El MI6 sigue amenazado, aunque en esta ocasión provenga desde el propio Gobierno y otra agencia de inteligencia, el MI5, con la que se van a fusionar a su pesar. Y Bond, otra vez, está cuestionado e, incluso, hay quien dice que no está bien del coco tras montar un auténtico espectáculo en México ante miles de personas. Lo que no saben es que actúa por una razón, por un mensaje que le guía a una organización que trabaja en la sombra y que quiere tener un control absoluto de la información.
Sam Mendes me dejó la mar de contento con Skyfall, tanto que Spectre (ídem, 2015) se convirtió en una de las películas que más esperaba en 2015, y los avances (aunque no vi ninguno entero, solo fragmentos, imágenes) hacían presagiar que estábamos ante otra entrega que subiera el listón de calidad en la prolífica saga (este es el Bond número 24). Pero, ¿ha sido así o lo mismo me decepcionó?