El hecho de que Ridley Scott decidiera volver a la ciencia ficción después de treinta años era de por sí una gran noticia, pero cuando se anunció de que era para la (supuesta) precuela de Alien se convirtió en palabras mayores. Y a pesar de que uno siempre es reticente a este tipo de cosas, a que invada el escepticismo sobre posibles (o certeras) precuelas o secuelas (o peor aún, remakes) de filmes míticos, el hecho de que estuviese ahí ese gran artesano que es Scott, probablemente de los mejores directores que hay vivos y en activo (a pesar de sus no pocos 74 años), al menos a quien escribe estas líneas le inducía cierta confianza. Y, como suele ser habitual en estos casos, a medida que se acercaba la fecha del estreno (excesivamente atrasada por culpa de cierto acontecimiento deportivo europeo) más ganas entraban de verla definitivamente y confirmar si, como decían algunos, estábamos ante una maravilla o quizá, como decían otros, era un producto decepcionante.
Situémonos. Todo comienza en la Tierra, más concretamente en Escocia, donde un dúo de jóvenes científicos realizan un descubrimiento que les hará viajar por el espacio en busca de los orígenes de la humanidad, pero una vez en su destino las cosas no irán tal y como esperaban.
Prometheus (ídem, 2012), sin ser un film para nada redondo, me ha resultado simplemente fascinante, y lo catalogo desde ya como una de las mejores películas de este año. Nada más comenzar nos regala un prólogo sin diálogos con una potencia visual de esas que te hacen abrir la boca, después hay una pequeña introducción de la investigación de Elizabeth Shaw (Noomi Rapace) y Charlie Holloway (Logan Marshall-Green) en la que es una de las pocas incursiones en el Planeta Azul de la saga Alien, pero poco están los pies de los protagonistas en la Tierra, ya que tras la mencionada escena hay una gran elipsis que nos traslada directamente a la nave Prometheus y de ahí a LV-223, que es donde se sitúa la mayor parte de la acción. Una vez llegados al astro, previa presentación de los personajes y los detalles de la misión, la tensión va subiendo poco a poco pero sin pausa, teniendo alguna subida súbita, muy especialmente una escena en la que se ven envueltos dos perdidos personajes, donde se mezcla estupidez y horror, y que para mí es uno de los momentos más brillantes del film. Después de ese momento clave las cosas no dejan de empeorar para los tripulantes de la Prometheus.
Visualmente Prometheus recuerda poco a la tetralogía original, salvo por los escenarios "comunes" con Alien, el octavo pasajero y las criaturillas que van apareciendo, no hay nada que nos recuerde especialmente a los films precedentes. La fotografía se desliga por completo de la primera entrega dirigida por Scott, se podría decir que es más realista y luminosa sin llegar a ser en ningún momento colorida, se mueve en escalas de grises si la comparamos con los dos primeros filmes, donde las sombras eran grandes protagonistas. Obviamente todos los personajes son nuevos, pero el androide, interpretado por un genial Michael Fassbender, sí que nos trae ecos de Ian Holm y su Ash. En verdad, como dijo el propio Ridley Scott hace unos meses, Prometheus es 95% original y 5% Alien (aunque bien es cierto que, a ese respecto, hay voces que dicen justo lo contrario).
Por supuesto no todo reluce, también hay algunos detalles que no terminan de convencer. El primero de ellos es el personaje de Charlize Theron (Hancock), la interpretación de la actriz sudafricana personalmente no me ha parecido fallida, pero es que simplemente Meredith Vickers está mal escrito, no tiene una presencia justificada y bien se podría quitar sin que cambiara la historia ni ningún acontecimiento; es más, se podría afirmar que la mayoría de personajes están dibujados con brocha gorda, los guionistas Damon Lindelof y Jon Spaiths no han estado muy finos al respecto, de hecho estos mismos (probablemente más el primero, responsable de la última reescritura) no han estado finos en otros muchos detalles. Por ejemplo, la actitud de dos personajes resulta no ya poco creíble, sino incoherente. Al hecho de que se perdieran se le podría dar fácilmente una explicación (cosa que no hacen), pero que pasaran de salir huyendo de una zona a luego no dejar de dar vueltas y terminar "acampando" precisamente en ese mismo sitio es más difícilmente justificable, aun así, como la escena que acaece me parece tan buena perdono este "desliz"..., y siempre se puede poner la justificación de que el ser humano es contradictorio por naturaleza. Aunque por desgracia hay muchos más ejemplos al respecto, y no ya solo a lo que se refiere las acciones de los personajes, sino otros detalles de mayor importancia. Aun así, la realización es tan brillante y la atmósfera tan atrapante, que al menos yo perdono hasta cierto punto la mayoría de los detalles apuntados.
