23 enero 2020

Black is Beltza

En 1965 la comparsa de gigantes de Pamplona es invitada a desfilar en la Quinta Avenida de Nueva York, no obstante no lo harán dos gigantes negros por culpa de la discriminación racial. Manex, que era uno de los encargados en manejarlos, queda decepcionado por el hecho de que sus compañeros acaten las órdenes de las autoridades yanquis, tanto que decide quedarse en el país, comenzando así un viaje que le llevará a conocer y participar de primera mano en movimientos sociales de la época, como los Panteras Negras, además de visitar Cuba o Argelia.

Otra cinta de animación patria que atrajo mi atención en 2018, y eso que sus imágenes, con una animación bastante limitada, no resultaban especialmente atractivas. Pero que tuviera como punto de partida un hecho real para después retratar una época y movimientos a través de una historia ficticia (con sus toques históricos), hizo que después de un par de semanas eligiendo otros filmes fuera a verla ante el temor de tomar una decisión demasiado tarde.

Tampoco sabía que su director y coguionista, Fermín Muguruza, fue miembro destacado de Kortatu, grupo del que no tengo constancia de haber escuchado nada, pero que siempre menciona un amigo como referencia a la silenciada movida vasca (ergo, lo convierte en un valor añadido), y es sabiendo esto cuando cobra mayor claridad el contenido político del film, además de ciertos toques de orgullo vasco más que evidentes.

Porque Black is Beltza (ídem, 2018), que se basa en un cómic escrito también por Muguruza, no se limita a hacer un recorrido por los disturbios raciales, ni la revolución cubana, la figura del Che o la dictadura franquista, que también, sino que en sí mismo es un manifiesto revolucionario (hacer animación es un acto revolucionario, como se lee en los créditos del film), que se nos trasmite a través del protagonista, quien es un inconformista nato y se enfrenta en su aventura a la CIA o al MOSAD en pos de terminar su misión. Aventura que está bien hilvanada y recorre muchos y diferentes paisajes, resultando verosímil y aportando no solo mensajes reivindicativos, sino también sus dosis de humor, intriga, acción e incluso sexo, una buena combinación a la que quizá le ha fallado un poco el ritmo en determinados momentos.

En definitiva, Black is Beltza es un film de animación con una gran carga política, que hace un recorrido por la década de los 60 de notable interés, cuya animación no deslumbra pero sí que cumple. Recomendada para personas inquietas.


LO MEJOR:
-Muy buen trabajo con los fondos y la dirección artística en general.
-Que la historia tiene un poco de todo: intriga, humor, sexo, acción...
-Su carácter político, bastante valiente y necesario a día de hoy.

LO PEOR:
-Ese diálogo, entre forzado y superfluo, alabando lo vasco. Está bien eso de estar orgulloso de tu tierra, pero si te pasas un poco resulta cansino.

¿Quién debería verla?
A quien le gustase el tebeo original, los seguidores de Muguruza y del cine animado..., y reivindicativo en general.

¿Y quién no?
Quien espere una cinta de suspense con mucha acción e impactante animación.

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