Cuando quebró la revista COM donde publicaba Fénix, Osamu Tezuka no sabía si proseguir con la misma o cancelarla. Al proponerle el editor de otra revista que continuara, pensó en ello y creyó que no sería adecuado, ya que se vería obligado a rebajar su contenido para adaptarlo al público al que se dirigía la publicación. Finalmente, lo que hizo fue sugerir al editor empezar una seríe del mismo estilo, pero inspirada en la vida de Buda, y así fue como nació una de las obras más importantes del Dios del manga.
Como el propio Tezuka afirma en el prólogo, Buda no es una obra que se base fidedignamente en la vida del sabio, sino que se inspira en ella y sus enseñanzas para crear una historia que casi en su totalidad es ficción. Es por ello por lo que en su momento le llovieron las críticas, pero aún así obtuvo el favor del público y también una buena acogida por parte de la crítica comiquera.