Al contrario que la primera, Cómo entrenar a tu dragón 2 (How to Train Your Dragon 2, 2014) sí que tenía muchas ganas de verla, de hecho era una de mis películas más esperadas del año, aunque también es cierto que afronté su visionado con cierto temor a que pudiera decepcionarme. Por fortuna no ha sido el caso y el trabajo de Dean DeBlois, que esta vez dirige (y escribe) en solitario (pues Chris Sanders se encargó de codirigir Los Croods, así como se encargará de su futura secuela), es más que notable.
Han pasado cinco años desde que Hipo hizo ver a todo el pueblo de Isla Mema que los dragones no son las terribles criaturas que creían, ahora todos tienen su dragón y, gracias a los mismos, el mundo es más extenso, pues volando han hallado nuevas tierras. En uno de esos descubrimientos Hipo sabe de un temible hombre llamado Drago, que está capturando dragones para esclavizarlos y sumarlos a las filas de su ejército, por lo que, en contra de lo que le ordena su padre y jefe de la aldea, decide ir en su busca para hacerlo cambiar.