The Artist cautivó a medio mundo y triunfó en los Oscars con una historia de ascenso, caída y redención, el encanto del blanco y negro y el hecho de ser muda; pero antes de que eso pasara se estaba gestando otro film que también mira atrás en la forma de contar historias, remontándose a los inicios del séptimo arte. Esa película es Blancanieves (ídem, 2012) versión muy libre del famoso (y muy versionado) cuento de los hermanos Grimm.
Dirigida y escrita por Pablo Berger, el muy alabado realizador de Torremolinos 73, Blancanieves tuvo una magnífica acogida en el pasado Festival de San Sebastián, donde se llevó el premio especial del jurado y el premio a mejor actriz para su protagonista. Y ambos premios, a mi juicio, son merecidos, el segundo porque Macarena García ha sabido darle al personaje ese punto de inocencia y valentía, y el primero porque que se produzca en España una película tan arriesgada ocurre muy de vez en cuando, y porque desde luego el resultado final es de calidad.