Tercera película del viernes en la 11ª Muestra Syfy de Cine Fantástico y segundo remake, pero en esta ocasión de un film mucho más reciente.
Ante todo temía que los protagonistas fueran la sangre y el gore antes que los personajes, que asistiéramos a dos horas de gente comiendo a gente, de vísceras, de sesos y de tripas. Por suerte, el bueno de Mickle nos ofrece, durante la mayor parte de la película, la historia de una familia de fuertes convicciones religiosas que ha perdido a un miembro importante y que, por tanto, otro de sus miembros tiene que sustituir en la función que, una vez al año, debía cumplir como manda la tradición.
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Aún sabiendo de antemano que se trataba de una nueva versión de un film mexicano con una familia caníbal como protagonista, y que su realizador, Jim Mickley, era el mismo de Stake Land, una película de vampiros que pudo verse dos ediciones atrás de la Muestra, tomé asiento en la sala sin tener claro qué podría depararme.Ante todo temía que los protagonistas fueran la sangre y el gore antes que los personajes, que asistiéramos a dos horas de gente comiendo a gente, de vísceras, de sesos y de tripas. Por suerte, el bueno de Mickle nos ofrece, durante la mayor parte de la película, la historia de una familia de fuertes convicciones religiosas que ha perdido a un miembro importante y que, por tanto, otro de sus miembros tiene que sustituir en la función que, una vez al año, debía cumplir como manda la tradición.