Tras lo ocurrido en Capitán América: Civil War, Scott Lang está cumpliendo una pena de dos años en arresto domiciliario, quedándole unos pocos días de condena. No obstante, no tendrá fácil el volver a ser libre, ya que Hope y Pym precisan de su ayuda..., y eso que no están muy contentos con él.
Ant-Man fue una producción complicada que, contra pronóstico, terminó por convencer a público y crítica a pesar de ser una producción modesta dentro del Universo Cinematográfico de Marvel. A mí tampoco me dejó descontento, pero con el tiempo el recuerdo que me ha dejado tampoco ha sido muy memorable, por lo que Ant-Man y la Avispa (Ant-Man and the Wasp, 2018) no me despertaba grandes esperanzas, aunque no dudaba que la fuera a ver. Lo cierto es que ha sido (fue) una sorpresa agradable.
A pesar de que el film, de nuevo dirigido por Peyton Reed (Di que sí), es continuista, parte con los mismos elementos de la cinta precedente, sabe sacarle más provecho y la combinación resulta más acertada (quizá también debido a que su producción ha sido menos accidentada) de principio a fin, destacando su sentido del humor. Esto en parte también puede ser gracias al hecho de que ya no tiene que presentar a los personajes, por lo que la historia se puede centrar en la acción (además de hacer evolucionar mínimamente a los personajes, claro), olvidándonos del reclutamiento y entrenamiento de rigor.
Y eso que comienza recordándonos hechos importantes del pasado, que no viene nada mal para quien no viera en su momento la primera y, también, para refrescar la memoria a los demás, sirviendo de introducción a la historia. No obstante, y aún estando los hechos del pasado siempre ahí, la historia no tarda en arrancar y, aunque secuencias de acción no faltan y algunas son bastante buenas (esa persecución tras el laboratorio), lo que marca la diferencia es el humor, presente en todo momento, y que a veces incluso sorprende (ese momento del suero de la verdad) y hace que la película sea lo que pretende ser: una aventura ligera con la que pasar un rato agradable.
El reparto repite, como es lógico y natural, incorporándose Michelle Pfeiffer (madre!), a pesar de que Michael Douglas intentó enchufar a Catherine Zeta-Jones, esta da vida a la mamá de Hope (Evangeline Lilly) y mujer de Hank Pym, mientras que Hannah John-Kamen (Ready Player One) es Fantasma, la mala a su pesar, Walton Goggins (Tomb Raider) es el malo maloso y Laurence Fishburne (John Wick: Pacto de sangre) un antiguo compañero de trabajo de Pym, con el que, para variar, no terminó muy bien. Obviamente Paul Rudd (Mute) sigue siendo Scott Lang y Michael Peña (Un pliegue en el tiempo) su mejor amigo (entre otros).
El gran acierto de Ant-Man y la Avispa es apostar por no ser ambiciosa, es gracias a ello, a mantener un perfil bajo, sin pretensiones, lo que hace que resulte muy fresca y divertida, que sus cerca de dos horas se pasen volando.
LO MEJOR:
-Que resulta mucho más fresca y divertida a pesar de ser una secuela.
-Su sentido del humor.
-Un elenco que no sorprende pero cumple.
LO PEOR:
-Que cuando intenta ponerse en plan científico no resulta muy verosímil que se diga.
¿Quién debería verla?
Quien disfrutara de la primera entrega mínimamente con esta lo hará mucho más, y cualquiera que busque una cinta con mucho humor y acción.
¿Y quién no?
Quien espere un gran espectáculo.
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