02 agosto 2009

Arrástrame al infierno


La historia de Arrástrame al infierno (Drag me to hell) gira en torno a una joven comercial que trabaja en una sucursal de un banco, ésta tiene un novio maravilloso, su jefe la tiene en el puesto número uno (de una lista de dos) para ascender a subdirectora, vive en una gran y bonita casa de madera y tiene un gatito la mar de cuco, o sea, que la vida parece sonreírle en casi todos los aspectos, salvo en el hecho que la suegra (siempre hay una suegra de por medio en las pelis de terror, si no, no darían tanto miedo) no parece que le caiga en gracia debido a sus orígenes humildes. Un buen día se ve obligada, si quiere ascender, a no concederle la rehipoteca por tercera a una pobre y desamparada anciana que da yuyo nada más verla y que no se va del banco muy amistosamente que se diga. Más tarde tiene otro encuentro con dicha abuela (un encuentro realmente genial, por cierto, repleto de humor negro y de más de un susto) y tras él es tal la inseguridad de la joven que decide pasarse por un vidente. Lo que éste le cuenta no es halagüeño, pues al parecer ha sido maldita, y si no consigue romper dicha maldición en tres días alguien vendrá a reclamar su alma.

San Raimi vuelve después de la trilogía de Spiderman, y antes que la cuarta parte de ésta y de la adaptación del videojuego World of Warcraft, y nos trae esta pequeña joya que es Arrástrame al infierno, un film donde el terror y el humor negro (escatológico en ocasiones) son la nota predominante, o sea, que vuelve a sus orígenes, a aquellas producciones de serie B (aunque ésta es más bien serie A disfrazada de B) que tantos admiradores (y detractores) le granjearon. Y es que desde el mismo prólogo (magnífica escena, por cierto) nos queda bien claro a qué tipo de película nos vamos a enfrentar, y ciertamente no decepciona. Raimi consigue meter miedo, inquietud e incluso angustia en el cuerpo, el uso del sonido (incluida la banda sonora) y de las sombras son elementales para lograr la atmósfera de tensión, de que algo desconocido persigue a la protagonista y la sensación que por más que huya no logrará escapar.

El elenco de actores, todos ellos prácticamente desconocidos, es otro punto para el filme, desde la protagonista Allison Lohman (Beowulf, Gamer) y su novio, Justin Long (La jungla 4.0), hasta el vidente (Dileep Rao), la médium (Adriana Barraza) y la propia anciana "desvalida" (Lorna Raver), hasta el director de la sucursal, David Paymer (Payback) que quizá sea la cara más conocida del filme ya que es un habitual secundario en filmes hollywoodienses; pasando por su rival en el ascenso, Reggie Lee (Prison Break). Todo el elenco logra darle credibilidad a sus personajes, destacando especialmente la protagonista y Lorna Raver, que sin duda me parecen excelentes para sus respectivos papeles.

En definitiva, Arrástrame al infierno es perfecta para aquellos que disfruten con una buena película de miedo, para nostálgicos de Posesión infernal y otros filmes gamberros de los ochenta, y aún más, es una advertencia a los banqueros para que no jodan a sus clientes todavía más xD


LO MEJOR:
-Que Raimi haya vuelto (aunque sea por un periodo corto de tiempo) a su cine más gamberro y con la única pretensión de divertir.
-El prólogo y la escena del aparcamiento.
-Su final no sorprende, pero aún así mola.
-La nómina de intérpretes.

LO PEOR:
-Nada

¿Quién debería verla?
Todo el que disfrute de una buena peli de género.

¿Y quién no?
Si la escatología no es lo tuyo quizá este filme tampoco lo sea, aunque tampoco es que sea muy escatológica.


Leer critica Arrástrame al Infierno (Drag me to Hell) en Muchocine.net

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