La primera peli de... (1)

Como ya sabréis, recientemente este blog cumplió su décimo aniversario y, para celebrarlo, al autor se le ha ocurrido pedir colaboración a diversos y prestigiosos blogueros para que realicen un ejercicio de esfuerzo mental a la par que nos deleiten con su prosa. Para ello les he pedido que describan las sensaciones e impresiones que recuerden que les produjo la primera película que vieron (o, al menos, la primera película que recuerden haber visto) en, a ser posible, no más de 200 palabras, dando como resultado una selección de filmes mucho más heterogéneo de lo que imaginaba.

El criterio de publicación ha sido por orden de recepción, así que aquí tenéis los cinco primeros de un número final todavía por determinar (nueve mínimo -sin contar a un servidor-). Espero que os resulte tan interesante, y curioso, como a mí.

Eter - La torre del nigromante

La primera película de la que tengo recuerdo es La princesa prometida (Rob Reiner, 1987). Parafraseando a la propia película, es una historia de “Luchas a espada, torturas y venganzas. Hombres malos y hombres buenos, piratas y bellas princesas. Monstruos de todas las clases y tamaños. Milagros y amor verdadero”.

No es la mejor película de la historia, ni lo pretende. Es algo tan sencillo como un cuento, una aventura  fantasiosa que despierta la imaginación de un niño y hace a un adulto recordar sus años más tiernos.

Los paisajes son imposibles y evocadores. Los personajes son sencillos y arquetípicos, pero están dotados de un gran carisma y el casting se antoja poco menos que perfecto (es imposible no quedarse con la mítica frase de Iñigo Montoya o, en general, encariñarse con todos). La trama se sucede con una naturalidad pasmosa y el ritmo de la película es excelente, sucediéndose diversas escenas y situaciones muy distintas entre ellas. La acción se intercala con la comedia con facilidad, aportando esta última ese alivio cómico que siempre es necesario. La música se adapta a la perfección al tono medieval fantástico, con algunas melodías preciosas.

Una excelente película, que tiene esa extraña facultad para mantener su inocencia que tenían algunas películas de los 80.

Dan Kawaguchi - Mediarama

No creo que fuese la primera película que vi pero seguro que fue la primera que me marcó. A pesar de ser un niño, la historia de Willow me estremecía y me hacía sufrir viendo cómo el pequeño y vulnerable (pero, a la vez, valiente) protagonista se enfrentaba a viento y marea para salvar a la Elegida mientras tenía que lidiar con el embustero de Madmartigan y la asquerosa Bavmorda.

He de reconocer que había muchos pasajes que me aterraban, como la persecución inicial con esos perros tenebrosos devorando a la anciana, los trolls y el dragón del castillo o el momento en el que los soldados se convierten en cerdos. Pero eso no evitaba que viese la película cada Navidad sin falta, cuando Telecinco siempre la emitía, convirtiéndose en una tradición familiar gozosa.

¿Y cómo sé que me sigue marcando? Porque cada vez que escucho el PRECIOSO tema principal, se me pone la piel de gallina y me lleva a mi infancia. Eso, amigos, es amor por una película.

Santiago Bobillo - Caballero de Castilla

La primera película que recuerdo haber visto en el cine no es otra que El Rey León (The Lion King).

Los reyes Mufasa y Sarabi acaban de tener un hijo: Simba. Este cachorro de león gobernará sobre las Tierras del Reino y todos los seres que allí viven. Pero Scar, hermano menor de Mufasa, ambiciona el trono, y no dudará en acabar con su familia para acceder a él.

Esta película sin duda traerá buenos recuerdos a muchos. Con un argumento que bebe de Hamlet,  esta obra cuenta con una excelente y colorida animación a cargo de Disney, acompañada de una bella y pegadiza banda sonora de Hans Zimmer, Elton John y Tim Rice. Con una historia sobre responsabilidad, avaricia, justicia, amistad e incluso amor, la cinta ciertamente trata una buena cantidad de temas humanos a pesar de ser los protagonistas animales de la sabana, sin poderse olvidar tampoco un tema tan naturalista e interesante como el ciclo de la vida. Si antes se mencionaban el estudio de animación y la BSO, no faltan tampoco al film buenos actores de doblaje, tanto en la versión original con voces como las de James Earl Jones y Jeremy Irons, o la española, con Constantino Romero y Ricardo Solans.

En conclusión, si todavía no lo habéis hecho, ya estáis viendo esta joya de Disney.

Edu Wallace - Soytutioargail

Batman (1989) entró por debajo de mi piel y me inoculó un universo de diversión y oscuridad (y merchandising) que a mi corta edad nunca había padecido. Escenas memorables como la de Batman salvando a Vicki Vale gracias a su grappling gun (pistola-cuerda) o aquella secuencia en la que Joker y sus acólitos entran en el restaurante con la melodía de Prince, convierten a Batman en una obra culmen de mi casta infancia.

El parto de Batman fue duro, principalmente por la elección de Michael Keaton como Batman que recibió tal tollina mediática que llegaron a bajar las acciones de la Warner Bros. Sin embargo, Keaton supo interpretar y compaginar con éxito su murciélago antropomórfico con el inteligente e irónico Bruce Wayne. Además contó con la inestimable ayuda de la siempre deslumbrante Kim Basinger y del omnipresente Jack Nicholson, que para un servidor, es levemente superior al Joker encarnado por el fallecido Heath Ledger.

Tim Burton supo transmitir en el personaje de Batman esa dicotomía humana entre la oscuridad y la luz que a veces tanto nos cuesta conciliar y nos mostró con el Joker de Jack Nicholson esa mezcla de crueldad y locura que esconde nuestro subconsciente. Por esta razón os aconsejo viajar (otra vez) al interior de la oscura Gotham City de Tim Burton o como definió el guionista de la película, Sam Hamm, la ciudad donde el infierno surge del asfalto.

Por último, agradecer y felicitar al amigo Neovallense por estos diez años de “blogspot” y que siga muchos más. Un abrazo.

Bibliotecario - La isla de las críticas

Haciendo un esfuerzo de memoria, mis primeros recuerdos son de ver en el cine Superman, cuando tenía unos 3 años y medio.

Esta fue la primera que dirigió Richard Donner, protagonizada por Christopher Reeve. Recuerdo la expectación en los títulos de crédito iniciales, con ese universo prometedor. La primera parte (Kripton y Smallville), sin ser malas no me impactaron. Fue ya la parte de Metropolis, cuando empezó la emoción: Superman iba en plan chulito con sus poderes, como al sujetar al vuelo un helicóptero con una mano (y a Lois Lane de paso). Luego la sorpresa y ligera angustia, el que con un “collarcito verde”, quedara reducido a una figura casi patética. Después la escena de “poner el mundo a girar el revés”; algo que no entendí bien en su momento (sin duda la peor teoría de la historia de los viajes temporales), pero que demostró sus inmensos poderes y salvó a la chica. Y finalmente, la escena en que vuela fuera de la tierra, triunfante sobre todo.

Sin duda, la primera gran película de superhéroes, y quizá, la semilla que creó mi gusto por los supers varios años después.

• Otros capítulos:

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          Mi primer libro