La cámara
Es habitual la utilización de la steadycam, así como grúas y travellings, con angulares y muchos planos forzados (cenital, picado, contrapicado y nadir). Por ejemplo, en la primera secuencia, los policías aparecen en planos picados, que denotan su inferioridad ante los Agentes, para los cuales se usan contrapicados y una composición artificiosa, lo que sugiere por un lado superioridad y por otro falsedad. Estas composiciones poco naturales, geométricas en muchos casos, y planos forzados se repiten a menudo en Matrix, resaltando la irrealidad del mismo. Por otra parte, en el mundo virtual, salvo casos puntuales (como cuando se usa transfoco), todo está enfocado, por contra en el real (o sea, en la nave Nebuchadnezzar) los personajes siempre están enfocados, destacan sobre el fondo en mayor o menor medida desenfocado.
La cámara se mueve prácticamente en todo momento, salvo en los diálogos, donde permanece estática. A medida que avanza el filme y la acción crece, se traduce en mayor movimiento no solo en el interior del plano, sino también en la cámara, aumentando por tanto el dinamismo y el ritmo de la acción. El uso de la cámara en mano es puntual, se hace para mostrar la inseguridad y dudas del protagonista, como cuando huye de los Agentes o cuando descubre la naturaleza de Matrix.
Otro punto a destacar son los movimientos de cámara virtual, donde se nos muestra los 360º del escenario gracias a la recreación infográfica de los mismos. Paradigmáticos resultan la patada de Trinity a un policía (acción que se repite en las tres películas), el momento en el que el Elegido esquiva las balas y el inicio del enfrentamiento entre este y el Agente Smith.
El uso de la cámara lenta también es subrayable, sirve tanto para resaltar los movimientos y acrobacias de los protagonistas durante las luchas, como para incidir en el hecho de la sobrehumana rapidez con la que logran moverse en Matrix. Su abuso se debe al interés de los realizadores por congelar las imágenes cual viñeta de cómic, emular ese impacto visual, pero empleando una característica definitoria del cine, que no es otra cosa que el movimiento.
El montaje
Zach Staenberg, el editor de Matrix, ganador del Oscar por este film, tiene claro que para que un montaje funcione debe tener sentido narrativo y dramático sin la adición de los efectos sonoros y la música, de ahí que edite el film y lo visualice desprovistos de estos dos elementos y si, efectivamente, cada secuencia transmite la tensión y sensaciones adecuadas estaríamos hablando de que el montaje cumple su función.
Matrix no es un film que haya aportado novedades al montaje, sigue las reglas de las películas de acción, con la alternancia de gran número de planos en las secuencias de mayor acción y el estatismo y el plano contraplano en los momentos de diálogo.
El uso de cientos de planos para las luchas y persecuciones dan un ritmo trepidante a lo que acontece, alargando o acortando el tiempo y el espacio (con el uso de la cámara lenta o interpolando planos más largos entre otros brevísimos, por ejemplo), creando sensación de velocidad (ensamblando planos con movimiento de cámara, travellings sobre todo).
Así mismo, es destacable el uso del montaje paralelo, en el que se alternan planos de acciones que suceden en diferentes espacios de forma simultánea. Los dos puntos reseñables son el entrenamiento de Neo, donde los tripulantes de la Nebuchadnezzar acuden expectantes y excitados a ver la lucha del Elegido con Morfeo, para llevarse finalmente una desilución en el programa de salto; y el montaje a tres bandas de la huida de Neo de los Agentes, con los centinelas atacando la Nebuchadnezzar y los tripulantes esperando a que el Elegido alcance la salida mientras le observan por los monitores.
