La vida de Hitomi Saito cambió el día que vio un anime de Chiharu Oji, desde ese momento decidió virar el rumbo de su vida y embarcarse en una aventura en el mundo de la animación, con el objetivo final de superar a Oji y ser la reina de la animación nipona.
No nos lo ponen fácil los cines en ocasiones para degustar ciertas películas, como esta cinta dirigida por Kohei Yoshino (Gone Wednesday) y escrita por Yôsuke Masaike, basándose en el libro de Mizuki Tsujimura, pues llegan a contadas salas y con pases a horas que no invitan a ir. Pero en ocasiones el osado espectador decide quitarse alguna hora de sueño y, también en ocasiones, hasta le merece la pena.
Es el caso de Anime Supremacy! (Haken Anime!, 2022), film que, como amante de la animación japonesa, me atraía, y que no me quedó otra que ver en una sesión a las diez de la noche, y eso cuando es un día entre semana y se trata de una película de un poco más de dos horas, no es lo que se dice una hora amable para el descanso del sufrido obrero. Pero, por suerte, mereció la pena.
Y fue así porque plasma y transmite muy bien la pasión y el esfuerzo que requiere crear una serie de animación. Trabajo duro que debe hacer desde el director hasta el productor, pasando por el último de los animadores, mostrando algunos de los obstáculos a los que se enfrentan las producciones, desde el temido bloqueo del realizador a presiones de los ejecutivos o las lógicas reticencias del equipo a hacer más cambios o correcciones después de quitarse muchas horas de sueño, así como todo lo relativo a la promoción de la serie para que no quede sepultada por la enorme oferta.
Otro de los grandes aciertos del film es el hecho de que se plantee como una competición entre una ambiciosa novata con todo por demostrar y un consagrado animador con miles de seguidores, esta rivalidad (que viene sobre todo de una de las partes) suma emoción y hace que nos decantemos por uno de los contendientes, aunque quizás no sea fácil elegir.
Se podría decir que son cuatro los papeles principales, aunque por encima de todos está el de Riho Yoshioka (¿Algún llorón por ahí?), que ejerce de la novata directora Saito, un personaje que cambia a lo largo del metraje, desde la inseguridad inicial hasta sentirse más segura de su talento y habilidades; el segundo del cartel es interpretado por Tomoya Nakamujra (De tal padre, tal hijo), aunque quizás el hecho de que lo pinten desde un buen inicio como un director mítico juega en contra de su imagen, quizá demasiado joven, pero es algo que se va diluyendo. Otras dos figuras destacadas son las de Tasuko Emoto (And Your Bird Can Sing) y Machiko Ono (Nicky, la aprendiz de bruja), ambos dan vida a sendos productores, quienes dan la cara ante los directivos y ayudan a los directores a dar forma al anime.
En definitiva, Anime Supremacy! no es solo una película con la que ser consciente del trabajo que hay detrás de una producción animada, sino que es un film donde vemos a los personajes superarse a sí mismos para conseguir aquello que anhelan, y lo hacen ofreciéndonos dos horas más intensas de lo que podría uno imaginar inicialmente.
No nos lo ponen fácil los cines en ocasiones para degustar ciertas películas, como esta cinta dirigida por Kohei Yoshino (Gone Wednesday) y escrita por Yôsuke Masaike, basándose en el libro de Mizuki Tsujimura, pues llegan a contadas salas y con pases a horas que no invitan a ir. Pero en ocasiones el osado espectador decide quitarse alguna hora de sueño y, también en ocasiones, hasta le merece la pena.
Es el caso de Anime Supremacy! (Haken Anime!, 2022), film que, como amante de la animación japonesa, me atraía, y que no me quedó otra que ver en una sesión a las diez de la noche, y eso cuando es un día entre semana y se trata de una película de un poco más de dos horas, no es lo que se dice una hora amable para el descanso del sufrido obrero. Pero, por suerte, mereció la pena.
Y fue así porque plasma y transmite muy bien la pasión y el esfuerzo que requiere crear una serie de animación. Trabajo duro que debe hacer desde el director hasta el productor, pasando por el último de los animadores, mostrando algunos de los obstáculos a los que se enfrentan las producciones, desde el temido bloqueo del realizador a presiones de los ejecutivos o las lógicas reticencias del equipo a hacer más cambios o correcciones después de quitarse muchas horas de sueño, así como todo lo relativo a la promoción de la serie para que no quede sepultada por la enorme oferta.
Otro de los grandes aciertos del film es el hecho de que se plantee como una competición entre una ambiciosa novata con todo por demostrar y un consagrado animador con miles de seguidores, esta rivalidad (que viene sobre todo de una de las partes) suma emoción y hace que nos decantemos por uno de los contendientes, aunque quizás no sea fácil elegir.
Se podría decir que son cuatro los papeles principales, aunque por encima de todos está el de Riho Yoshioka (¿Algún llorón por ahí?), que ejerce de la novata directora Saito, un personaje que cambia a lo largo del metraje, desde la inseguridad inicial hasta sentirse más segura de su talento y habilidades; el segundo del cartel es interpretado por Tomoya Nakamujra (De tal padre, tal hijo), aunque quizás el hecho de que lo pinten desde un buen inicio como un director mítico juega en contra de su imagen, quizá demasiado joven, pero es algo que se va diluyendo. Otras dos figuras destacadas son las de Tasuko Emoto (And Your Bird Can Sing) y Machiko Ono (Nicky, la aprendiz de bruja), ambos dan vida a sendos productores, quienes dan la cara ante los directivos y ayudan a los directores a dar forma al anime.
En definitiva, Anime Supremacy! no es solo una película con la que ser consciente del trabajo que hay detrás de una producción animada, sino que es un film donde vemos a los personajes superarse a sí mismos para conseguir aquello que anhelan, y lo hacen ofreciéndonos dos horas más intensas de lo que podría uno imaginar inicialmente.
LO MEJOR:
-Su intensidad, ritmo y que es sumamente entretenida.
-Todo un acierto plantearla como una carrera de competición.
-Buen reparto, dirección y guion.
LO PEOR:
-¿Que la imagen de Oji no se corresponde a su leyenda?
-¿Que no existan las dos series que crean en el film?
-Para alguien que está intentando dejar de usar tanto plástico, resulta enervante ver utilizar tanto embalaje de un solo uso a los personajes.
¿Quién debería verla?
Amantes del anime y la animación en general.
-Su intensidad, ritmo y que es sumamente entretenida.
-Todo un acierto plantearla como una carrera de competición.
-Buen reparto, dirección y guion.
LO PEOR:
-¿Que la imagen de Oji no se corresponde a su leyenda?
-¿Que no existan las dos series que crean en el film?
-Para alguien que está intentando dejar de usar tanto plástico, resulta enervante ver utilizar tanto embalaje de un solo uso a los personajes.
¿Quién debería verla?
Amantes del anime y la animación en general.
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