23 febrero 2017

Crónicas de la Era Glacial, de Jiro Taniguchi

La Tierra en un futuro distante, los humanos sobreviven a la Era Glacial a duras penas. Takeru es un joven indomable e irresponsable al que su padre, presidente de una compañía minera, ha mandado a una apartada mina de carbón. Muy a su pesar no solo tendrá que asumir responsabilidades en la compañía, sino también iniciar una búsqueda cuando comiencen extraños fenómenos meteorológicos.

Parecía que Crónicas de la Era Glacial era un manga maldito, en su momento fue parcialmente publicado por Planeta en su fenecida revista Shonen Mangazine y, posteriormente, ha sido muy solicitado por los aficionados pero se ha hecho mucho de rogar hasta llegar a las librerías, y hasta ahí ha habido problemas, ya que el primer volumen se agotó rápidamente y la editorial se tomó con mucha tranquilidad lo de reponer ejemplares, así que hasta la salida del segundo tomo no estuvo disponible de nuevo el primero.

Probablemente se trate de la obra de Taniguchi más solicitada, sobre la cual se había creado una especie de halo, en parte por tratarse de una historia atípica dentro de la obra del autor de la espléndida El almanaque de mi padre. Aunque es un mangaka que ha tocado diversos géneros (hasta el western), sus historias suelen ser cotidianas y de ritmo pausado, mientras que Crónicas de la Era Glacial es un tebeo de ciencia ficción apocalíptica (y postapocalíptica) con buenas dosis de fantasía y mucha acción (y toques de aventura), a ello se le suma su inconclusa publicación de los 90 y tenemos los ingredientes como para generar interés en un mercado mucho más maduro y que, además, conoce sobradamente al autor.
Crónicas de la Era Glacial es fruto de su época, de los años en los que triunfaba Katsuhiro Ôtomo con Akira, cuando la Guerra Fría estaba en su punto álgido y el miedo nuclear muy activo, eso se nota desde la primera hasta la última página, tanto en la historia como en el dibujo (personajes, diseños mecánicos, escenarios). En el primer tomo los acontecimientos van más despacio y son a pequeña escala, se nos presenta a los personajes y se nos muestra el hábitat en el que viven, sus duras condiciones y su escasas perspectivas de futuro; centrándose básicamente en la vida en la mina y la extraña y temprana llegada del invierno, que iniciará ciertos acontecimientos que marcarán a Takeru hacia la maduración y la asunción de responsabilidades. Mientras que el segundo volumen transcurre en su totalidad fuera de ese microhábitat que era la mina, y muestra un mundo que cambia de forma vertiginosa.

Y es aquí cuando empiezan a aparecer los problemas en la historia, puesto que Taniguchi ha querido meter tantos elementos que algunos de ellos los ha introducido, como el propio autor reconoce en el epílogo, de manera forzada (principalmente la rebelión de La Belle Mère y la creación de los Adolf), y otros que ya había introducido en el volumen anterior quedan expuestos de manera superficial (los dioses gigantes, la pulsera del protagonista...) y, a pesar de ello, de ese lastre que resta verosimilitud, funciona, su lectura se hace agradable... Pero por desgracia no permanece, ni tampoco provoca una reflexión en el lector, y la cuestión es que tiene un potencial que Jiro Taniguchi no supo o pudo explotar en su momento.

La edición corre a cargo de Planeta Cómic, que ha publicado en dos volúmenes formato A5. El primero de ellos de unas 270 páginas y el segundo de alrededor 309 páginas; tapa blanda con sobrecubiertas y un precio 18,95 euros.

En definitiva, con más páginas o menos elementos probablemente el desarrollo de la historia habría resultado más verosímil y coherente, pero aún así Crónicas de la Era Glacial es un manga de lectura amena, con muy buen dibujo y buenas dosis de acción y aventura, por lo que resulta altamente recomendable para aquellos aficionados que sientan predilección no ya solo por el autor de Barrio lejano, sino por la ciencia ficción y el subgénero postapocalíptico.


LO MEJOR:
-El dibujo, muy cuidado y detallado.
-Es un poco cara, pero estamos ante una buena edición por parte de Planeta.
-Que al fin haya sido publicado íntegramente este deseado manga.

LO PEOR:
-La inclusión de tantos elementos o factores hace que la historia se disperse e, incluso, que no resulte verosímil en algunos puntos.

Adiós a un maestro:
Para sorpresa de todos, Jiro Taniguchi nos dejó prematuramente a sus 69 años, lo que supone una gran pérdida no solo para el mundo del manga, sino para el cómic en general. Aunque sea un flaco consuelo, nos quedan sus obras, de las cuales, personalmente, El almanaque de mi padre, que fue la primera que leí además, ha sido la que más profundamente ha logrado tocarme; un tebeo, como otros muchos del autor, contado con una gran sensibilidad y con unos personajes tridimensionales.

4 comentarios:

Earendilion dijo...

Tengo ambos pendientes en La Pila, a ver si los adelanto un poco.

Saludos, Neo. Buena entrada.

Neovallense dijo...

Pues leelos en cuanto puedas, son lecturas que merecen la pena (sobre todo "El almanaque..."), cuando lo hagas comenta qué tal ^^

Saludos y muchas gracias

Chechu Rebota dijo...

Taniguchi sorprende por los muchos palos que toca, aquí se ha vendido más su faceta de artista sensible autor de obras introspectivas y contemplativas, pero también se han editado muchos de sus thrillers y obras de aventuras.

Neovallense dijo...

Yo mismo he leído las destacables "Enemigo" y "Sky Hawk", dos obras muy diferentes y que dicen mucho sobre la capacidad que tenía el autor de tocar diferentes géneros (aunque en el primero el guion no era suyo).

Gracias por comentar ^^