Wade Wilson es un veterano de guerra que se gana la vida como mercenario, conoce a una meretriz de la que se enamora perdidamente y juntos viven felices hasta que dejan de serlo. En ese momento, desesperado, aparece un misterioso tipo ofreciéndole no solo la salvación, sino la posibilidad de adquirir poderes que le convertirían en un superhombre. No sin pensárselo dos veces, acepta el ofrecimiento y es sometido a un intenso “tratamiento” que lo termina convirtiendo en un ser indestructible, y con ganas de cobrarse venganza.
Después de la fallida (y nada fiel) aparición del personaje a la pantalla grande en X-Men Orígenes: Lobezno, había bastantes voces que pedían que Masacre tuviera su propia película, y que fuera fiel al tebeo. Ryan Reynolds probablemente fue la voz más insistente, el protagonista de Buried insistió e insistió hasta que la voz de los fans sumada a la suya fue escuchada y Fox dio luz verde a un film del personaje sin censuras absurdas y sin cambios innecesarios, un film que trasladara fielmente al antihéroe más bocazas de Marvel.