13 julio 2017

Colossal

 
Gloria está un tanto perdida, lleva una vida disoluta y su novio la echa de casa al no poder soportar más la situación. Por todo ello regresa a su pueblo donde se encuentra con Oscar, un viejo amigo del colegio, el cual no tarda en ofrecerle empleo en su bar. Pero lo que podría ser un bonito nuevo comienzo se convierte en algo diferente al aparecer como por arte de magia un monstruo en Corea del Sur.

Aunque en Estados Unidos ha tenido un estreno limitado, no es menos cierto que el cuarto filme de Nacho Vigalondo (Open Windows, Los cronocrímenes) ha cosechado muy buenos comentarios, al igual que ha pasado en España, donde mayoritariamente también ha obtenido críticas positivas y llegado a contadas salas, por lo que difícilmente será una película que tenga un gran alcance en taquilla cuando su potencial es mucho mayor.

Quizá los distribuidores vean Colossal (ídem, 2016) más como una película de arte y ensayo que como un largometraje comercial, pero si bien no deja de tener su personalidad, sus peculiaridades, nos encontramos con una historia no ya solo notablemente original, sino que muy divertida: tiene un gran sentido del humor, unos personajes imperfectos (incluida la heroína) con los que no se tarda en simpatizar y un desarrollo que mantiene muy bien el nivel desde las presentaciones hasta el desenlace. Pero dejando a un lado misterios cuya solución quizá no podamos hallar nunca, supongo que ya hay que agradecer que haya llegado a la cartelera, sobre todo teniendo en cuenta que muchas buenas películas caen en el olvido sin ni siquiera una mísera edición doméstica, y es que la tendencia es estrenar masivamente filmes cortados con un patrón, relegando aquellos que se salen sustancialmente de la norma.

Y eso que Colossal es una película, al fin y al cabo, con un monstruo gigante de por medio, pero aquí el director y guionista tiene una intencionalidad, la de que tome las riendas de su vida y su suerte la protagonista, y dar así un mensaje claramente feminista, donde se nos muestra a una mujer para nada idealizada, a la par que varios tipos de varones, algunos con simpático rostro en inicio, pero que van mostrando su verdadero ser cuando cogen confianza y los celos aumentan.

Así que más que centrarse en el monstruo, que básicamente es una representación (¿una metáfora de la crisis en la que está sumida la protagonista?), se centra en los personajes, en dos particularmente, los interpretados por una gran Anne Hathaway (Interstellar) y un más que solvente Jason Sudeikis (Carta blanca), en cuya relación se sustenta gran parte de la cinta. Siendo, fundamentalmente, otros tres los personajes que aparecen; Tim, el exnovio de Gloria, al que da vida Dan Stevens (The Guest) y Garth y Joel, los amigos de Oscar, y que están interpretados por Austin Stowell (El puente de los espías) y Tim Blake Nelson (Syriana). Con solo cinco personajes Vigalondo consigue contar la historia que quiere, y lo hace muy bien demás.

En definitiva, Colossal es una comedia y también un drama y una película de monstruos feminista, una original propuesta que merece la pena ver en pantalla grande.



LO MEJOR:
-Muy bien Anne Hathaway y Jason Sudeikis.
-Original, divertida y feminista, poco más se le puede pedir al cuarto largometraje de Nacho Vigalondo, probablemente su mejor película.

LO PEOR:

-Muy limitado su estreno, y no entiendo por qué, ya que se trata de un film con todos los ingredientes como para gustar al gran público.

¿Quién debería verla?
Cualquiera al que le guste que le sorprendan con historias que aportan algo nuevo.

¿Y quién no?
Creo que prácticamente toda persona puede disfrutar con ella, puede que incluso quien sea machista hasta la médula.

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