Júpiter Jones es hija de inmigrantes rusos que lleva una vida que odia, hasta que un día su odiada rutina se ve interrumpida al ser salvada por un extraño que dice ser extraterrestre... y ella una codiciada pieza por la que luchan los Abrasax, una de las familias más poderosas del Universo.
El destino de Júpiter (Jupiter Ascending, 2015) era la película que más esperaba del año pasado (junto con El viento se levanta), pero se convirtió en la más deseada de 2015 desde el momento en que anunciaron que su estreno se posponía de verano a febrero. Y es que un servidor, como bien sabéis, fieles lectores, es seguidor incondicional de los hermanos Wachowski (o, como firman en este trabajo, The Wachowskis), y eso se debe a la capacidad que tienen de sorprenderme. En esta ocasión siguen sin abandonar el género fantástico, proponiéndonos una aventura espacial mucho más ligera que su anterior film, pero a pesar de ello nos encontramos con una película ambiciosa, no por su argumento sino por sus dimensiones, tanto por el gran presupuesto que manejaron (las cifras varían según dónde mires, pero parece claro que superó los 150 millones de dólares) como el gran universo que han construido.
Si bien el argumento sigue la senda de la sencillez, los Wachowski continúan apostando por dejar un claro mensaje antisistema como vienen haciendo desde Matrix, de hecho, estamos ante una space opera anticapitalista, quizá la primera que se haya hecho. La protagonista es una pobretona que se dedica a limpiar baños y desea dejar de hacerlo y, también, poseer aquello que tienen los dueños de las casas que limpia junto a su madre y a su tía, sus aventuras le harán ver que quizá es más rica de lo que creía. Además de ello, como sucedía en Speed Racer, hay un personaje que la arenga sobre lo que hace a los humanos como tal (consumir), que se le suma a otra conversación reveladora sobre el ganado. Pero ante todo El destino de Júpiter es una space opera, un filme de aventuras que se mueve entre la Tierra, otras galaxias y Júpiter y, por tanto, con muchos momentos de puro espectáculo visual; la (fantástica) persecución por entre los rascacielos de Chicago (paisaje que conocemos desde Transformers: El lado oscuro de la Luna) o la secuencia final en el mencionado gigante gaseoso son las dos muestras más potentes. Hecho que se le suma las razas que aparecen, que llegan a ser hilarantes (el ser con cabeza de elefante), curiosas (la mujer orejona) e incluso terroríficas (muy chulos los lagartos alados).
A pesar de que en el apartado visual no se le puede poner ninguna pega, el diseño de producción es sencillamente monumental y los efectos visuales grandiosos (lástima no haber podido verla en 3D, me picaba la curiosidad a ese respecto), estamos ante la que es la película más floja de los realizadores de El atlas de las nubes y esto se debe, en buena medida, a la falta de química de los protagonistas.
Tanto Mila Kunis (Cisne negro) como Channing Tatum (Foxcatcher) son dos intérpretes jóvenes la mar de atractivos, sin embargo a su historia de amor le falta desarrollo y, también, ellos no parecen lo suficientemente metidos en sus personajes. Kunis está muy sosa, sobre todo cuando interacciona con el segundo, porque al principio, cuando se nos muestra su vida, sí que logramos sentir empatía por ella, pero al empezar a coquetear con el licánido el espectador no se lo termina de creer. Por otra parte, su compañero de reparto cumple sobradamente en los momentos de acción pero, al igual que la primera, no pasa lo mismo en los momentos decisivos con la ojazos; habría que añadir que es un personaje sin sentido del humor, resultando fallido, por ejemplo, el momento en el que le pregunta al personaje de Sean Bean si tiene más asuntos pendientes que resolver y sentencia con un “está limpio”. Hablando de Sean Bean (Silent Hill), se agradece que sobreviva, ya que era una constante en su carrera que papel que interpretase espichara a las primeras de cambio.
Siguiendo con el reparto, no comparto la opinión mayoritaria de que la interpretación de Eddie Redmayne, reciente ganador del Oscar por La teoría del todo, sea penosa; no es brillante, cierto, pero no se puede negar que tiene momentos de interés, e incluso se podría decir que su Balem Abrasax no es totalmente oscuro, sino que tiene perfilados unos grises que le dan mayor personalidad. Hay dos personajes más importantes, los otros dos hermanos Abrasax, Kalique, la chica, a la que le da su bonito cuerpo Tuppence Middleton (The Imitation Game), que desaparece pronto de escena, mientras que Titus, al que le pone su cuadriculado rostro Douglas Booth (Los pilares de la Tierra) sí que tiene una mayor participación, y una gran capacidad de poner cara de bueno según le convenga. Por otra parte también tiene un pequeño papel James D'Arcy, actor que pudimos ver en el anterior film de los Wachowski y que, a pesar de su breve aparición, es de lo mejor de la película respecto a interpretación. Como curiosidad reseñar la aparición del cineasta Terry Gilliam en un cameo durante una de las secuencias, si bien tópica, más divertidas de la cinta, dado el contexto intergaláctico.
