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Brett Ridgeman y Anthony Lurasetti son dos policías que, durante un arresto, usan aparentemente más fuerza de la necesaria y tienen la mala pata de ser grabados por un vecino preocupado, lo que les lleva a una sanción. Entonces al primero, debido a su edad, sus problemas familiares y sus nulas perspectivas de futuro, se le ocurre una manera de asegurarse la jubilación.
Tras la sorpresa que supuso Bone Tomahawk, y la confirmación de Brawl in Cell Block 99, la nueva cinta de S. Craig Zahler era sin duda una ineludible y esperada cita. Y es que el director y guionista estadounidense, a pesar de tener una filmografía tan corta, no solo ha conseguido una legión de seguidores, sino crear su propio estilo, de ritmo pausado pero de desatada y directa violencia, estilo que con Dragged Across Concrete (ídem, 2018) lleva hasta el paroxismo.
Y lo hace con una historia que se cuece a fuego muy lento, donde predominan los diálogos frente a la acción (una gran parte del tiempo los protagonistas permanecen esperando en el vehículo, conversando sobre lo que van a hacer o cuestiones banales mientras hacen guardia), donde no solo nos presenta a los personajes principales, sino que nos llega a contar historias de otros cuya relevancia en el relato es nula, e incluso muestra cómo se comen un sándwich en tiempo real.
Esto, obviamente, hizo que algunos espectadores de la Muestra no lo soportaran y salieran antes de que finalizara y, por descontado, incitó muchos chistes durante la proyección, pero algunos de los que allí estábamos, entre los cuales me incluyo, no solo no les provocó somnolencia, sino que los mantuvo atento a cada frase y cada acción de lo que acontecía en pantalla. Porque sí, Zahler podía haber recurrido a la elipsis con mayor frecuencia (porque las hay, aunque algunos afirmen que no), también podía haber evitado contar ciertas cosas, pero sus diálogos son tan potentes, y los actores están tan bien, que casi da igual lo que digan.
Mel Gibson (Vacaciones en el infierno) y Vince Vaughn (True Detective) son la pareja protagonista. Ambos ya habían trabajado juntos en una película dirigida por el primero, Hasta el último hombre, y aquí resultan muy creíbles en sus papeles; el tercer vértice de la historia se podría decir que es Michael Jai White (Herida abierta), cuyo personaje acaba de salir de la cárcel y quiere salir del mundo delictivo. Otros intérpretes con papeles más o menos relevantes son Don Johnson (Book Club), Laurie Holden (The Americans), Thomas Kretschmann (Vengadores: La era de Ultrón) y, con un papel muy especial (hay que verla para entenderlo), Jennifer Carpenter (The Enemy Within).
Dragged Across Concrete no es un film para todo tipo de público, sus más de dos horas y media de metraje y su ritmo lento, en el que predominan las situaciones con largos diálogos y planos, pueden hacer que más de uno pierda la paciencia. No obstante, quien se meta en la historia de estos dos policías la disfrutará mucho de principio a fin. S. Craig Zahler, sigue así.
LO MEJOR:
-Que Zahler tiene un estilo propio y aquí lo vuelve a demostrar.
-Una buena historia que se cuece a fuego lento.
-Mel Gibson y Vince Vaughn.
-Los diálogos.
LO PEOR:
-Unos mensajes un tanto difusos, tanto respecto a lo políticamente correcto (que la película no lo es), como hacia el racismo. En el fondo, ideológicamente parece bastante conservadora.
-¿Era necesario contar la historia del personaje de Carpenter?
¿Quién debería verla?
Quien disfrutara mucho con las dos primeras películas del cineasta es posible que gusten de esta, así como aquellos que disfruten con el cine policíaco más calmado.
¿Y quién no?
Quien espere más acción y violencia (tiene sus momentos, pero es menos fuerte que las otras películas de Zahler).
EDITADO [21/04/2020] Por supuesto, aquí os dejo el vídeo con la presentación de la cinta:
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