Ray Breslin se dedica a probar la seguridad de las cárceles, para ello se hace pasar por preso y se escapa de la misma. Un buen día le proponen un misterioso y suculento encargo y, aunque no le da buena espina, decide aceptarlo. Nada más entrar en la prisión se da cuenta de que algo va mal y que está completamente solo, por lo que no tendrá otra opción que aliarse con Rottmayer, un recluso que parece conocer de él, para tener una posibilidad de salir de un presidio que se podría convertir en su tumba.
Soy de los que se quedó del todo insatisfecho con el cameo de Arnold Schwarzenegger en Los mercenarios, y tampoco me satisfizo del todo su mayor presencia en la segunda entrega, y es que había ganas de ver a dos míticos héroes de acción de los 80 y los 90 enfrentarse cara a cara, en igualdad de condiciones y eso es algo que al fin nos ofrece Plan de escape (Escape Plan, 2013), película dirigida por Mikael Hafström (1408) que en inicio se iba a titular The Tomb, y que es la primera en la que los protagonistas de filmes tan míticos como Rambo, Terminator, Rocky o Poli de guardería (entre muchas otras) se ven las caras con el mismo peso protagónico.