Paul Conroy es un conductor de camiones que trabaja en Irak transportando material para las bases; un mal día su convoy es atacado y acaba despertándose en una caja de madera bajo tierra.
Con esta premisa tan arriesgada (el guión es obra de Chris Sparling, quien también ha escrito el libreto de ATM, film que se desarrolla en un cajero...) se ha atrevido el español Rodrigo Cortés, director de Concursante, aunque quizá hasta la fecha ha sido más reconocido por sus cortometrajes que por los largos. Y si es osada (la idea-premisa) no es porque simplemente se limite a narrar la historia de un secuestro "subterráneo", sino porque toda la acción transcurre en un espacio tan reducido como puede ser un ataúd.
Si pensáis que debe de ser un aburrimiento que una película se desarrolle en un sólo escenario y encima tan reducido, he de deciros que os equivocáis, ya que Cortés ha sabido jugar bien sus bazas y logra que la hora y media de metraje no se nos haga monótona, creando incluso situaciones variadas teniendo en cuenta el lugar donde se desarrolla; aunque, por otra parte, lo que es a mí en ningún momento me ha generado claustrofobia y lo que es sentir angustia sólo en los últimos minutos, que son los que más tensión transmiten y gracias a los cuales te vas de la sala satisfecho. Si no fuera por dichos momentos quizá no me habría parecido una mala película, pero sí un proyecto fallido (por suerte, no es el caso), puesto que la obvia intención es mantener en tensión durante todo momento.
El protagonista absoluto es Ryan Reynolds, con el que el director ha obrado un auténtico milagro, porque siendo un tipo al que daban ganas de asesinar en la mala Blade: Trinity y que aparecía sin pena ni gloria en la mediocre X-Men Orígenes: Lobezno, ha pasado a ser un actor que cumple en su papel de tipo en una posición más que angustiosa en esta película cien por cien española, pero rodada en inglés por eso de venderla mejor en el mercado internacional (y porque Reynolds no sabrá español), por ahora han conseguido que en Estados Unidos vaya a tener un muy buen estreno en lo que se refiere a número de salas.
En definitiva, Buried (Enterrado) es una película que te mantiene expectante, que juega bien sus bazas y que intenta sorprendernos y angustiarnos, y aunque no consigue todos sus objetivos, sí que mantiene el interés. Un trabajo que hace esperar más cosas buenas de Rodrigo Cortés.
LO MEJOR:
-Los últimos minutos, que fueron los que verdaderamente me causaron angustia.
-La dirección de Cortés, con una gran capacidad para inventarse planos y movimientos de cámara sin salirse del limitado espacio del escenario (aunque usa ciertos recursos para aumentar el mismo en determinados momentos).
LO PEOR:
-A pesar de las estrecheces, no me ha causado claustrofobia ni excesiva angustia.
-La situación de la serpiente me resultó poco creíble.
¿Quién debería verla?
Si te gustan los thrillers, éste es uno bueno.
El enigma:
Todo un misterio el que le hayan dado en Sitges el premio Méliès d’Or a la mejor película fantástica europea... sobre todo porque no es de ese género (al menos a mi no me lo parece para nada).
Leer critica Buried (enterrado) en Muchocine.net
2 comentarios:
Una peli sobre como hacer buen cine con un presupuesto mínimo,
salu2
PD: ¿Peli fantástica? jajaj
En efecto, y es que está más que demostrado que vale más una buena idea que la pasta.
Salutations y gracias por comentar
PD: Sí, yo sigo preguntándomelo...
Publicar un comentario