Owen Chase proviene de familia humilde y es un marinero consumado que ansía ser patrón de un ballenero, hecho que es truncado por George Pollard, hijo de buena familia y con menos experiencia en el mar. Ambos, con una enemistad enconada desde antes de conocerse, deberán aprender a soportarse para llenar así las bodegas del preciado aceite de ballena.
El anterior filme de Ron Howard, Rush, me encandiló por completo, la historia de la rivalidad entre dos míticos pilotos de F1 resultó ser electrizante y vertiginosa por momentos; por lo que, y más cuando uno tiene cierto gusto por el cine de aventuras, al conocer el siguiente proyecto cinematográfico del realizador de Willow, me dije que esa era una de esas películas que merecían la pena ver en pantalla grande.
En el corazón del mar (In the Heart of the Sea, 2015) es, en efecto, una película de aventuras, y también, como lo fuera el anterior y mencionado film del director, es la historia de dos hombres enfrentados por su clase social (uno odia al otro por considerarlo un hombre de clase inferior y de tierra, y el otro detesta al primero por creer que está donde está por de quién es hijo..., cosa que es cierta) y su ambición; es, también, la lucha del hombre con la naturaleza, el intento de este de domeñarla al creerse un ser superior al estar hecho a “imagen y semejanza” de su dios y, por tanto, estar destinado a reinar sobre el resto de seres del orbe.
Muñecos que tienen los rostros de Chris Hemsworth (Blancanieves y la leyenda del cazador), quien ya coprotagonizó la anterior película de Howard, y que aquí vuelve a realizar más que un convincente trabajo; mientras que su superior en la ficción es Benjamin Walker (Abraham Lincoln: Cazador de vampiros), siendo el tercero de a bordo el camaleónico Cillian Murphy (In Time). Completan la tripulación el novato Tom Holland (Lo imposible), que es el nuevo Spiderman, siendo Brendan Gleeson (Pacto de silencio) su encarnación adulta; Paul Anderson (Passion), Frank Dillane (Harry Potter y el misterio del príncipe) y Gary Beadle (Gente de barrio), entre otros. Quedándose en tierra Ben Whishaw (El atlas de las nubes), que encarna al mismísimo Herman Melville, Charlotte Riley (Al filo del mañana) y Michelle Fairley (La mujer invisible), haciendo también su aparición el español Jordi Mollá (Riddick).
En el corazón del mar el hombre no triunfa frente a la naturaleza, es un film de aventuras donde sus protagonistas las pasan canutas, donde una enorme bestia y el océano casi infinito se imponen ante la arrogancia humana; es un film con un gran reparto, una fantástica fotografía y una buena música compuesta por el español Roque Baños. No es una película que deje indiferente.
LO MEJOR:
-La realización de Ron Howard, la fotografía, la música de Roque Baños...
-Un gran trabajo actoral, incluyendo un drástico cambio físico de buena parte del reparto.
-Ese momento en el que el espectador es testigo de la caza del primer cetáceo, esa “chimenea encendida”, la mirada del animal y del protagonista.
-El imponente rorcual que no quiere ser presa, la lucha del hombre contra la naturaleza.
LO PEOR:
-Últimamente (cuando escribí esta reseña, a finales de 2015) estoy que no se me ocurren muchas cosas para esta sección de las entradas...
¿Quién debería verla?
Cualquiera que le guste el cine de aventuras (en el mar o en cualquier parte), así como aquellos que tengan interés por saber la historia detrás de Moby Dick.
¿Y quién no?
Quienes sufran mareos nada más embarcar.
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