Las hermanas Wachowski tampoco ocultan sus referentes filosóficos, incluso algunos de ellos son mostrados directamente en el film, como el libro de Jean Baudrillard, Simulacra and Simulation, en el que Neo esconde unos disquetes en una de las primeras secuencias de la película, y en el que el filósofo francés afirma que la sociedad postmoderna es incapaz de distinguir entre la copia y la realidad, que la simulación ha sustituido a la realidad.
La alegoría de la caverna de Platón encanja perfectamente con el concepto de Matrix. En esta, un grupo de personas viven prisioneras, sin tener conocimiento de ello, en una caverna, sobre las paredes ven proyectadas unas sombras de personas y objetos que toman por verdaderas al ser la única realidad que conocen. Está claro que Matrix es la caverna, una caverna que aprisiona las mentes de millones de personas. Pero Platón también imaginó que varios de los hombres prisioneros de la caverna logran escapar, siendo el primer contacto con la realidad tan terrible que algunos se plantean regresar al simulacro en el que vivían; esto también le pasa a Neo al descubrir la naturaleza del mundo virtual y, desde luego, también a Cifra, que incluso traiciona a Morfeo para volver a ser reingresado en la falsa realidad de Matrix como “alguien importante, como un actor”.
Descartes, en sus Meditaciones metafísicas, aceptaba que todo lo que tenía como verdadero y cierto lo había aprendido a través de los sentidos y que no existen “señales ciertas que diferencien la vigilia del sueño”. A su vez, consideró la posibilidad de que un ser superior, poderoso, un 'genio maligno', tuviera la capacidad de implantar todo lo que experimentara directamente en su mente. Entonces, dijo Descartes, “el cielo, la tierra, los colores, las formas, los sonidos y todas las cosas externas son ilusiones e imposturas de la que este genio se ha provisto para abusar de mi credulidad”. Estos pensamientos del filósofo cuadran perfectamente con el film de las Wachowski, de cómo un ente superior crea todo un mundo a tu alrededor, una simulación virtual neurointeractiva en este caso, con el que se experimenta una suerte de vida. La solución que dio Descartes a este enigma fue con una simple frase, en su Discurso del método, “Pienso, luego existo” (lo cual no quiere decir que lo que te rodea sea real), y que Morfeo aclaró a Neo con su pregunta de qué pasaba si morías en Matrix: “el cuerpo no puede vivir sin la mente”
Aunque quizá no sea propiamente filosófica, de la obra de Carlos Castaneda (como Las enseñanzas de Don Juan, Una realidad aparte o El segundo anillo de poder) también se pueden tejer paralelismos. El personaje de Carlos y Neo serían equivalentes, mientras que Morfeo se correspondería con Don Juan Matus en la obra de Castaneda. En ambos relatos los protagonistas aprenden a ver más allá de la ilusión que los rodea, tanto Neo como Carlos han de realizar un duro entrenamiento para poder percibir el auténtico aspecto de la realidad, la misma que es usada para esconder que el hombre tan solo es alimento para unas entidades superiores. Asimismo, tanto en uno como otro caso los personajes se entrenan en artes marciales y aprenden a hacer actos increíbles, como saltos sobrehumanos o comprimir el tiempo (que sería el tiempo bala de Matrix).
De las conversaciones entre los personajes, así como de la naturaleza de Matrix, se pueden sacar muchos más referentes filosóficos, así como interpretaciones, pero me detengo aquí por ser una labor que requiere un estudio más exhaustivo y en estos momentos estoy un poco flojo ;-P
Precedentes
La lista de películas precedentes y, por tanto, posibilidades de influencias que han recibido Lana y Lilly Wachowski para concebir su obra, es inabarcable, por lo que me limitaré a nombrar algunas de ellas según temática, eludiendo las citadas en anteriores apartados.
Matrix puede dividirse en dos temas principales, la realidad virtual o dudosa y la rebelión de las “máquinas”.
Empezaré por un filme que se inspira, precisamente, en un cuento de uno de los autores más influyentes de la ciencia ficción de todos los tiempos, Philip K. Dick, Usted lo recordará perfectamente, que llevó a la gran pantalla Paul Verhoeven (y del que posteriormente harían un remake con Colin Farrell como prota) con el título de Desafío total (Total Recall, 1990) donde un obrero de la construcción está obsesionado con Marte, por lo que decide pagarse un viaje al planeta rojo insertándose un falso recuerdo, viéndose de repente en medio de un complot de espías interplanetarios, confundiéndose en ocasiones lo que podría ser recuerdo implantado y realidad. En El cortador de césped (The Lawnmower Man, 1992), dirigida por Brett Leonard, se trata el tema de la realidad virtual, aquí un científico interpretado por un joven Pierce Brosnan usa a su jardinero (Jeff Fahey) para experimentar, con lo que pasa de ser, dígámoslo en un término políticamente correcto, disminuido intelectual a una mente superior, pero llena de rencor. Otro film del mismo realizador que toca el tema de la realidad virtual es Virtuosity (ídem, 1995), siendo en esta ocasión un programa psicótico, al que le presta rostro un desconocido por aquel entonces Russel Crowe, que pasa de ser virtual a tomar cuerpo en el mundo real.
