Bush, el liberador

En el año 1945 Bush Senior y Barbara Bush se dispusieron en una noche de lujuria crear una máquina que liberara al mundo de la opresión, y que instaurara la democracia y el estilo de vida americano en los países que lo requirieran.

El 6 de julio de 1946 fue concebido el ser que hacia falta a la humanidad, fue concebido el que será conocido por nuestros descendientes y los descendientes de nuestros descendientes como Bush, el liberador.

Su obra comenzó donde acabó la de su querido padre, así, liberó al mundo de la amenaza talibán, para después apuntar con su santísimo dedo a Saddam Hussein, un ser demoníaco que fabricaba armas de destrucción masiva en la oscuridad de la noche. El pueblo iraquí recibió a George Bush y su ejército de hombres santos con gritos de alegría y grandes banquetes. Así, Hussein se arrodilló ante el nuevo Mesías y sus tropas se rindieron junto con él, y desde ese glorioso día del año 2003 de Nuestro Señor, los iraquíes viven felices en una utopía en la que jamás habían pensado vivir, donde no les faltan las diversiones y emociones fuertes durante el día a día, donde el dinero del petróleo se usa para su único beneficio, donde las disputas tribales han desaparecido, donde los niños van todos los días a la escuela y allí le enseñan quién es el Salvador, su Liberador.

Pero Bush, el liberador, aún no está satisfecho, sabe muy bien que todavía le queda mucho trabajo por hacer, sabe con certeza que debe salvar de la opresión a los habitantes de otros tantos países gobernados por demonios. Irán y Siria son los que más le preocupan, pero también está Palestina, Corea del Norte (aunque a lo mejor a éste le deja pasar, pues son muy majos -dice-), Cuba, Bolivia, Ecuador y, por supuesto, Venezuela, así como la Nueva Antigua URSS.

Bush lo sabe (al igual que lo sabía el mártir Aznar), el estilo de vida americano, la única Libertad Durarera, se impondrá sobre aquellos que desean el mal y aquellos que se enfrentan a la Santa Iglesia poniendo asignaturas extrañas en las escuelas. Porque los que no están con el santísimo Bush, están contra él.