Tercera película del viernes en la 11ª Muestra Syfy de Cine Fantástico y segundo remake, pero en esta ocasión de un film mucho más reciente.
Ante todo temía que los protagonistas fueran la sangre y el gore antes que los personajes, que asistiéramos a dos horas de gente comiendo a gente, de vísceras, de sesos y de tripas. Por suerte, el bueno de Mickle nos ofrece, durante la mayor parte de la película, la historia de una familia de fuertes convicciones religiosas que ha perdido a un miembro importante y que, por tanto, otro de sus miembros tiene que sustituir en la función que, una vez al año, debía cumplir como manda la tradición.
Así que, hasta cierto punto, We Are What We Are (ídem, 2013) es un drama familiar, de una familia disfuncional que permanece unida por el yugo de un padre que piensa que dios le da la razón, que no solo bendice y ampara sus costumbres, sino que les insta a seguirlas si no quieren terminar en el averno. Y esto lo hace Jim Mickle manteniendo una atmósfera enrarecida y en creciente tensión, con la hija adolescente cuestionando su normalidad y la mayor no terminando de resignarse; a todo ello se le une la investigación que lleva a cabo el médico del pueblo y unas propiciatorias inundaciones que lo guiarán.
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Aún sabiendo de antemano que se trataba de una nueva versión de un film mexicano con una familia caníbal como protagonista, y que su realizador, Jim Mickley, era el mismo de Stake Land, una película de vampiros que pudo verse dos ediciones atrás de la Muestra, tomé asiento en la sala sin tener claro qué podría depararme.Ante todo temía que los protagonistas fueran la sangre y el gore antes que los personajes, que asistiéramos a dos horas de gente comiendo a gente, de vísceras, de sesos y de tripas. Por suerte, el bueno de Mickle nos ofrece, durante la mayor parte de la película, la historia de una familia de fuertes convicciones religiosas que ha perdido a un miembro importante y que, por tanto, otro de sus miembros tiene que sustituir en la función que, una vez al año, debía cumplir como manda la tradición.
Así que, hasta cierto punto, We Are What We Are (ídem, 2013) es un drama familiar, de una familia disfuncional que permanece unida por el yugo de un padre que piensa que dios le da la razón, que no solo bendice y ampara sus costumbres, sino que les insta a seguirlas si no quieren terminar en el averno. Y esto lo hace Jim Mickle manteniendo una atmósfera enrarecida y en creciente tensión, con la hija adolescente cuestionando su normalidad y la mayor no terminando de resignarse; a todo ello se le une la investigación que lleva a cabo el médico del pueblo y unas propiciatorias inundaciones que lo guiarán.
La historia avanza a buen ritmo y los personajes resultan interesantes, entonces ¿qué puede fallar? Que al director y los guionistas (el propio realizador más Nick Damici) se les vaya la pinza y la caguen en el tramo final, cosa que pasa en esta ocasión. Y es que, aunque lo que sucede tenga su lógica, ocurre de tal modo que no resulta de ninguna manera verosímil, quedándose uno con cara de póquer y desilusionado porque se haya estropeado en el preciso momento que se podría haber sorprendido, para bien, al espectador.
Parece que hubo buenas vibraciones con el reparto del anterior filme de Mickle, porque en esta película está buena parte del mismo. Entre los que se incluye el también pluriempleado Nick Damici (Sin frenos), aunque su papel aquí no es tan protagónico como en la mencionada cinta de vampiros, así como Laurent Retjo (Late Phases), Kelly McGillis (The Innkeepers), Traci Hovel (Casual Encounters), Vonia Arslanian (Black Site) y Larry Fessenden (Jug Face). Aunque las dos grandes protagonistas son Julia Garner (El último exorcismo 2) y Ambyr Childers (The Master), junto a Bill Sage (Oscura inocencia), así como Michael Parks (Red State).
En definitiva, que We Are What We Are comienza con buen pie, nos mete dentro de una familia nada común, nos explica el pasado de la misma, contando de forma paralela un relato de investigación, sin embargo finalmente todo se estropea por culpa de un desenlace cuanto menos que mal medido.
Parece que hubo buenas vibraciones con el reparto del anterior filme de Mickle, porque en esta película está buena parte del mismo. Entre los que se incluye el también pluriempleado Nick Damici (Sin frenos), aunque su papel aquí no es tan protagónico como en la mencionada cinta de vampiros, así como Laurent Retjo (Late Phases), Kelly McGillis (The Innkeepers), Traci Hovel (Casual Encounters), Vonia Arslanian (Black Site) y Larry Fessenden (Jug Face). Aunque las dos grandes protagonistas son Julia Garner (El último exorcismo 2) y Ambyr Childers (The Master), junto a Bill Sage (Oscura inocencia), así como Michael Parks (Red State).
En definitiva, que We Are What We Are comienza con buen pie, nos mete dentro de una familia nada común, nos explica el pasado de la misma, contando de forma paralela un relato de investigación, sin embargo finalmente todo se estropea por culpa de un desenlace cuanto menos que mal medido.
LO MEJOR:
-Realmente casi toda la película es un buen entretenimiento, si se obviara el final hasta sería buena.
-El personaje del médico.
-La fotografía.
LO PEOR:
-El desenlace, estropea por completo el resultado final.
-Ese bote de arsénico junto a las especias... y además etiquetado y todo.
¿Quién debería verla?
Quien gustara de Stake Land seguro que también disfruta... al menos de parte del film.
¿Quién debería verla?
Quien gustara de Stake Land seguro que también disfruta... al menos de parte del film.
Os dejo la presentación del film por parte de Leticia Dolera:
2 comentarios:
Esta peli es lenta pero al final consigue dar una grima con la escena de la cena que te pone los pelos de punta.
No me resultó lenta, aunque es cierto que su ritmo no es frenético, pero tampoco lo pide la historia creo yo.
De acuerdo con respecto a la cena, aunque al final se les va las cosas de las manos...
Muchas gracias por comentar ^^
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