El show de Truman (The Truman Show, 1998), Nivel 13 (The Thirteenth Floor, 1999) y eXistenZ (ídem, 1999) son otros tres filmes que encajan temáticamente con la película de las Wachowski. El primero, dirigido por Peter Weir, nos cuenta la historia de Truman, cuya vida ha sido televisada desde que estaba en estado de gestación, y de cómo es dirigida sin que él se dé cuenta de ello y de que absolutamente todo lo que le rodea es un enorme plató de televisión, un simulacro, una gran mentira. Mientras que Nivel 13, que se estrenó casi a la par que Matrix, juega con mundos virtuales dentro de mundos virtuales. También la tercera de las películas, dirigida por el siempre polémico David Cronenberg, juega a los equívocos entre realidad y mundo virtual, en esta ocasión internándose los protagonistas (Jude Law y Jennifer Jason Leigh) en una especie de videojuego al cual se accede a través de una especie de bio-videoconsola. Dado la cercanía de los estrenos de estos filmes, sobre todo los dos últimos, sería extraño que hubiesen ejercido influencia real sobre la película de las hermanas Wachowski, aun así no deja de resultar curioso cómo en Hollywood se da habitualmente la situación de estrenos casi simultáneos de largometrajes de misma temática.
Pero si hay una película de la que, afirman, las Wachowski se copiaron descaradamente, es de Dark City (ídem, 1998). Dirigida por Alex Proyas con Rufus Sewell como protagonista junto con Jennifer Connelly y Kiefer Sutherland. Presenta a Murdoch, que se despierta en mitad de la noche y descubre que todo el mundo está dormido salvo él mismo y unos misteriosos tipos vestidos de riguroso negro, resultando ser que tanto Murdoch como el resto de los humanos son prisioneros de unos alienígenas que experimentan con ellos, estando en una ciudad que viaja a la deriva por el espacio. Es evidente que ambas películas comparten ciertos rasgos estéticos, pero de ahí a considerar una plagio de la otra hay un trecho. Por un lado el estreno de ambas es de tan solo un año de diferencia y, aunque es cierto que las hermanas Wachowski conocieron de la existencia de la cinta de Proyas poco antes de que llegara a salas comerciales, el guion de Matrix (o al menos una versión del mismo) estaba escrito en 1995 y su producción había arrancado ya, por lo que salvo esas similitudes estéticas, y el hecho de que en la primera secuencia de Matrix se reutilizaran escenarios de Dark City, podrá haber parecidos pero sus tramas y la forma en las que están narradas son notablemente diferentes.
En el otro gran bloque temático del film también podremos encontrarnos con multitud de precedentes, comenzando por el clásico de Fritz Lang Metrópolis (ídem, 1926), donde un robot insta a la rebelión por primera vez; yéndonos al futuro de 2001: Una odisea del espacio (2001: A Space Oddyssey, 1968), donde el mítico Hal 9000 se vuelve contra la tripulación de una nave que surca el espacio, matándolos uno a uno sin piedad y rogando finalmente para que no lo desconecten; continuando con el western de ciencia ficción Almas de metal (Westworld, 1973), donde en un parque temático del futuro los robots escapan del control de los humanos por culpa de un virus que hace que asesinen a los visitantes; pasando por Blade Runner (ídem, 1982), otro film inspirado en una obra de Dick, donde unos replicantes, humanos artificiales, son prófugos en la Tierra en busca de su creador, al que le piden más tiempo. Terminator (The Terminator, 1984) y Terminator 2: El juicio final (Terminator 2: Judgment Day, 1991) mezclan viajes en el tiempo y rebelión de las máquinas, siendo a su vez en la segunda entrega la máquina tanto protectora como perseguidora implacable.
Bibliografía
Libros:
Dentro de Matrix, Pedro Berruezo, David Catalina. T. Dolmen Editorial, 2004.
Guía para ver y analizar Matrix, José Antonio Palao, Rebeca Crespo. Nau Llibres/Ediciones Octaedro, 2005.
Tomar la pastilla roja, Glenn Yeffeth (coord.). Ediciones Obelisco, 2005
DVD:
Matrix, descubre lo increíble (The Matrix Revisited, 2001).
Webs:
Filmaffinity: http://www.filmaffinity.es
IMDb Internet Data Base Movie: http://www.imdb.com
Rescepto Indablog: http://www.rescepto.wordpress.com
Teoría del Guión: http://teoriadelguion.blogspot.com
Wikipedia: http://www.wikipedia.es
Bibliografía
Libros:
Dentro de Matrix, Pedro Berruezo, David Catalina. T. Dolmen Editorial, 2004.
Guía para ver y analizar Matrix, José Antonio Palao, Rebeca Crespo. Nau Llibres/Ediciones Octaedro, 2005.
Tomar la pastilla roja, Glenn Yeffeth (coord.). Ediciones Obelisco, 2005
DVD:
Matrix, descubre lo increíble (The Matrix Revisited, 2001).
Webs:
Filmaffinity: http://www.filmaffinity.es
IMDb Internet Data Base Movie: http://www.imdb.com
Rescepto Indablog: http://www.rescepto.wordpress.com
Teoría del Guión: http://teoriadelguion.blogspot.com
Wikipedia: http://www.wikipedia.es
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