En 1982 se estrenó sin pena ni gloria Tron, film de ciencia ficción de estética muy arriesgada y novedosa, pero que quizá por eso mismo fue incomprendido o llanamente ignorado por el público de la época. A pesar de ello, a medida que pasaba el tiempo el film dirigido por Steven Lisberger fue ganando popularidad hasta convertirse en lo que es hoy: una película de culto. Desde años ha se lleva hablando de una secuela, pero no es hasta hace relativamente poco que se confirmó, y a finales del ya fenecido 2010 se estrenó la tan ansiada continuación de las aventuras de Kevin Flynn.
Para muchos (como el bueno de Heitor) ha supuesto toda una decepción, un engaño, probablemente debido a que vieron el largometraje original en sus años mozos, y todos sabemos que es en esa etapa donde se nos suelen marcar verdaderamente las películas, donde nos encariñamos por siempre de los personajes y sus aventuras en mundos extraordinarios, aunque seamos conscientes de que tampoco son una maravilla, hay trabajos por los que nunca dejaremos de sentir especial devoción por culpa de haber sido niños. Y ése no es mi caso, y no es porque no haya sido un infante, sino porque vi hace unos tres o cuatro años Tron, y ciertamente me encantó, pero no me dejó esa imagen indeleble que tengo de muchos otros filmes. O sea, que Tron: Legacy (Ídem, 2010) no me ha supuesto un desengaño.
Con ello tampoco estoy diciendo que el primer trabajo para cine de Joseph Kosinski me haya deslumbrado, puesto si bien en el plano técnico es destacable, el guión no es que sea precisamente prodigioso.
La historia se sitúa 20 años después de la primera parte, Kevin Flynn desapareció y dejó a un hijo resentido y a una empresa sin presidente. Mas cierto día Allan Bradley, el que fuera mano derecha de Kevin, le comunica a Sam Flynn que ha recibido un mensaje de su padre, y le da las llaves de unos viejos recreativos. Allí irá Sam con su flamante Ducati, y desde allí se introducirá sin querer en la Red, donde descubrirá que Clu, un programa que creó su progenitor, domina con mano férrea dicha red, y, por supuesto, se encontrará con Kevin Flynn. Con la compañía y ayuda de Quorra, deberán escapar de su prisión y liberar a la Red del yugo de Clu.
Como ya he comentado, el guión no es muy bueno, empero, por lo que a mí respecta, durante casi toda la cinta éste no rechina especialmente, aunque sí algunos diálogos. La trama transcurre sin sorpresas pero resulta divertida, de hecho su comienzo, aunque un tanto manido, me pareció incluso prometedor. Donde muestra sus mayores debilidades es en el último tramo, principalmente con el cambio que sufre un personaje de buenas a primeras, una transformación que no tiene ninguna lógica y que Edward Kitsis y Adam Horowitz (los guionistas de la función) parecen que usan para salir del paso; poco más tarde, el clímax final, tampoco convence (o al menos a mí no me convence). Hasta esos momentos, en general, me estaba dejando buenas sensaciones, así que fueron llegar éstos y mi impresión general del filme bajó muchos enteros; no obstante, el último paseo en moto, ese plano final, me gustó, por lo que me quedé con una sensación agridulce.
En lo referente al plano visual, pienso que no marcará un antes y un después, pero que es el aspecto mejor acabado del film. Nos regala algunas escenas realmente espectaculares y bellas, como la lucha de motos y, sobre todo, esa batalla final en los cielos virtuales. Además hay que decir que el 3D estereoscópico queda muy bien, por lo que es recomendable verla en este formato (otro detalle que me ha gustado, y que veo del todo lógico, es que las secuencias en el mundo real se hayan rodado en 2D).
