18 enero 2009

Cuando ella me encontró

A veces uno ve películas por accidente, y este caso podría ser uno de ellos, ya que en principio no pretendía ver el filme de Helen Hunt, pero el hecho que el que quería ver no lo echaban por culpa de un preestreno y en todos los cines posteriores que miramos las sesiones eran demasiado tardías. Resultó que en la última posibilidad sí que había dos películas que nos venían bien, Buscando un beso a medianoche y el que nos ocupa.

Cuando entramos a la sala ya estaba comenzada, me costó un poco meterme en el film por ese hecho, ya que la protagonista, una gran Helent Hunt (aunque ciertamente la veo muy estropeada de cara) y un convincente y barrigudo Matthew Broderick, estaban teniendo una conversación que desde luego no entendía. Pasados los minutos me percaté que ambos eran un matrimonio en sería crisis, de hecho él le acababa de abandonar a ella por no sé qué razón (de hecho, sigo sin saberla xD)... Pero me estoy adelantando, así que procuraré hacer una sinopsis en condiciones en vez de divagar tanto.

April Epner (Helent Hunt) es una mujer madura, de 39 años, y está obsesionada con quedarse embarazada. No obstante no pasa por su mejor momento, puesto que su inmaduro esposo (Matthew Broderick) le acaba de dejar. Angustiada pasa toda la noche sin dormir y va al trabajo, que al parecer es una guardería o quizás una escuela de primaria; allí conoce a Frank (Colin Firth) un hombre atractivo que también ha sufrido recientemente una separación y que tiene a su cargo a dos retoños. Para más inri se le presenta una curiosa y un tanto excéntrica mujer (Bette Midler) que afirma que es su madre biológica.

Helen Hunt se atreve a co-escribir, dirigir y protagonizar este filme, el cual está basado en una novela de Einor Lipman, además también es productora ejecutiva, por lo que desde luego se nota que tenía un empeño personal en llevar adelante el proyecto. Y, ciertamente, cumple, ha firmado un más que correcto trabajo en todos los sentidos, una buena interpretación, un guión con algunos puntos realmente buenos y una dirección que, a pesar de ser debutante en el mundo del cine ha logrado hacer un gran trabajo tanto a nivel técnico como en lo que se refiere a los actores.

Cuando ella me encontró navega entre la comedia y el drama, de repente te puedes encontrar con una escena que comienza de forma cómica y acaba convirtiéndose en todo un drama (especialmente en las escenas de Bette Midler, cuyo personaje sin duda le viene como anillo al dedo). No cabe la menor duda que ese es el gran acierto de la película, esa sabia mezcla entre humor y tragedia que impregna todo el metraje.

El reparto es bastante bueno, empezando por, como ya he dicho, la protagonista y terminando por la mencionada Midler. Colin Firth, actor que hasta hace poco no podía casi ni ver, realiza un estupendo trabajo de padre abandonado; mientras que la elección de, el un tanto perdido en la cartelera, Matthew Broderick como el marido inmaduro es sin duda otro de los aciertos, este actor es de esos que siempre encajan en los papeles de este tipo; la (casi) desaparecida Bette Midler sorprende por lo vivaz de su actuación, imposible no empatizar con su personaje. Otra de las cosas que me ha dejado extrañado es que el escritor Salman Rushdie también tuviera un papel, en este caso hace de doctor; toda una curiosidad.

En definitiva, nos encontramos ante una de esas pequeñas sorpresas que de vez en cuando se dejan ver por la cartelera, una película que no es una superproducción súper promocionada, ni un film especialmente comercial, sino una pequeña cinta que lo único que pretende es contar una historia que bien podría pasarle a cualquiera... ¿o no?


LO MEJOR:
-El reparto, la dirección y el guión.

LO PEOR:
-No haberla visto desde el principio.

¿Quién debería verla?
Todos los que disfruten del cine independiente y de filmes con historias sencillas y cotidianas, pero inteligentes.

¿Y quién no?
Los que sólo disfrutan con películas de encefalograma plano.

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