otra vez adaptando una historia ajena y en esta ocasión coescribiendo el libreto junto a Steve Desmond y Michael Sherman, tampoco me quedé indiferente.
Su comienzo es del todo prometedor, con esa aparición de Leonard, personaje interpretado por Dave Bautista (Ejército de los muertos), tan inquietante como chocante, pues su actitud, esa forma de interaccionar con Wen (y poco más tarde con sus padres) no casa del todo con la imagen que le otorga su portentoso físico. Luego, cuando se produce el ataque a la cabaña, y se hace en los términos que se hace, también se juega con ese impacto de las home invasion, pues lo es pero con un estilo muy diferente.
El resto del film es una especie de toma y daca, una lucha entre la razón y la sinrazón, entre pensar que esos cuatro invasores están locos de remate o dudar si verdaderamente detrás de todo lo que dicen hay una base de verdad (en ese aspecto recuerda a Calle Cloverfield 10), cosa que solo averiguamos con certeza hasta su desenlace. De hecho, este inicio y su final es lo que me resultó más estimulante, ya que se parte media, quizá por repetir esquema o carecer de grandes sorpresas, no me mantuvo tan atrapado en sus imágenes. No obstante, en su tercer acto aumenta la tensión y se desvela la verdad y, al menos a mí, me volvió a convencer y me dejó la mar de satisfecho.
Y más con unos personajes como estos, ninguno propiamente malvado, pues todos creen hacer lo correcto por muy descabellado que parezca. El mencionado Bautista destaca entre todos, su físico contrasta con su forma de actuar y una caracterización con un toque ingenuo; dicha ingenuidad también se aprecia en menor medida en los personajes de Nikki Amuka-Bird (El destino de Júpiter) y Abby Quinn (Shithouse), estando ahí un sorprendente y casi irreconocible Rupert Grint (Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 1). Del otro lado tenemos a la pequeña Kristen Cui (Slanted), dando vida a la mencionada Wen, Jonathan Groff (Matrix Resurrections) como papá Eric y Ben Aldridge (Quédate a mi lado) como el más impulsivo papá Andrew. Por supuesto, no falta el cameo de Shyamalan, bastante divertido además.
Es probable que Llaman a la puerta no guste especialmente a una parte importante de los espectadores, y menos a sus detractores habituales, pero a los que disfruten el cine del de Pensilvania, sabrán apreciar todos sus aciertos y gozar con una premisa que se desarrolla lo suficientemente bien como para hacerte dudar y tener certezas, y que destaca por unos minutos finales donde se dispara la tensión y se resuelven todos los enigmas.
LO MEJOR:
-Los personajes, especialmente el de Dave Bautista, que realiza uno de sus mejores trabajos.
-Su guion está bien desarrollado y resulta coherente.
-Su inicio y desenlace.
-Como siempre, la realización de Shyamalan.
LO PEOR:
-Su segundo acto es menos intenso que el resto.
¿Quién debería verla?
Quien guste del estilo del cineasta de origen indio.
¿Y quién no?
Si solo te gusta El sexto sentido...
Otras películas de M. Night Shyamalan:
No hay comentarios:
Publicar un comentario