Estructura narrativa
Por muy innovador que pueda parecer Matrix como relato, su base sigue a pies juntillas la estructura del viaje del héroe. Así, tal y como lo contaba Christopher Vogler en su obra El viaje del escritor, nuestro héroe, Neo, se nos presenta en el mundo ordinario (en este caso, una simulación neurointeractiva que imita dicho mundo en una determinada época), recibe la llamada de la aventura (hecho que ocurre cuando se encuentra con Trinity en la discoteca y, todavía antes, al aparecer el mensaje de “sigue al conejo blanco” en su monitor), en un inicio se muestra reticente (sus dudas cuando entra en el coche en la calle Adams e Interruptor le encañona), luego un mentor le anima a cruzar el primer umbral (en este caso se podría decir que hay dos mentores, primero Trinity, que le incita a acompañarles y, después, Morfeo, que le dará a elegir entre la pastilla roja y la azul); encontrará aliados, pruebas y enemigos (los tripulantes de la Nebuchadnezzar serán sus mayores aliados, a la par que, sin saberlo, también tiene en dicha nave un enemigo, Cifra, y se enfrentará a una prueba: la de su nacimiento); se aproxima a la caverna más profunda, atravesando el segundo umbral (tras desenchufarlo una máquina de su vaina en la central eléctrica, es tirado a las cloacas, donde es recogido por la Nebuchadnezzar, engullido tras una puerta de luz), donde empezará su odisea (el descubrimiento de la naturaleza de Matrix), se apoderará de su recompensa (en este caso es el ser consciente de ser el Elegido), será perseguido en el camino de regreso (los Agentes y, especialmente, el Agente Smith); cruza un tercer umbral y experimenta una resurreccion que lo transforma (Neo es resucitado, literalmente, por Trinity, después de que Smith lo acribille a balazos cuando busca una salida de Matrix, a partir de ahí es capaz de parar las balas e incluso de vencer a los Agentes); retorna con el elixir, una bendición o tesoro del que se benificiará el mundo ordinario (los poderes que adquiere Neo les da una ventaja a los hombres del mundo real, el auténtico mundo ordinario).
Por otra parte, el relato empieza in medias res, por tanto el espectador está a la expectativa hasta que hace acto de aparición por vez primera Neo, con el que va descubriendo qué es Matrix y lo que hay detrás. Con esto las Wachowski consiguen una mayor identificación con el protagonista, por lo que participamos de sus angustias, dudas, así como la sorpresa ante la revelación de la naturaleza de Matrix y, por supuesto, de la confirmación de su condición de Elegido.
Es preciso recalcar lo paradógico que resulta que el mundo real sea mostrado como un espacio apocalíptico, de ciencia ficción, mientras que el mundo virtual sea, en apariencia al menos, un mundo ordinario. En definitiva, que resulta más creíble a primera vista y, por tanto, es el lugar en el cual se desarrolla de forma lógica la trama emancipatoria.
Otras entradas:
Es habitual la utilización de la steadycam, así como grúas y travellings, con angulares y muchos planos forzados (cenital, picado, contrapicado y nadir). Por ejemplo, en la primera secuencia, los policías aparecen en planos picados, que denotan su inferioridad ante los Agentes, para los cuales se usan contrapicados y una composición artificiosa, lo que sugiere por un lado superioridad y por otro falsedad. Estas composiciones poco naturales, geométricas en muchos casos, y planos forzados se repiten a menudo en Matrix, resaltando la irrealidad del mismo. Por otra parte, en el mundo virtual, salvo casos puntuales (como cuando se usa transfoco), todo está enfocado, por contra en el real (o sea, en la nave Nebuchadnezzar) los personajes siempre están enfocados, destacan sobre el fondo en mayor o menor medida desenfocado.
La cámara se mueve prácticamente en todo momento, salvo en los diálogos, donde permanece estática. A medida que avanza el filme y la acción crece, se traduce en mayor movimiento no solo en el interior del plano, sino también en la cámara, aumentando por tanto el dinamismo y el ritmo de la acción. El uso de la cámara en mano es puntual, se hace para mostrar la inseguridad y dudas del protagonista, como cuando huye de los Agentes o cuando descubre la naturaleza de Matrix.
Otro punto a destacar son los movimientos de cámara virtual, donde se nos muestra los 360º del escenario gracias a la recreación infográfica de los mismos. Paradigmáticos resultan la patada de Trinity a un policía (acción que se repite en las tres películas), el momento en el que el Elegido esquiva las balas y el inicio del enfrentamiento entre este y el Agente Smith.
El uso de la cámara lenta también es subrayable, sirve tanto para resaltar los movimientos y acrobacias de los protagonistas durante las luchas, como para incidir en el hecho de la sobrehumana rapidez con la que logran moverse en Matrix. Su abuso se debe al interés de los realizadores por congelar las imágenes cual viñeta de cómic, emular ese impacto visual, pero empleando una característica definitoria del cine, que no es otra cosa que el movimiento.
