Ante la aparición de un gigantesco y destructor monstruo, Ghidorah, Godzilla tendrá que ponerse de nuevo en acción para restablecer el equilibrio.
Gareth Edwards cede el testigo a Michael Dougherty (Krampus: Maldita Navidad) en la dirección (y co-escritura) de Godzilla: Rey de los monstruos (Godzilla: King of the Monsters, 2019), secuela directa de Godzilla y prima hermana de Kong: La Isla Calavera, y lo hace no siendo tan tímido como el primero a la hora de mostrar a los titanes.
Y eso lo cambia todo. Porque si en el filme de Edwards se quería mantener tanto la intriga que llegaba a resultar absurdo y, también, bastante frustrante, en esta ocasión tenemos buenas raciones de épicos enfrentamientos entre monstruos gigantescos, a los que vemos, eso sí, mayoritariamente de noche, en lugares lóbregos o con condiciones atmosféricas adversas.
Pero tampoco es que me queje de las circunstancias climatológicas, ver cómo se zurran Godzilla y Ghidorah, o esta última contra Rodan, es todo un goce para cualquiera que disfrute del kaiju eiga y de las películas de monstruos en general, siendo la historia que rodea a estos encuentros en ocasiones lo menos importante quizá, pero no debería ser así. El guion de Godzilla: Rey de los monstruos, de hecho, es mejor que el de Godzilla, y es que en la segunda era todo un poco más serio de la cuenta y, a pesar de que en esta tampoco es que haya una gran presencia del humor, tiene un tono más ligero y los humanos hacen algo más que bulto (y ya los encuentros no son por casualidad), si bien no le habría sentado mal una miradita de ojos expertos que pulieran no pocas aristas de su desarrollo y ciertos personajes.
Sobre todo el interpretado por Charles Dance (Alien 3), que encarna a un ecoterrorista frío y calculador, pero cuyos planes no se acaban de ver claros del todo; puede que se deba en parte al personaje de Vera Farmiga (El pasajero), una madre herida con un plan radical para salvar a todos; lo que incluye a su hija Madison, encarnada por la jovencita Millie Bobby Brown, a la que seguro que reconoceréis (yo no) por haberla visto en Stranger Things. El personaje de Ken Watanabe (Batman Begins), no obstante, mejora bastante respecto al film anterior del saurio, aquí no se limita a decir obviedades, pero tampoco es que se haya convertido en Hamlet; el de Kyle Chandler (Super 8) no es un personaje shakesperiano, pero quizá sea el más trabajado dentro del relativamente coral reparto, y el que más protagonismo tiene sin duda, mientras que Sally Hawkins (La forma del agua) tiene un pequeño papel que se ve aplastado por el resto del elenco (o por una parte bien grande al menos). Otros papeles relevantes son para Zhang Ziyi (2046), Bradley Whitford (La cabaña en el bosque), Thomas Middleditch (El lobo de Wall Street), Aisha Hinds (La cúpula), O'Shea Jackson Jr. (Casi imposible) y también pasa por ahí David Strathairn (OVNI: No estamos solos), casi más para darle continuidad al monsterverso que para otra cosa, porque su personaje siempre tiene cara de preguntarse dónde demonios se ha metido.
En definitiva, Godzilla: Rey de los monstruos, aunque no supera a Kong: La Isla Calavera, al menos mantiene lo suficientemente alto el listón como para pensar que el monsterverso de Warner y Legendary pueda progresar adecuadamente. Su historia no es una maravilla, pero es lo suficientemente apañada como para mantener el gran espectáculo de las batallas entre los famosos monstruos del kaiju eiga nipón, que son muy divertidas y espectaculares, aunque por momentos un poco confusas. Si te gusta Godzilla, Mothra y compañía, seguro que la disfrutas y mucho.
Gareth Edwards cede el testigo a Michael Dougherty (Krampus: Maldita Navidad) en la dirección (y co-escritura) de Godzilla: Rey de los monstruos (Godzilla: King of the Monsters, 2019), secuela directa de Godzilla y prima hermana de Kong: La Isla Calavera, y lo hace no siendo tan tímido como el primero a la hora de mostrar a los titanes.