Siguiendo con el reparto, no comparto la opinión mayoritaria de que la interpretación de Eddie Redmayne, reciente ganador del Oscar por La teoría del todo, sea penosa; no es brillante, cierto, pero no se puede negar que tiene momentos de interés, e incluso se podría decir que su Balem Abrasax no es totalmente oscuro, sino que tiene perfilados unos grises que le dan mayor personalidad. Hay dos personajes más importantes, los otros dos hermanos Abrasax, Kalique, la chica, a la que le da su bonito cuerpo Tuppence Middleton (The Imitation Game), que desaparece pronto de escena, mientras que Titus, al que le pone su cuadriculado rostro Douglas Booth (Los pilares de la Tierra) sí que tiene una mayor participación, y una gran capacidad de poner cara de bueno según le convenga. Por otra parte también tiene un pequeño papel James D'Arcy, actor que pudimos ver en el anterior film de los Wachowski y que, a pesar de su breve aparición, es de lo mejor de la película respecto a interpretación. Como curiosidad reseñar la aparición del cineasta Terry Gilliam en un cameo durante una de las secuencias, si bien tópica, más divertidas de la cinta, dado el contexto intergaláctico.
Otro de los puntos que, en un primer visionado, puede abrumar es la terminología, que si licánidos, que si titulados, genomiingenierizados... pero lo cierto es que la segunda vez no resulta para nada complejo. No obstante los Wachowski deberían haber limitado tantas palabrejas un poco para no liar al personal de manera innecesaria.
No es la mejor obra de los Wachowski, queda muy lejos de sus anteriores películas de hecho, es un trabajo de encargo que se les ha ido un poco de las manos, metiendo demasiados elementos o no ensamblándolos correctamente, no ayudando tampoco el hecho de que dé la impresión que se ha quedado mucho en la sala de montaje. Pero, aún así, El destino de Júpiter es una película disfrutable, sobre todo si se ve sin ningún tipo de prejuicio, sin cuestionarse que se violen leyes físicas o de cualquier otro tipo.
LO MEJOR:
-La espectacularidad de muchas de sus secuencias, como la persecución aérea por Chicago, o la secuencia final en la refinería.
-Que los Wachowski sigan sin tener miedo a arriesgar.
-La banda sonora compuesta por Michael Giacchino.
-La banda sonora compuesta por Michael Giacchino.
-Que se haya rodado, aunque una mínima parte, en España.
LO PEOR:
-La química entre Tatum y Kunis.
-¿Se recalca demasiado el mensaje en ciertos momentos?
-¿Por qué ese empeño en comparar cada nueva película de los Wachowski con Matrix?
¿Quién debería verla?
Quien guste del cine de los Wachowski y todo aquel que busque un entretenimiento jocoso y un acabado técnico espectacular.
¿Y quién no?
Quien vaya buscando otro Matrix, no se parece en nada ni lo pretende.
Lo próximo:
Actualmente los Wachowski están trabajando en una serie para Netflix, Sense8, que será una obra coral con desarrollo en múltiples países (y en la que el español Miguel Angel Silvestre tiene un papel).
6 comentarios:
mas o menos comparto la misma opinion de la peli, realmente me la imaginaba peor por las cosas que habia leido. La verdad es que muchas de las ideas de la pelicula estan basadas en teorias anunakis y mitologia sumeria, muchos conceptos condensados a toda prisa, la verdad me gustaria ver un montaje extendido contando la historia con calma y no con esa sensacion de que solapan las cosas. En cuanto a la pareja protagonista, pues si, quimica la justa :P
Lo malo (y lo bueno) es que, al menos hasta ahora, los Wachowski se han negado ha hacer remontajes de sus filmes, de hecho ni siquiera aparecen en ninguna de las ediciones domésticas de sus películas las típicas escenas eliminadas. Lo mismo con este filme si que hay un "montaje del director". Algún día lo comprobaremos...
Saludos y muchas gracias por comentar.
Para mi un refrito y punto
La pintas genial, pero algo fallará cuando las críticas la han machacado tanto, y ha pasado sin pena ni gloria por las carteleras... Nada, habrá que buscarla en formato digital para echarle un ojo.
A mi las películas galácticas me encantan. Desconocía esta película y la pienso ver, de eso ya no me cabe la menor duda :)
Pere Ferrer: los Wachowski han sido acusados de "refreidores" desde siempre, y razón no te falta en este caso, en esta ocasión no les ha salido el plato tan jugoso como en filmes precedentes. Aún así la disfruté.
Joan: no es genial, pero tampoco es tan catastrófica según mi punto de vista. Es la peor cinta de los Wachowski, pero es disfrutable (yo la disfruté al menos).
Jonatan: espero que te resulte entretenida, creo que tiene muchos elementos de interés, destacando sobre todo en el diseño de producción y los efectos visuales.
Saludos y muchas gracias por comentar ^^
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