25 enero 2012

The Artist

Quién nos iba a decir que en el tiempo del cine digital y multidimensional, nos iba a llegar un film en blanco y negro y mudo; quién nos iba a decir que encima iba a triunfar en todos los eventos cinematográficos, convirtiéndose además en una de las favoritas para los próximos Oscar; y quién nos iba a decir que el público la acogería tan cálidamente, yendo a las salas con expectación y saliendo con una sonrisa.

George Valentin es un exitoso y carismático actor de cine mudo que al llegar el cine sonoro cae en desgracia en pos de nuevas caras como Pippe Miller, actriz con la que había tropezado cuando tan solo era una extra.

Michel Hazanavicius, director de un par de pelis de espías a la francesa (OSS 117: El Cairo, nido de espías, OSS 117: Perdido en río) es el genio creativo que está detrás de The Artist (ídem, 2011), película que nos devuelve a una época remota y desconocida para la inmensa mayoría del público actual, una época donde los actores se expresaban solo mediante gestos, donde era la imagen (y algún que otro rótulo) la encargada de contar la historia.

Como protagonista principal, dando vida al sonriente George Valentin, tenemos a Jean Dujardin, que había trabajado con Hazanavicius en los mencionados filmes de espías, y que también protagonizó la adaptación de Lucky Luke. La interpretación de Dujardin es brillante, se gana al espectador desde su primera aparición con esa gran sonrisa y desparpajo. Bérénice Bejo, alias Pippe Miller, también trabajó con Hazanavicius en la primera de sus películas de espías, además también tiene un halo de carisma y una sonrisa que encandila. Un, más delgado que de costumbre, John Goodman (Barton Fink) es el rudo productor con mujer con poco talento, mientras que James Cromwell (La hija del general, La milla verde) es el fiel chófer de Valentin. El perro que acompaña siempre al protagonista también es otra estrella a destacar, sobre todo porque protagoniza momentos muy divertidos, ya hay grupos que piden que lo nominen para los Oscar.

The Artist es, además de una historia de un hombre orgulloso y una historia de amor, una historia de amor... al cine y un ejercicio nostálgico a la par que un tributo a un tiempo ya pasado. Magia a veinticuatro fotogramas por segundo.


LO MEJOR:
-La magia que destila cada uno de sus fotogramas.
-La pareja protagonista, desprenden carisma y simpatía a partes iguales.
-Y el resto del reparto tampoco es que esté mal.
-La dirección de Hazanavicius, la fotografía, la música...

LO PEOR:
-No se me ocurre nada.

Otro proyecto mudo:
En España también hay un proyecto de una película muda, se tratará de una versión de Blancanieves, con Maribel Verdú como la bruja malvada.

3 comentarios:

Capitán Harlock dijo...

La pondré en mis pendientes de ver :)

Bibliotecario dijo...

Todos hablan bien de ella, aunque a mi nunca me a gustado mucho el cine mudo. Dime ¿Hay muchos "cartelitos", o son mas bien escasos?

Neovallense dijo...

Os la recomiendo aunque os echen para atrás las películas mudas.

Como ya te dije en persona, Bibliotecario, hay muy pocos rótulos, la historia se entiendo perfectamente por las acciones y los gestos de los personajes.

Un saludo y gracias por comentar.