Y eso lo cambia todo. Porque si en el filme de Edwards se quería mantener tanto la intriga que llegaba a resultar absurdo y, también, bastante frustrante, en esta ocasión tenemos buenas raciones de épicos enfrentamientos entre monstruos gigantescos, a los que vemos, eso sí, mayoritariamente de noche, en lugares lóbregos o con condiciones atmosféricas adversas.
Pero tampoco es que me queje de las circunstancias climatológicas, ver cómo se zurran Godzilla y Ghidorah, o esta última contra Rodan, es todo un goce para cualquiera que disfrute del kaiju eiga y de las películas de monstruos en general, siendo la historia que rodea a estos encuentros en ocasiones lo menos importante quizá, pero no debería ser así. El guion de Godzilla: Rey de los monstruos, de hecho, es mejor que el de Godzilla, y es que en la segunda era todo un poco más serio de la cuenta y, a pesar de que en esta tampoco es que haya una gran presencia del humor, tiene un tono más ligero y los humanos hacen algo más que bulto (y ya los encuentros no son por casualidad), si bien no le habría sentado mal una miradita de ojos expertos que pulieran no pocas aristas de su desarrollo y ciertos personajes.
Sobre todo el interpretado por Charles Dance (Alien 3), que encarna a un ecoterrorista frío y calculador, pero cuyos planes no se acaban de ver claros del todo; puede que se deba en parte al personaje de Vera Farmiga (El pasajero), una madre herida con un plan radical para salvar a todos; lo que incluye a su hija Madison, encarnada por la jovencita Millie Bobby Brown, a la que seguro que reconoceréis (yo no) por haberla visto en Stranger Things. El personaje de Ken Watanabe (Batman Begins), no obstante, mejora bastante respecto al film anterior del saurio, aquí no se limita a decir obviedades, pero tampoco es que se haya convertido en Hamlet; el de Kyle Chandler (Super 8) no es un personaje shakesperiano, pero quizá sea el más trabajado dentro del relativamente coral reparto, y el que más protagonismo tiene sin duda, mientras que Sally Hawkins (La forma del agua) tiene un pequeño papel que se ve aplastado por el resto del elenco (o por una parte bien grande al menos). Otros papeles relevantes son para Zhang Ziyi (2046), Bradley Whitford (La cabaña en el bosque), Thomas Middleditch (El lobo de Wall Street), Aisha Hinds (La cúpula), O'Shea Jackson Jr. (Casi imposible) y también pasa por ahí David Strathairn (OVNI: No estamos solos), casi más para darle continuidad al monsterverso que para otra cosa, porque su personaje siempre tiene cara de preguntarse dónde demonios se ha metido.
En definitiva, Godzilla: Rey de los monstruos, aunque no supera a Kong: La Isla Calavera, al menos mantiene lo suficientemente alto el listón como para pensar que el monsterverso de Warner y Legendary pueda progresar adecuadamente. Su historia no es una maravilla, pero es lo suficientemente apañada como para mantener el gran espectáculo de las batallas entre los famosos monstruos del kaiju eiga nipón, que son muy divertidas y espectaculares, aunque por momentos un poco confusas. Si te gusta Godzilla, Mothra y compañía, seguro que la disfrutas y mucho.
LO MEJOR:
-Que no esconden los monstruos más de la cuenta, ni los enfrentamientos entre estos.
-La historia, sobre todo algunos personajes, es mejorable, pero mantiene el interés y no aburre, además asume sin complejos de que en el fondo es cine de serie B.
-Rodan y Mothra (y no es que luzcan mal Godzilla y Ghidorah).
-La banda sonora de Bear McCreary es épica, me ha gustado.
LO PEOR:
-No le habría sentado mal una vuelta de tuerca a la historia.
-Los personajes necesitan más trabajo, muy planos y poco carismáticos la mayoría.
¿Quién debería verla?
¡Quien disfrute de las películas de monstruos!
¿Y quién no?
Quien espere grandes respuestas a cuestiones metafísicas.
2 comentarios:
me encanta godzilla el rey de los monstruos
es la mejor pelicula del mundo
Desde luego es una peli de monstruos gigantes con la que pasar un buen rato, pero me gusta más "Kong: La isla Calavera". :)
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