Zach Staenberg, el editor de Matrix, ganador del Oscar por este film, tiene claro que para que un montaje funcione debe tener sentido narrativo y dramático sin la adición de los efectos sonoros y la música, de ahí que edite el film y lo visualice desprovistos de estos dos elementos y si, efectivamente, cada secuencia transmite la tensión y sensaciones adecuadas estaríamos hablando de que el montaje cumple su función.
Matrix no es un film que haya aportado novedades al montaje, sigue las reglas de las películas de acción, con la alternancia de gran número de planos en las secuencias de mayor acción y el estatismo y el plano contraplano en los momentos de diálogo.
El uso de cientos de planos para las luchas y persecuciones dan un ritmo trepidante a lo que acontece, alargando o acortando el tiempo y el espacio (con el uso de la cámara lenta o interpolando planos más largos entre otros brevísimos, por ejemplo), creando sensación de velocidad (ensamblando planos con movimiento de cámara, travellings sobre todo).
Así mismo, es destacable el uso del montaje paralelo, en el que se alternan planos de acciones que suceden en diferentes espacios de forma simultánea. Los dos puntos reseñables son el entrenamiento de Neo, donde los tripulantes de la Nebuchadnezzar acuden expectantes y excitados a ver la lucha del Elegido con Morfeo, para llevarse finalmente una desilución en el programa de salto; y el montaje a tres bandas de la huida de Neo de los Agentes, con los centinelas atacando la Nebuchadnezzar y los tripulantes esperando a que el Elegido alcance la salida mientras le observan por los monitores.
Por muy innovador que pueda parecer Matrix como relato, su base sigue a pies juntillas la estructura del viaje del héroe. Así, tal y como lo contaba Christopher Vogler en su obra El viaje del escritor, nuestro héroe, Neo, se nos presenta en el mundo ordinario (en este caso, una simulación neurointeractiva que imita dicho mundo en una determinada época), recibe la llamada de la aventura (hecho que ocurre cuando se encuentra con Trinity en la discoteca y, todavía antes, al aparecer el mensaje de “sigue al conejo blanco” en su monitor), en un inicio se muestra reticente (sus dudas cuando entra en el coche en la calle Adams e Interruptor le encañona), luego un mentor le anima a cruzar el primer umbral (en este caso se podría decir que hay dos mentores, primero Trinity, que le incita a acompañarles y, después, Morfeo, que le dará a elegir entre la pastilla roja y la azul); encontrará aliados, pruebas y enemigos (los tripulantes de la Nebuchadnezzar serán sus mayores aliados, a la par que, sin saberlo, también tiene en dicha nave un enemigo, Cifra, y se enfrentará a una prueba: la de su nacimiento); se aproxima a la caverna más profunda, atravesando el segundo umbral (tras desenchufarlo una máquina de su vaina en la central eléctrica, es tirado a las cloacas, donde es recogido por la Nebuchadnezzar, engullido tras una puerta de luz), donde empezará su odisea (el descubrimiento de la naturaleza de Matrix), se apoderará de su recompensa (en este caso es el ser consciente de ser el Elegido), será perseguido en el camino de regreso (los Agentes y, especialmente, el Agente Smith); cruza un tercer umbral y experimenta una resurreccion que lo transforma (Neo es resucitado, literalmente, por Trinity, después de que Smith lo acribille a balazos cuando busca una salida de Matrix, a partir de ahí es capaz de parar las balas e incluso de vencer a los Agentes); retorna con el elixir, una bendición o tesoro del que se benificiará el mundo ordinario (los poderes que adquiere Neo les da una ventaja a los hombres del mundo real, el auténtico mundo ordinario).
Por otra parte, el relato empieza in medias res, por tanto el espectador está a la expectativa hasta que hace acto de aparición por vez primera Neo, con el que va descubriendo qué es Matrix y lo que hay detrás. Con esto las Wachowski consiguen una mayor identificación con el protagonista, por lo que participamos de sus angustias, dudas, así como la sorpresa ante la revelación de la naturaleza de Matrix y, por supuesto, de la confirmación de su condición de Elegido.
Es preciso recalcar lo paradógico que resulta que el mundo real sea mostrado como un espacio apocalíptico, de ciencia ficción, mientras que el mundo virtual sea, en apariencia al menos, un mundo ordinario. En definitiva, que resulta más creíble a primera vista y, por tanto, es el lugar en el cual se desarrolla de forma lógica la trama emancipatoria.
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