29 octubre 2015

Exodus: Dioses y Reyes

Que soy un gran seguidor del cine de Ridley Scott es algo que he repetido en numerosas ocasiones en este blog, así que no es de extrañar que tuviese claro desde un inicio que Exodus: Dioses y Reyes (Exodus: Gods and Kings, 2014) era una película que no me podía perder. Y eso que sus avances (y, sobre todo, su primer y horrible póster) no es que tuviesen una pinta especialmente suculenta, y a ello se le ha sumado que, una vez estrenada la cinta y como viene siendo habitual, los comentarios de la crítica no hayan sido por norma general positivos. Pero como no fueron pocos los que pusieron a parir El consejero cuando para un servidor, sin ningún género de dudas, fue uno de los filmes más estimulantes de 2013, quedándome todavía sorprendido que a día de hoy la nota media es realmente baja en sitios como IMDb o Filmaffinity.

Moisés ha vivido siempre como un príncipe de Egipto junto a su hermanastro Ramsés, pero cuando un día es consciente de que pertenece al pueblo que los egipcios tienen como esclavos, su vida dará un vuelco absoluto.

Que Ridley Scott está siendo blanco de críticas cuanto menos que cuestionables para mí es un hecho, por alguna extraña razón sus películas últimamente parecen ser que son todas penosas, sosas o simples pérdidas de tiempo, y no voy a negar que algunas (como Prometheus) tenían serios problemas de guion, aún así la fuerza de la realización suplían buena parte de sus carencias. Exodus: Dioses y Reyes, no podía ser de otro modo, entra dentro de la categoría de filmes dirigidos por el realizador británico que no gustan a los (supuestos) entendidos, sin embargo, a mi juicio (que no soy un entendido), nos encontramos con una interesante cinta cuyo mayor hándicap es el simple hecho de narrar una historia que ha sido innumerables veces trasladada a la gran pantalla. No obstante, sus cuatro guionistas (Adam Cooper, Bill Collage, Jeffrey Caine y Steven Zaillian) y la evidente mano de Scott, han sabido darle un enfoque diferente respecto pretéritas aproximaciones de la mítica narración bíblica.

Y es que todo (o casi) lo que acontece tiene otra explicación más allá de la religiosa, o sea, una explicación plausible. Desde el momento en el que Moisés ve por primera vez al dios infante, hasta las plagas. Es este hecho, y detalles como la relación entre los hermanastros, que aún siendo estrecha son evidentes las envidias y rencillas por parte, sobre todo, de uno de ellos, lo que da más vida al film; de otra manera no sería sino la misma historia de siempre y, por tanto, aburrida por repetición.

El reparto está plagado de rostros conocidos, encabezado por el siempre esforzado Christian Bale (Las flores de la guerra), como Moisés, teniendo como hermanastro a Joel Edgerton (La noche más oscura) y de padre a John Turturro (Transformers: El lado oscuro de la luna), cuyo papel choca un poco al estar acostumbrado a verlos con personajes cómicos. Les acompañan también el televisivo Aaron Paul (Breaking Bad, Need for Speed), la española María Valverde (Melissa P., Tres metros sobre el cielo), Ben Kingsley (Iron Man 3), así como una Sigourney Weaver (Luces rojas) a la que da la impresión de que le han cortado escenas, entre otros.

Si Exodus: Dioses y Reyes se ha rodado es gracias a la actual moda de los fílmes bíblicos pero, al igual que Noé, por suerte no estamos ante la típica película épico-religiosa, sino que tiene unos condimentos que puede degustar un no-creyente con satisfacción. Es una cinta con momentos, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta la historia, de grandes batallas y espectaculares instantes, de personajes torturados en busca de su paz, en definitiva, una vieja historia realizada con los medios y la perspectiva de hoy.


LO MEJOR:
-Que a pesar de ser una historia tantas veces contada, hayan sabido aportarle un toque diferente.
-Esa visión de darle a todo (o casi) lo que acontece otra explicación plausible.
-La siempre estupenda realización de Ridley Scott.
-Las plagas.
-Que buena parte haya sido rodada en territorio español.
-La banda sonora firmada por nuestro compositor más internacional: Alberto Iglesias.

LO PEOR:
-El papel de Sigouney Weaver es prácticamente testimonial. ¿Ha habido recortes de escenas?
-Las persistentes críticas a Scott.

¿Quién debería verla?
Amantes del cine épico y seguidores de su director.

¿Y quién no?
Quien esté harto de las historias bíblicas, así como cualquiera que sea de la corriente de estos últimos tiempos de criticar absolutamente todos los trabajos de Ridley Scott.

2 comentarios:

Isabel Robleda dijo...

Te admito que no me gustó para nada, creo que fue de las primeras críticas negativas en mi blog jaja ¡Pero buena entrada, muy bien argumentada el por qué te gustó!

Neovallense dijo...

A mí es que el cine épico me gusta, incluyendo las historias bíblicas, así que aunque sea solo por eso ya era raro que no me gustase nada, si se le suma que Ridley Scott es uno mi directores favoritos, pues raro es que me disguste el invento xD

Gracias por leerme y comentar, me alegra que te haya parecido una buena entrada ^^

PD: Habrá que echar un ojo tu crítica también :)