En cuanto al reparto, Jeff Bridges (Iron Man, Starman) repite como Kevin Flynn, de hecho repite por partida triple, ya que interpreta al Flynn actual y también a un Flynn más jovenzuelo y a su copia virtual, Clu. En este caso esto lo han conseguido gracias a la magia digital, siendo el resultado muy convincente, si bien aún queda camino para que los personajes humanos digitales en entornos más o menos reales nos resulten cien por cien naturales. Como el retoño de Kevin, Sam Flynn, tenemos a Garrett Hedlund, que quizá reconozcáis un poco por Troya, en la que interpretó al "primo" de Aquiles, Patroclo, y el cual también ha trabajado en otros filmes más o menos épicos como la fallida adaptación de Eragon; aquí su trabajo no es que sea muy fino, pero cumple. Otros miembros del elenco a destacar es la despampanante Olivia Wilde, conocida por su personaje en House, y que aquí se hace de una fémina ingenua por un lado y aventurera por otro; Bruce Boxleitner continúa con su papel del primer Tron, y es un rostro conocido a todo aquel que sea aficionado a las series televisivas, puesto que en los últimos años sus trabajos se centran en este medio; también nombrar a Michael Sheen (Underworld, El desafío - Frost contra Nixon), sobre todo porque su personaje me ha recordado muy mucho al Merovingio interpretado por Lambert Wilson en las dos secuelas de Matrix (y no es lo único de la película en lo que he visto influencias de la trilogía de los Wachowski).
En definitiva, Tron: Legacy ofrece lo que promete: espectaculares efectos especiales, carreras de motos de luz, aventura y acción. Una película para pasar el rato que podría haber sido algo más.
LO MEJOR:
-Todo el plano visual: los efectos especiales, la recreación de la Red, las 3D...
-La batalla aérea del final, muy espectacular.
-La banda sonora, obra de Daft Punk.
LO PEOR:
-El guión, sobre todo en la parte final.
-El repentino cambio de cierto personaje casi en el desenlace, para nada creíble.
¿Quién debería verla?
Quien quiera ante todo recrearse la vista con bonitos entornos virtuales y buenos efectos especiales. Aprovecha bien las tres dimensiones estereoscópicas.
¿Y quién no?
Si eres fan acérrimo de la película original ésta podría causarte decepción, y también si esperas una historia muy elaborada.
La frase:
Es como una caja fuerte que se abre desde fuera. Kevin Flynn (experto en cajas fuertes).
Leer critica Tron: Legacy en Muchocine.net
4 comentarios:
Totalmente de acuerdo con todo, y la verdad es que la evolución de "ese" personaje es bastante anecdótica y más forzada todavía que el paso de Anakin Skywalker a Darth Vader en la nueva trilogía de Star Wars, otro fracaso en la evolución de un personaje y para nada creíble.
Una puntualización sobre el fracaso de Tron, probablemente fue porque se adelantaba demasiado a su época, ya que prácticamente estaba definiendo lo que ahora llamamos internet en una época en la que los ordenadores funcionaban con cintas de casete y solo tenían el procesador de textos. Algo como "interntet" resultaba francamente utópico.
Pásate por mi blog si te interesa leer mi crítica sobre esta película.
Saludos
Y es que no sé qué tendrían en la cabeza los guionistas para hacer dicha "evolución", de hecho, eso no es evolución ni es ná xD Lo de Anakin me resulta totalmente realista comparándolo, la verdad.
Esa razón que apuntas acerca del fracaso del "Tron" original tiene pinta de ser una de las causas de su fracaso. La sociedad de la épca aún estaba muy verde en el concepto mismo de mundo virtual, así que no me extrañaría que les resultará una trama para nada creíble y se les atragantara.
Me pasaré por tu blog sin falta para leer tu opinión al respecto.
¡Gracias por comentar!
Jeje, no, el guión no es muy bueno... un eufemismo propio de un diplomático embajador internacional.
Coincidimos en casi todo... excepto (siempre hay un excepto, por tocar los güitos, na más)esa escena final, que me resultó empalagosa a más no poder (si me busco, seguro que aún tengo algún paluego de glucosa entre los dientes).
En el resto, totalmente de acuerdo, caquita cibernética.
Jejeje, es que siempre intento ser diplomático, y me parece que la peli es honesta, así que por eso digo simplemente que el guión "no es muy bueno".
Jajja, para mí que me mola un poco de azúcar de más... Aunque ciertamente me resultó empalagosa... xD
Bueno, esperemos que la serie que prepara la Disney ("Tron: Uprising"), para su canal XD, sea mejor.
Un saludo.
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