04 abril 2012

Ira de Titanes

Perseo vive con su hijo alejado del mundanal ruido tal y como vivía su padre adoptivo, pescando en un pequeñito pueblo de la costa. Pero por mucho que reniegue de su destino este irá a su encuentro, pues su tío Hades encierra a su padre, Zeus, en el Tártaro para liberar así a Cronos (su abuelo), lo que le obligará a coger sus armas e ir en busca de Agenor (su primo), hijo de Poseidón (su otro tío) y por lo tanto semidiós como él, que es el único que sabe dónde está el Caído, aquel que forjó las armas de los Dioses y quien tiene la clave para liberar a Zeus y acabar con el temible Cronos.

Furia de Titanes fue un remake con cierta polémica, y que muchos consideran como la peor nueva versión que se ha hecho de un film (creo que esa gente no ha visto todavía Vanilla Sky), pero a pesar de ello tuvo una acogida incluso mejor de la esperada, por lo que no tardaron en dar luz verde a una continuación. Para esta ocasión Louis Leterrier ha cedido el asiento de director a Jonathan Liebesman, realizador, entre otras, de Invasión a la Tierra y En la oscuridad (con ninguna de los dos emocionó a la crítica precisamente). Ira de Titanes (Wrath of the Titans, 2012) tampoco me ha entusiasmado, sin embargo algo que no ha hecho es aburrirme, incluso en ciertos momentos, sobre todo al principio, me ha sorprendido gratamente, como la escena donde Perseo tiene un sueño, sin duda los mejores instantes del film están en dicha secuencia, tan épica como oscura, habría sido interesante que el resto del metraje hubiera seguido esa línea. Sin embargo, aunque no siga esa línea oscura, por suerte no tira por derroteros demasiado blandos, eso se ve, por ejemplo, en el diseño de las criaturas, no muy abundantes pero sí bastante llamativas; como la quimera, protagonista de la primera batalla, o los conseguidos cíclopes. Todos ellos, además, se mueven por paisajes de las islas Canarias que es donde fue rodado la mayor parte del film, como ya ocurriera con la primera entrega.

Gemma Arterton resucitó en Furia de Titanes para nada, ya que aquí no aparece, por una parte me parece bien, ya que, a pesar de que me encanta dicha actriz, su personaje no me cuadraba del todo en el mencionado filme, sin embargo sí que está el fruto del amor entre Io y Perseo, Helio, encarnado por el jovencito John Bell, chaval que veremos en las dos películas de El Hobbit y que apereció en la serie Doctor Who, no tiene mucho protagonismo, pero no desentona; Sam Worthington (La deuda) continúa como Perseo, no es un trabajo que le vaya a dar muchas alegrías en forma de premios, pero ha sabido darle algunos matices interesantes; por su parte Liam Neeson (Infierno blanco) repite como Zeus con su imponente figura y voz (en la versión original al menos), a mí este actor me gusta siempre, aquí nos muestra a un dios en sus horas bajas; Ralph Fiennes (El lector) es otro que vuelve y un actorazo de tomo y lomo, a pesar de que el guión no sea una maravilla la evolución de su Hades no resulta completamente increíble; Ares es un dios más jovencito, le da vida un tipo que me recuerda un poco a Jake Gyllenhal, pero que se trata del venezolano Édgar Ramírez (En el punto de mira); otro buen actor hace de otra vez Poseidón, Danny Huston al que hemos visto hace poco en La conspiración de Robert Redford. Andrómeda y Agenor son los personajes humanos con más protagonismo después de Perseo, la primera es interpretada por Rosamund Pike (Los sustitutos) y el segundo por Toby Kebbell (War Horse); sin embargo, el personaje que más me ha gustado ha sido el de Billy Nighy (Love Actually), que hace de un dios herrero un poco diferente al que siempre he imaginado, y que tiene un amigo bastante curioso (en homenaje al Furia de Titanes original).

Ira de Titanes es, en conjunto, una película de aventuras entretenida que recuerda, en ocasiones, a esos clásicos de los años 50 y 60 que se inspiraban en la mitología griega y romana, pero con la innovación de poseer unos efectos digitales más que buenos, gracias a los cuales (y a unas tres dimensiones notables) podemos disfrutar de algunas secuencias verdaderamente espectaculares, sin embargo en su contra tiene el hecho de que a la historia le falta algo para que termine de funcionar (aunque el tema padre-hijo/hermano-hermano francamente no está mal utilizado) y sobre todo porque los personajes no acaban por hacernos sentir empatía, a ello hay que sumarle más de una escena que resulta, ya sea por montaje o por rodaje, confusa. A pesar de los puntos negros, te divertirás si no le pides más de lo que ofrece.


LO MEJOR:
-El sueño de Perseo al inicio del film.
-Los efectos especiales.
-Hefesto.
-Las criaturas.

LO PEOR:
-Más de una escena confusa.
-Uno no termina por identificarse con los personajes.
-Agenor está un poco desaprovechado, aun así cae bien.

¿Quién debería verla?
Principalmente quien disfrutara de la primera parte, y también aquellos que gusten de este tipo de filmes mitológicos.

¿Y quién no?
Si la entrega anterior te resultó mala, raramente te entusiasmará esta.

Léela en Muchocine.net

2 comentarios:

Ivan Rúmar dijo...

Yo ví la primera en el cine y sí, los efectos buenísimos, pero argumentalmente una película bastante prescindible. ¿Crees que esta me gustará más o está en la linea de la anterior? (te lo pregunto no pq pase de leer la entrada, es que no me quiero comer ningún spoiler -aunque tampoco me perdería mucho-)

Un saludo!

Neovallense dijo...

Argumentalmente está en la línea de la anterior, no es una historia especialmente trabajada, quizá un poco más sólida, pero desde luego no se puede esperar algo trascendental de ella, cosa que tampoco te vende, es aventura y acción casi desde el primer momento.

Saludossss