Luffy y compañía se tropiezan mientras navegan con Gran Tesoro, un gigantesco barco de 10 kilómetros de eslora que es a la vez nación y casino. Dicha gigantesca embarcación es gobernada con mano férrea por Gildo Tesoro, quien engatusa a la banda del Sombrero de Paja con la posibilidad de conseguir dinero fácil en muy poco tiempo. Pero la suerte puede cambiar en cualquier momento, y quien se deja engañar en Gran Tesoro puede pagarlo con la vida.
Como siempre digo, que se estrene un anime en nuestras salas es todo un acontecimiento que hay que aprovechar si se tiene la suerte de vivir lo suficientemente cerca de un cine donde lo proyecten, así que como ese fue mi caso, raudo que fui a ver el decimotercer filme basado en el universo creado por Eiichiro Oda. Universo que, por cierto, conozco superficialmente (vi “no sé cuántos episodios” cuando empezaron a emitirlos en Boing), pero con el que he disfrutado lo suficiente como para no plantearme si merecería la pena invertir seis euros (tenía unos vales descuentos) en una entrada.
Escrito por Tsutomu Kuroiwa (Gantz: O) y dirigido por Hiroaki Miyamoto en el que es su primer trabajo como realizador en largometrajes para cines, One Piece Gold (One Piece Film Gold, 2016) tiene todos los ingredientes que cualquier conocedor (o no) de las aventuras de Luffy pueda esperar: mucho humor, aventura, personajes extravagantes y peleas a cascoporro.
Desde la introducción tenemos, de hecho, una secuencia donde los protagonistas se enfrentan a unos endeudados piratas que no terminan bien parados, a partir de ahí se nos muestra el enorme barco-Estado (aunque algunas de sus zonas apenas son vislumbradas) y cómo lo flipan los tripulantes del Thousand Sunny, así como de su increíble suerte cuando empiezan a apostar. Pero claro, la banca no es tonta, y más cuando es consciente de que tiene frente a sí a un puñado de piratas, así que a partir de cierto momento la banda del Sombrero de Paja se dará de bruces con la mala suerte y un rival a priori todopoderoso y, desde luego, cruel y desquiciado.
One Piece Gold funciona como un gran pasatiempo en casi todo su metraje, la buena combinación de acción, humor, aventuras y personajes carismáticos es una fórmula que les lleva funcionando más de 800 episodios (y 80 tomos). Lo que supongo que también pasará, como aquí (y como todo shônen realmente), es que, como el protagonista, estiran de más la acción y al final se puede hacer un poco cansino o repetitivo. Eso es lo que le pasa a la batalla final del film de Miyamoto, que la alarga de más, restándole así emoción en vez de sumar. Pero la verdad es que a pesar de ello la secuencia sigue siendo divertida, y lo que les ha llevado hasta ella es todo un disfrute, destacando algunos puntos de humor (como el de los búhos vigilante de ojos rojos, o la siempre socorrida técnica de Usopp...) y una carrera la mar de loca.
En definitiva, One Piece Gold no es lo que se dice un film reflexivo, ni pretende ser innovador, es una aventura con mucha acción de ritmo frenético y argumento lo suficientemente sólido como para unir las diferentes secuencias, pero que tampoco es, ni lo intenta, más que un mero entretenimiento (sin duda como espectador hay que hacer concesiones) con el que pasar un buen rato; además la animación, si bien no es la hostia, sí que cumple bien su cometido, mezclándose como ya es habitual la realizada a mano con la animación 3D (para escenarios y vehículos). Merece la pena.
LO MEJOR:
-¡Otro anime que llegó a los cines! (Desde 2016 no nos podemos quejar mucho al respecto, salvo, quizá, que suelen ser estrenos limitados.)
-Que es un buen entretenimiento, de gran ritmo, colorido.
-El humor que salpica casi cada momento.
-La historia del malo. Con unos pocos trazos tenemos las motivaciones (o desmotivaciones) del mismo.
LO PEOR:
-Alargan en exceso la batalla final, un desenlace con unos minutos menos le habría sentado muy bien.
¿Quién debería verla?
Sin duda los seguidores de las aventuras de los personajes de Eiichiro Oda, así como cualquiera que guste del anime y los filmes de aventura con mucha acción.
3 comentarios:
Una pequeña gozada ver One Piece en la pantalla grande.
La historia, como dices, no es nada del otro mundo. Es una soberana chorrada, pero relativamente sólida, y funciona muy bien de cara a la comedia. La acción del final está demasiado alargada, y la película cae en el error de pretender endiosar al malo para conseguir una sensación de falsa épica que no consigue... pero al margen de esta secuencia hay un par muy buenas como la de la carrera o la fuga.
En fin, me esperaba una mierda cuando fui al cine a verla... y lo cierto es que salí muy satisfecho. Cumple como entretenimiento, y luego para los fans tiene mil y un cameos.
Genial la reseña: La película también me gustó.
Bien como decís, no es un film reflexivo, pero dentro del universo de One Piece generalmente se intenta tocar algún tema de una manera MUY por arriba, en este caso ¿Qué hará el humano una vez que el oro sea lo único para comer?
Saludos. Genial tu blog :D
eter: pasa en muchas ocasiones, se intenta ser demasiado ambicioso y no siempre se consigue lo que se pretende, pero como la peli al final les ha salido divertida, se les perdona los errores ^^
Ale235: lo que recuerda a un dicho de una tribu india (de los indigenas norteamericanos, no de la India), que viene a decir que una vez que nos hayamos cargado todo lo que nos rodea nos percataremos de que el dinero no se come...
Gracias por pasarte por aquí, espero que de cuando en cuando regreses, me alegra mucho que te haya gustado esta humilde bitácora ^^
Gracias a los dos por dejar vuestras impresiones :)
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