Dicen que el sueño de Edgar Rice Burroughs era que su personaje fuera adaptado en una película de animación y Walt Disney Pictures, siempre amable, lo hizo realidad con su particular versión del hombre mono.
La historia es la que todos conocemos (con los típicos aditivos disneynianos), la de un niño que es criado por unos gorilas tras la muerte de sus padres. Este niño crece entre ellos y como tal tiene sus costumbres, anda como ellos, surfea entre las ramas de los árboles, se mete en líos y se siente diferente, aún así se integra bien y pronto hace amigos. Ya crecido, se topa con Jane, que acompaña a su padre en una expedición para estudiar a la fauna local, y a la cual salva de una situación un tanto peliaguda. A partir de dicho momento los lazos entre ellos se irán estrechando a la par que el apego por su familia simiesca será menor. No obstante, no todos los humanos tienen tan buenas intenciones como Jane y su despistado progenitor.
Kevin Lima (102 Dálmatas) y Chris Buck (Locos por el surf) dirigen esta entretenida versión de uno de los mitos del buen salvaje más conocidos, y que ha sido adaptado en imagen real para la pantalla grande en multitud de ocasiones, destacando sobre todo las protagonizadas por el ex nadador Johnny Weissmüller, así como la que protagonizó Christopher Lambert allá por los ochenta Greystoke: la leyenda de Tarzán, y por qué no, Tarzán en la ciudad perdida, con Casper Van Dien como hombre mono.
Esta versión animada es muy destacable a nivel técnico, siendo la animación, mezcla de animación tradicional y por ordenador, bastante notable, logrando algunas escenas tan interesantes como la persecución de babuinos, la pelea final o la escena inicial; así hay otras imágenes quizá menos vistosas, pero que han logrado tocarme la fibra sensible, como el momento en el que Tarzán compara su mano con la de Jane, al poco de librarla de los monos.
El argumento no tiene nada que no haya sido contado anteriormente, no obstante logra mantener el interés (salvo alguna escena demasiado estirada, como la de la "banda musical"), además está bien aderezada con humor y aventura, con peleas y persecuciones realmente espectaculares.
Así pues, la versión Disney de Tarzán es una buena opción para pasar un rato entretenido, sin mayor pretensión que eso, a pesar de que Phil Collins se empeñe en reventarnos los tímpanos.
LO MEJOR:
-Técnicamente es un producto notable, con escenas muy logradas.
LO PEOR:
-Sin duda, Phil Collins (en español al menos).
¿Quién debería verla?
Los seguidores de las películas de Disney, y todo aquel que disfrute del cine de animación en general.
Leer critica Tarzán en Muchocine.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario