Una joven pareja que compra una vivienda con un curioso extra, una aglomeración de obreros en una plaza, un sonámbulo allanador de moradas, un tipejo harto de la docilidad de su pareja, un hombre que se ve a través de la mirada de un sin techo, el eterno cambio de roles, el último hombre con casa, los sueños de dos locos, una abducción, el miedo a girar la cabeza y levantarse... y así cincuenta y cuatro historias, casi todas ellas acompañadas con una ilustración, que dan forma a Desahuciados. Crónicas de la crisis, un proyecto que nació por iniciativa del Taller (de escritura creativa) Paréntesis y que ha sacado a la calle Ediciones Traspiés.
Desahuciados. Crónicas de la crisis es una antología de microcuentos que reúne a cincuenta y cuatro escritores (algunos con obras en el mercado, la mayoría noveles) y cuarenta y cuatro ilustradores, y cuyo tema central es, como bien deja claro el título del libro, la crisis en la que estamos sumidos desde hace un lustro. Y es que, como reza la introducción, el arte no es ajeno a lo que pasa, por lo que poco a poco van apareciendo obras que reflejan, de manera más o menos directa, la dura e injusta situación en la que se encuentran muchas familias. Desahuciados es una buena muestra de lo que puede ofrecer esta vertiente más comprometida de la literatura actual (pues escritores y obras comprometidos los ha habido siempre), siendo una selección de cápsulas de realidad (algunas de tan solo dos líneas escasas) de una calidad media alta. La mayoría de ellas abarcan la situación desde la seriedad y cierto pesimismo, incluso aquellas que se disfrazan en la fantasía, otras muchas recurren a la sátira, la ironía e incluso al cinismo, salpicados de vez en cuando con un hiperbreve de mirada más amable, pasando por aquellos que uno no termina de enterarse aun releyéndolo de lo que el autor quería decir. Muy pocos dejan indiferentes, algunos de ellos permanecen, te hacen pensar e incluso reflexionar, y todos invitan al menos a una segunda lectura.
La edición, a cargo de Ediciones Traspiés y dentro de su colección Vagamundos, es muy bonita. El formato del libro es pequeño, encuadernado en cartoné con solapas y papel de buena calidad, la portada es una versión de una de las ilustraciones interiores. Además, en sus poco más de cien páginas no he detectado los clásicos errores ortotipográficos, cosa rara en estos tiempos de textos poco revisados. Como punto negativo, sus 14 euros de precio, aunque es importante señalar que los beneficios que genere irán destinados a la PAH.
Los microrrelatos (e ilustraciones) que componen Desahuciados. Crónicas de la crisis muestran múltiples visiones de unas políticas que lo único que hacen es que las pérdidas sean asumidas por los estafados; son cincuenta y cuatro historias brevísimas pero no por ello faltas de ambición e intenciones. Directas, sorprendentes, divertidas, simpáticas, reflexivas... Un tipo de literatura muy necesaria ahora y siempre, puesto que me temo que la historia, como refleja uno de los cuentos de la antología, nunca deja de repetirse.
LO MEJOR:
-La diversidad de relatos, así como la calidad de la mayoría de los mismos.
-Las ilustraciones, complemento ideal para las historias.
-La edición es bonita y está muy currada.
-No creo que haya muchas expectativas de ganancias, pero que las mismas vayan a parar a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca es un coherente gesto.
-No creo que haya muchas expectativas de ganancias, pero que las mismas vayan a parar a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca es un coherente gesto.
LO PEOR:
-El precio, a mi juicio es caro.
2 comentarios:
Excelente crónica, dieron ganas de obtenerlo prontamente, la temática actual de un mundo erguido por las inclemencias.
La ilustración que emerge desde la portada me resultó fascinante.
Un abrazo.
Me alegro que te haya gustado la reseña y atraído el librito, te aseguro que merece la pena.
Saludos, y gracias por el comentario.
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