Jung Seok y su cuñado consiguieron escapar a duras penas de Corea del Sur hace cuatro años, cuando se desató la epidemia zombi. Ahora malviven, traumatizados, en Hong Kong como refugiados no reconocidos. Pero una oportunidad se les abre para vivir cómodamente, aunque para ello tendrán que ir al lugar del que huyeron y recuperar un camión con 20 millones de dólares.
Flipé con Train to Busan, secuela de la animada Seoul Station, era una vibrante película que además, como las otras cintas de su realizador, Yeon Sang-ho, tenía no poca crítica social. Su desenlace era abierto pero no exigía una secuela empero, quizá porque fue un gran éxito, al final se anunció que la tendría y el personal, servidor incluido, se empezó a relamer con la idea. Mas cuando se pasó por Sitges la opinión general no fue muy positiva, de hecho no pocos la tacharon como mala película, por lo que las expectativas bajaron... pero igualmente tenía interés de que llegara a las salas para comprobar por mí mismo qué tal estaba.
Flipé con Train to Busan, secuela de la animada Seoul Station, era una vibrante película que además, como las otras cintas de su realizador, Yeon Sang-ho, tenía no poca crítica social. Su desenlace era abierto pero no exigía una secuela empero, quizá porque fue un gran éxito, al final se anunció que la tendría y el personal, servidor incluido, se empezó a relamer con la idea. Mas cuando se pasó por Sitges la opinión general no fue muy positiva, de hecho no pocos la tacharon como mala película, por lo que las expectativas bajaron... pero igualmente tenía interés de que llegara a las salas para comprobar por mí mismo qué tal estaba.