Que soy un gran seguidor del cine de Ridley Scott es algo que he repetido en numerosas ocasiones en este blog, así que no es de extrañar que tuviese claro desde un inicio que Exodus: Dioses y Reyes (Exodus: Gods and Kings, 2014) era una película que no me podía perder. Y eso que sus avances (y, sobre todo, su primer y horrible póster) no es que tuviesen una pinta especialmente suculenta, y a ello se le ha sumado que, una vez estrenada la cinta y como viene siendo habitual, los comentarios de la crítica no hayan sido por norma general positivos. Pero como no fueron pocos los que pusieron a parir El consejero cuando para un servidor, sin ningún género de dudas, fue uno de los filmes más estimulantes de 2013, quedándome todavía sorprendido que a día de hoy la nota media es realmente baja en sitios como IMDb o Filmaffinity.
Moisés ha vivido siempre como un príncipe de Egipto junto a su hermanastro Ramsés, pero cuando un día es consciente de que pertenece al pueblo que los egipcios tienen como esclavos, su vida dará un vuelco absoluto.