31 diciembre 2020

Vengadores: Endgame

Tras los acontecimientos de Vengadores: Infinity War, la humanidad (y el resto del universo en realidad) está en decadencia. Aun así, los Vengadores ven una pequeña esperanza a la que se han de aferrar, por lo que se unen de nuevo para enfrentarse a Thanos y regresar el cosmos a su estado anterior. Cueste lo que cueste.

Infinity War me gustó, tenía vibrantes secuencias de acción, aventuras y mucho humor, no obstante no me terminó de engatusar por una sola, aunque importante, razón: apenas logró emocionarme. Y eso fue así porque no me creí casi ninguna de las múltiples muertes, quizá por la certeza de que volverían a aparecer posteriormente, puede que porque no tuviese el día, no lo sé (no la he revisionado), pero me dejó unas sensaciones agridulces a pesar de que tenía esperanzas en su continuación.

Pero algo que no tenía eran especiales ganas de verla. Obviamente tenía la certeza de que iba a verla en pantalla grande como todas las películas (hasta la fecha, mayo de 2019) de Marvel Studios, pero no sentía ansias por hacerlo, aunque el temor a comerme algún destripe en Twitter o cualquier otra red social me impelió a pasarme por el cine antes de lo que esperaba.

Al fin llegó el final que tanto deseaban algunos, el que cerrara (no del todo, pues Spider-Man: Lejos de casa es la última película de la Fase 3 de Marvel) la historia de los Vengadores y de toda una etapa de la industria (me temo que en este caso el arte es secundario -y no es que estén descuidados los personajes-) cinematográfica, el momento del clímax definitivo, el de que se hiciesen realidad los sueños húmedos de muchos frikis y no tan frikis. Y Anthony y Joe Russo han sido otra vez los encargados de ello, llevando a la gran pantalla el libreto de Christopher Markus y Stephen McFeely, que continua y concluye la historia que se inició en Infinity War (mucho antes en realidad) de forma que convenció tanto a los espectadores que recaudó 1.200 millones de dólares en tan solo tres días (e incluso logró superar, por muy poco, a Avatar).

Y un servidor se unió a los millones de convencidos, pues Vengadores: Endgame (ídem, 2019), al contrario que la anterior entrega, sí que me emocionó.

Quizás esto se deba en buena medida a que los Russo se toman su tiempo, tras la introducción de rigor, en meter a los héroes en berenjenales. Nos muestran sus nuevas vidas, sus alegrías y tristezas, sus temores y anhelos; nos hacen un retrato de cada uno de ellos, de cómo se han tomado en definitiva la nueva situación y, también, lo tanto que se sienten responsables de que sea así. Partiendo de eso, de un primer tramo en el que apenas hay acción y sí mucho drama (con sus buenos puntos cómicos), esta va apareciendo sin prisas a partir de que el plan va tomando forma y se inicia, y aun así tampoco es una batalla constante, sino que las set pieces no son especialmente espectaculares, están muy medidas para no saturar, siendo a partir de un punto cuando los Russo comienzan el auténtico espectáculo, y nos dejan algunas de las imágenes más potentes de toda la cinta (cuando aparece el ejército aliado o, muy especialmente, cuando las mujeres toman el relevo para llegar al objetivo en plena batalla...) y de todas las películas Marvel, con una épica lucha final en la que todos los héroes tienen al menos un instante de gloria (cuando el Capi se enfrenta en solitario al enemigo es brutal), rematando la faena con unos emotivos últimos minutos.

Hay quien ha comparado Vengadores: Endgame con El señor de los anillos: El regreso del rey, y no me parece una mala comparación, aunque personalmente la película de Peter Jackson me causó una mayor impresión que esta (jamás una película ha logrado emocionarme y asombrarme como aquella vez..., pero quizás algunas cintas lo hayan hecho más de otra manera -como El atlas de las nubes y Mad Max: Furia en la carretera-), la épica y la emoción que transmite el film de los hermanos Russo es indudable, pues han logrado que esta vez sí sienta que los héroes son personas de carne y hueso, que sufren y pueden morir, que me preocupe por ellos. Una buena conclusión para los Vengadores y este ciclo de veintidós películas de Marvel Studios.


LO MEJOR:

-Una historia que no tiene prisa, que no nos ofrece la acción por la acción.
-La batalla final, especialmente cuando aparecen ambos ejércitos y, sobre todo, cuando las mujeres relevan el ataque para llegar a cierto objetivo (simbólico, precioso y épico momento).
-Chris Hemsworth (fabuloso su Thor, sobre todo por el humor), un Capitán América recuperado (bien por Chris Evans), Robert Downey Jr., Nébula (Karen Gillan) y Rocket.
-La banda sonora, obra de Alan Silvestri.

LO PEOR:
-Tiene sus apariciones estelares, pero definitivamente creo que Capitana Marvel ha sido un poco (bastante) desaprovechada. Parece que la han metido de forma forzada en este tramo final de la Fase 3. Por otra parte, los Russo se han pasado dando seguridad a Danvers, tanto que llega a ser arrogante.
-Algunos otras apariciones también me han parecido muy breves o circunstanciales (extraño al Doctor Strange), aunque está claro que no podían meter a todos de igual manera.
-El (descaradísimo) anuncio del coche.

¿Quién debería verla?
Imprescindible si vistes Infinity War y, supongo que no hace falta decir, el resto (o gran parte) de películas del UCM.

¿Y quién no?
Quien se quedara en Iron Man 2 (o alrededores).

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