Thor: Ragnarok

Thor está teniendo sueños donde ve Asgard en llamas, así que decide coger el toro por los cuernos (nunca mejor dicho) e ir en búsqueda de aquel que, supuestamente, provocará el Ragnarok. No obstante, por el camino se topará con un pasado familiar que desconocía y que le pondrá en el aprieto de estar atrapado en un remoto planeta.

Thor y Thor: El mundo oscuro me satisficieron, así que vi con ganas la tercera entrega de las aventuras en solitario del Dios del Trueno. Para completar esta primera trilogía del personaje volvieron a cambiar de director, siendo en esta ocasión el neozelandés Taika Waititi, que se dio a conocer en esto de la realización gracias al éxito de Lo que hacemos en las sombras; aunque también tiene experiencia en el mundillo de los superhéroes cinematográficos, ya que interpretó al amigo del Ryan Reynolds en Linterna verde.

Supongo que la gente de Marvel querían meter más humor en Thor: Ragnarok (ídem, 2017), aunque su argumento dé para hacer un film notablemente oscuro, así que resulta lógico que ficharan a Waititi, además la cinta es la más colorida de las tres, acercándola por tanto en cuanto a tono y estilo a Guardianes de la galaxia y su secuela, que tan buenos dividendos han dado a la Casa de las Ideas. Y no le sienta mal esa combinación de humor más o menos chorra y acción desenfadada, haciendo que la franquicia evolucione y las tres películas tengan su propio estilo y sus puntos fuertes (y flojos), y convirtiendo a Thor y Hulk en una pareja humorística muy curiosa, una especie del gordo y el flaco de los superhéroes (o casi).

Quizá por ello, y por la presencia de una villana encarnada por Cate Blanchett (que parece pasárselo pipa), Loki pierde algo de fuelle. Es un personaje sumamente importante, sigue manteniendo esa relación tan interesante de amor-odio con su hermanastro, pero aquí no tiene mucho tiempo para desplegar sus malas artes, eclipsado por Hela y su alargada y cornuda sombra. También echo en falta algún personaje, como Sif, sobre todo porque en el anterior film apuntaba que podría haber lío con Thor (como predije, Jane y el dios terminaron su relación -de mutuo acuerdo-), pero supongo que la habrán apartado por necesidades de la historia.

En cuanto a otros personajes, el de Jeff Goldblum (Independence Day: Contraataque) también tiene su importancia, y es, como casi todos los demás, notablemente humorístico. Más seria es Tessa Thompson (Creed: La leyenda de Rocky), que parece que es el primer personaje bisexual del MCU, aunque lo que es en el montaje final de la película se muestra de manera tan sutil que podría ser así como no serlo; Idris Elba (Pacific Rim) tampoco sonríe mucho, aunque Heimdall no es que tenga mucho motivos para ello, mientras que Karl Urban (Star Trek) despliega su vis cómica con un personaje atrapado entre la espada y la pared. Obviamente también están ahí, entre otros, Mark Ruffalo y Anthony Hopkins, el primero muy cabreado casi todo el tiempo.

La primera aventura de Thor sigue siendo mi preferida, pero esta nueva visita a Asgard y alrededores es sumamente divertida. Una estupenda combinación de acción, aventuras y humor. Se pasa un rato genial.

LO MEJOR:

-Ese cameo prácticamente al inicio del film. Muy divertido.

-Buena realización, una historia interesante con mucho humor e ideas que apuntan bien para futuras continuaciones de la historia del pueblo de Asgard (que ya sabemos cómo acaban tras ver Endgame...).

-Su colorida estética (con fotografía de Javier Aguirresarobe), los efectos visuales, la música (más desenfadada que las cintas precedentes)...

-El reparto.

-El ataque de las valquirias, probablemente la mejor secuencia de toda la película.

LO PEOR:

-Loki pierde fuelle, a Sif ni se le ve el pelo...
-En ocasiones el humor falla (véase cierto momento entre Thor y Loki).

¿Quién debería verla?

A quien, como un servidor, no se pierde un estreno de pelis de superhéroes. Quien no gozara con las anteriores aventuras del personaje quizá debería darle una oportunidad, cambia de estilo bastante.

¿Y quién no?

A quien no le guste Thor y su pobre martillo.

Parece ser...
... que Waititi será, al fin (pero no me fío), el director definitivo para la versión yanqui de Akira. Lo cual me deja con muchas dudas, sobre todo porque en la obra de Katsuhiro Otomo el humor no era muy predominante que digamos. No quiero ver una parodia, así que espero que, si finalmente Taika Waititi realiza la película, se ponga serio.