09 agosto 2006

Libertad vigilada

Escribo estas líneas sin saber realmente qué escribir. Sí, es un poco típico, pero es así, lo cierto es que es algo que me suele suceder a menudo ya sea cuando escribo para el blog o cuando estoy escribiendo un relato (eso me suele ocurrir sobre todo cuando empiezo). Y cuando me ocurre quiere decir que he comenzado a escribir para desahogarme, para "desestresarme" o tranquilizarme, y lo cierto es que es un método efectivo, a parte de bastante creativo. Esto último es porque es en estas ocasiones cuando a veces se me ocurren las ideas más originales (aunque también las peores -_-) y frescas, las más divertidas y corrosivas, etcétera etcétera, pero no creo que en esta ocasión ocurra uno de estos casos :-(

Pero, como ya he dicho otras veces, lo mejor es dejar que fluyan las palabras, que los dedos se deslicen por las teclas y escriban lo que ellos "vean", empero después es mejor darle un repasito, no hayan escrito cualquier barbaridad por su cuenta y luego la gente se lance sobre uno, que eso nunca conviene. Aunque tampoco es que tenga muchos lectores, por lo que no debería preocuparme mucho eso último.

Eso me lleva a plantearme algunas cosas sobre la llamada libertad de expresión que supuestamente existe en la actualidad. Desde luego, creo, que más libertad que en los tiempos de Franco hay, aunque aún hoy hay muchos que parecen venerar a este, por suerte, fenecido individuo. Siguiendo con lo que iba -que ya empezaba a desviarme-, la libertad de expresión, a mí juicio, es relativa, ya que en el momento en el que uno dice o escribe, expresa libremente alguna idea u opinión (incluso una idea ficticia, me refiero a una idea de un personaje imaginario de una novela o película) más o menos diferente a lo que la mayoría de las personas piensan o creen, ya se te empiezan a echar encima todo tipo de instituciones, asociaciones e individuos. Pueden tratarse de asociaciones de telespectadores, de padres, feministas, la iglesia, etcétera.

¿Algunos ejemplos? Bueno, de asociaciones de telespectadores (y de padres y madres): lo típico, que emitan alguna serie de dibujos que tengan peleas, por ejemplo, especialmente si es anime (o sea, japonesa), y no tardarán mucho en dilapidarla por violenta, lasciva y demoníaca, y normalmente logran que la quiten o que la emitan a las dos de la madrugada... Sin embargo los miembros de esas asociaciones no piensan que sería mejor cambiar de canal o no dejar que sus hijos la vean en vez de joder a aquellas personas que siguen la serie en cuestión, y eso sin contar que esas susodichas asociaciones no suelen protestar por la violencia y el sexo en los telediarios o por los programas asquerosos sobre el famoseo, en el que dichos seres se suelen insultar y pelear en vivo y en directo... y en horario infantil.

Otro ejemplo, pues pondré el de un escritor que sacó un libro de relatos (que no he leído); pues bien, en una de sus historias el personaje principal se relamía ante el pensamiento de violar a una mujer, y el autor describió tales hechos. Pues las asociaciones de féminas lo (casi) dilapidaron por tal "atrocidad", ya que afirmaban que era apología a la violación, cuando el autor tan sólo escribió una historia metiéndose en la piel de un violador, intentando pensar lo que pensaría tal ser y describiéndolo de tal manera en su libro; al final la editorial tuvo que dejar de vender el libro. No sé ustedes, pero yo creo que la actitud de las asociaciones feministas era estúpida, al menos yo entiendo al autor, pues él no pensaba eso sobre la violación, sino que lo pensaba el PERSONAJE que había creado.

Otro caso es el de un periodista que afirmó, ante la inminente gala de miss mundo y en un país eminentemente musulmán, que hasta Mahoma se casaría con una de esas bellezas, no sé si recordáis lo que ocurrió, pero estalló la violencia y fueron muchos los que querían matar al pobre hombre, además creo que varias personas murieron incluso... ¿es justificado el estallido que produjo? Está claro que no, pero al parecer todavía existen muchas personas que quieren imponer sus ideas a las del resto usando la violencia y la coacción; y es por ello que no debemos ante esos casos caer nosotros mismos y criticar por criticar sin analizar antes detenidamente el asunto, porque si no estaremos promoviendo la abolición de la libertad de expresarnos. Al menos eso creo yo.