Pacific Rim: Insurrección

Era la película que iba poner punto y final a la 15 Muestra Syfy de Cine Fantástico, pero por causas ajenas a la organización no pudo ser, pero por suerte los de Universal fueron majos y cedieron la cinta para un pase una semana más tarde, con el que fue un divertido y espectacular epílogo para el evento.

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Diez años después de que Stacker Pentecost (Idris Elba) se sacrificará para cerrar la grieta, y así terminar con la amenaza de los kaiju, el mundo es muy diferente, todavía vive bajo los restos de los gigantescos monstruos y queda el temor de que regresen. Jake es el hijo del gran héroe, aunque poco de él parece tener, ya que sobrevive haciendo trapicheos, traficando piezas de jaegers. Pero un buen día, en uno de sus trabajillos, le roban una pieza en las narices y se encuentra con una muchacha capaz de construir su propio robot, pero la cosa no termina muy bien y se ve en la obligación de ejercer como instructor de los futuros pilotos de jaegers.

No iba con muchas esperanzas, tenía la impresión de que Pacific Rim: Insurrección (Pacific Rim: Uprising, 2018) no me iba a resultar tan divertida como el film de Guillermo del Toro, pero aunque le faltara el toque del director mexicano me conformaba conque las batallas fueran espectaculares.

Y, aunque no tiene muchas, sí que lo son, así que me doy por conforme con el debut cinematográfico de Steven S. DeKnight (Ángel, Smallville, Daredevil), y además aquí se ha apostado por las peleas diurnas, puesto que fue muy criticado que en Pacific Rim todas ocurriesen durante la noche (hecho que no molestó a un servidor), aunque supongo que aquí se criticará todo el polvo en suspensión que ponen alrededor de los bicharracos. Sea como sea, lo cierto es que las luchas molan mucho, aunque se puede criticar al respecto que no es hasta el final cuando aparecen los kaijus en todo su esplendor y nos deleitan con una épica confrontación (épica por proporciones, ya que transmite menos epicidad que el film precedente) que es muy divertida y muy molona ella, anteriormente se muestran pequeños flashbacks y también hay un par de confrontaciones con un jaeger (y otros de nueva generación) que igualmente resultan emocionantes.

Lo que no se puede negar es el esfuerzo por darle vida a los personajes, empezando por el interpretado por John Boyega (Detroit, Star Wars: Los últimos Jedi), al que se nos presenta como un joven cínico con pocas perspectivas de futuro, y del que poco a poco vamos conociendo detalles de su pasado más allá de ser hijo de quien es; o la jovenzuela Amara Namani, que no resulta muy creíble que ella sola construya un robot, aunque sea en miniatura, pero si obviamos ese detalle que parece destinado al público más menudo, estamos ante un personaje que cae bien y que está bien llevado por Cailee Spaeny (Malos tiempos en El Royale). Scott Eastwood (Escuadrón suicida) se parece bastante a su padre, y si bien parece que sus dotes interpretativas no son sobresalientes, tiene presencia; pero es Rinku Kikuchi (Terra Formars), a pesar de su breve aparición, la que más me gusta en su labor y de las pocas que repite, junto a Burn Gorman (La cumbre escarlata) y Charlie Day (Cómo acabar con tu jefe). Otro nuevo rostro destacado es el de Tian Jing (Kong: La isla Calavera), que seguro que viene muy bien para conquistar el jugoso mercado chino.

Tiene menos épica y se echan en faltan más peleas contra los kaijus, pero Pacific Rim: Insurrección funciona como película palomitera con la que pasar un rato divertido y sin pretensiones. Imprescindible para los amantes de las peleas entre robots y monstruos.

LO MEJOR:

-Las (escasas) confrontaciones.

-Que, como la primera, carezca de pretensiones más allá de hacer pasar un buen rato.

-John Boyega me ha convencido, Cailee Spaeny también.

LO PEOR:

-Una batallita más se hubiera agradecido.

-Que Rinku Kikuchi aparezca tan poco.

¿Quién debería verla?

Quien se lo pasara bien con la primera seguro que se divierte con esta.

¿Y quién no?

Quien busque una historia filosófica o de cierto peso mejor que revisione Evangelion.

La pregunta:

¿Dónde se ha metido Raleigh Becket?