En 2003 se estrenó Terminator 3: La rebelión de las máquinas, dicho filme no fue muy querido por casi nadie (recuerdo bien que algunos medios y críticos lo alabaron para atacar a Matrix Reloaded y Revolutions), y ciertamente no era más que un refrito de Terminator 2: El juicio final pero con una Terminatrix como mala. Seis años después se estrena Terminator Salvation, la cuarta entrega de una saga que siempre se debió de quedar en dos películas.
No obstante las posibilidades del universo creado por James Cameron son enormes, así que si se saben aprovechar pueden crear una nueva trilogía más que interesante, por el principio el inefable McG (recordado por todos por la mala pero entretenida Los ángeles de Charlie y su odiosa secuela) ha sorprendido a propios y extraños con Salvation, la cual tiene momentos verdaderamente buenos, pero cuya historia se va desinflando a medida que avanza la trama.
La historia comienza en 2003, en una celda de aislamiento de un reo que está a punto de ser ejecutado donde una doctora le pide que done su cuerpo para la ciencia. Tras ello la historia avanza hasta el 2018, allí la Resistencia con John Connor incluido ataca una base de las Máquinas para obtener una información vital, dicha información es conseguida, pero la misión tiene un final un tanto precipitado. Posteriormente Connor trabajará en base a dicha información, a la par que intenta localizar a su padre para así salvarlo de las Máquinas, no obstante no le quedará otra elección que confiar en un enigmático aliado para poder hacerlo.
El comienzo de Terminator Salvation no puede ser mejor, verdaderamente es un espectáculo ilusionante, la escena inicial te deja con la intriga, el asalto a la base de Skynet es espectacular (se nota, y mucho, la influencia de los videojuegos en dicha escena), los efectos especiales son bastante buenos, la fotografía muy acertada; la dirección de McG sorprende, ya que no se deja llevar por los excesos y nos muestra alguna que otra escena realmente buena. La historia te engancha, el futuro que nos muestra el film es más que atrayente, los minutos pasan y todo sigue resultando igual de intrigante y emocionante, incluida una persecución con camión incluido y unas motos Terminator que me han encantado. Pero (siempre hay un pero, o casi) llegado un momento la cosa comienza a decaer: los acontecimientos comienzan a perder credibilidad (demasiado sencilla la huida de Skynet, la "rebelión" de Marcus, el montaje en un par de escenas es como si le faltara "algo"), el guión se desinfla, a los personajes les falta algo, la cara de Chuache no convence, el personaje del niño aunque cae simpático es muy típico... O sea, que el regusto con el que uno se queda al finalizar es un tanto agridulce.
El reparto es muy destacable, empezando por Cristian Bale (que parece que últimamente aparece en casi todas las películas), y terminando por Anton Yelchin (Star Trek), cuyo papel como Kyle Reese, el padre de Connor, me gustó bastante. Sam Worthington, actor que muy pronto también lo vamos a ver en otras superproducciones como Avatar de James Cameron o el remake de Furia de titanes, también realiza un trabajo interesante como Marcus, aunque al final no me acaba de convencer. Brice Dallas Howard (El bosque) hace un trabajo un poco descafeinado como la mujer de John Connor, aunque con esos ojos que tiene se lo perdono y todo; Michael Ironside es un actor que me encanta desde que lo vi en V, así que no digo nada más.
En general Terminador Salvation es una buena película, su comienzo, como ya he comentado, es realmente bueno, pero el guión es endeble, y dicha debilidad se va haciendo patente a medida que avanzan los minutos. Aún así las posibilidades para futuras historias están ahí, sólo hay que esperar que sean bien aprovechadas.
LO MEJOR:
-Como arranca la historia.
-El diseño de las Máquinas y los efectos especiales, así como la fotografía.
LO PEOR:
-Como va decayendo la historia.
¿Quién debería verla?
-Si eres seguidor de la saga, y si te gusta el cine de ciencia-ficción en general.
¿Y quién no?
-Si eres fanático total de las dos primeras.
¿Habrá más?
A tenor de los resultados, sí.