Un editor con serios problemas en 2012, un joven compositor homosexual enamorado en el año 1936, la amistad entre un abogado y un esclavo a mediados del siglo XIX, un clon en un mundo deshumanizado, una periodista que quiere destapar la verdad en los años 70, un pastor de cabras que lucha por su supervivencia y la de su familia en un futuro distante... Seis historias en diferentes líneas temporales, personajes que se cruzan una y otra vez con distintos cuerpos a lo largo del espacio y el tiempo. He aquí el nuevo y ambicioso film de los hermanos Wachowski y Tom Tykwer.
Pensando, así es como me ha dejado El atlas de las nubes (Cloud Atlas, 2012), la tan ansiada (para mí al menos) película de Lana y Andy Wachowski, que en esta ocasión también han contado con el realizador germano Tom Tykwer para adaptar la novela homónima de David Mitchell. Tres estupendos cineastas para dirigir una obra comercial (y a la vez independiente) pero no por ello convencional y plana, sino valiente, arriesgada y compleja; que ha tenido que superar una azarosa producción, estando en ocasiones a punto de no rodarse, para llegar finalmente a buen puerto.