Comentar brevemente el uso de las 3-D. Después de comprobar lo bien que lo había hecho Martin Scorsese con La invención de Hugo, tenía curiosidad por ver lo que podría hacer alguien tan obsesionado con la técnica como es Ridley Scott, y ciertamente no me ha sorprendido. Por regla general en Prometheus luce más la tercera dimensión en los planos paisajísticos (me viene a la mente varios planos en las nubes), mientras que en aquellos en que la cámara está más cercana (pero no necesariamente "pegada") a la acción se diluye las 3-D, salvo en contadas excepciones. Así pues, si bien Scott no ha caído en la trampa de usarlo de manera efectista, tampoco ha sabido hacer un uso tan sabio y a la par espectacular como sí que hizo Scorsese.
Hablando del reparto. Noomi Rapace (Sherlock Holmes: Juego de sombras) no es Sigourney Weaver, ni su personaje es la teniente Ripley, pero tienen en común que ambas son supervivientes y luchadoras natas, solo hay que ver cierta escena (fantástica y emocionante donde las haya) para comprobarlo. Logan Marshall-Green da vida a Charlie Holloway, compañero (y algo más) de Elizabeth Shaw, hasta la fecha ha trabajado sobre todo en televisión y en filmes como La trampa del mal, bien podría ser doble de Tom Hardy, ya que aunque tenga un físico menos imponente su parecido es más que notable. David, el androide que interpreta Michael Fassbender (Un método peligroso) es el personaje más interesante de la cinta, y el interprete germano ha sabido sacarle mucho jugo, dándole un toque de humanidad y mucha mala leche tras una sonrisa artificial. Además de ellos y la nombrada Charlize Theron, también participan en papeles más o menos importante Idris Elba (Thor), su capitán es de los personajes que más convence; Guy Pearce (MS1: Máxima Seguridad), un tanto envejecido por algunos kilos de maquillaje; Sean Harris (Los Borgia), curioso geólogo...; o Rafe Spall (Anonymous), cuyo papel es el de un biólogo con pocas luces.
Personalmente Prometheus me ha parecido un film fascinante, salí de la sala con gratísimas sensaciones, encantado de haber pagado la entrada, y con ganas de volver a verla y averiguar cómo continua, y es que quedan muchísimas incógnitas que espero despejen en la secuela. Imprescindible.
LO MEJOR:
-La dirección de Scott, que mantiene intacta su capacidad de crear momentos verdaderamente inquietantes. (Visualmente es una gozada de film.)
-La banda sonora, obra de Marc Streitenfeld.
-Michael Fassbender, Ash era un santo comparado con David.
-Que el regreso al horror cósmico ha resultado fascinante.
LO PEOR:
-La historia es interesante, pero el guion deja que desear.
-El personaje de Charlize Theron, con diferencia el peor escrito de todos.
-La incoherencia de ese par de personajillos en determinados momentos.
¿Quién debería verla?
Como bien ha escrito Ángel Luis Sucasas en la revista Scifiworld, Prometheus es un diamante en bruto y, como tal, imperfecto, así que todo espectador que sepa pasar por alto las impurezas, probablemente no solo disfrute de la experiencia, sino que le resulte uno de los mejores filmes fantásticos de los últimos años.
¿Y quién no?
Citando de nuevo a Sucasas, aquel que no perdone un guion sin desbastar.
¿Y quién no?
Citando de nuevo a Sucasas, aquel que no perdone un guion sin desbastar.
La secuela:
Está proyectada para 2014 o 2015, y también la dirigirá Ridley Scott. En principio se titulará Paradise. Esperemos que definitivamente enlace con el film de 1979.
Otras reseñas:
2 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo, a mi también me gustó bastante, por cierto muy buenas todas las entradas de alien.
A ver como resuelven los enigmas que han dejado abiertos en la segunda parte.
¡Gracias!
En 2015 deberían resolverse ^^
Saludos
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