III. Pastelería Shiro-Hige
Conseguimos una entrada para entrar a las 14 horas al Museo Ghibli. No era lo que teníamos planeado, ni siquiera el día que teníamos pensado (el inicial era el lunes 24, y pillamos para el miércoles 26), pero tenía la ventaja que podíamos dar previamente un paseo por el Parque de Inokashira y, por supuesto, tomarnos con algo más de calma el día (decidimos levantarnos a las 8:30 de la mañana, una hora y media más tarde de los días previos) y llegar igualmente con tiempo de sobra a la pastelería Shiro-Hige. Es más, llegamos con tanto tiempo de sobra que nos topamos conque estaba cerrada (también es verdad que creíamos que habría a las 10, pero, como pudimos ver tres días atrás pero no lo hicimos, cambiaron el horario) dimos un paseo y, al regresar, estaban a punto de abrir y había varias personas haciendo cola (y alguna más que se sumó).
Conseguimos una entrada para entrar a las 14 horas al Museo Ghibli. No era lo que teníamos planeado, ni siquiera el día que teníamos pensado (el inicial era el lunes 24, y pillamos para el miércoles 26), pero tenía la ventaja que podíamos dar previamente un paseo por el Parque de Inokashira y, por supuesto, tomarnos con algo más de calma el día (decidimos levantarnos a las 8:30 de la mañana, una hora y media más tarde de los días previos) y llegar igualmente con tiempo de sobra a la pastelería Shiro-Hige. Es más, llegamos con tanto tiempo de sobra que nos topamos conque estaba cerrada (también es verdad que creíamos que habría a las 10, pero, como pudimos ver tres días atrás pero no lo hicimos, cambiaron el horario) dimos un paseo y, al regresar, estaban a punto de abrir y había varias personas haciendo cola (y alguna más que se sumó).