10 septiembre 2020

Han Solo: Una historia de Star Wars

 
Decía un espectador descontento al final de la proyección, que Han Solo: Una historia de Star Wars (Solo: A Star Wars Story, 2018) era una muy divertida película de aventuras y fantasía, pero que no tenía nada que ver con lo que es la saga de La guerra de las galaxias, a lo que un servidor se preguntó: ¿de verdad cree este hombre que el resto de filmes de la franquicia no son cintas de aventuras fantásticas? Dado que era una pregunta retórica (y que no fue verbalizada), obviamente no me respondió, pero sí, Ron Howard ha hecho una cinta que tiene todos los elementos esperables casi por cualquier espectador, y quizá por eso haya quedado una historia divertida, pero a la que le falta enjundia.

Han Solo malvive haciendo trabajillos para la mafia local con Qi'ra, su amorcito. Solo sueña con ser el mejor piloto de la galaxia, ambos desean tener su propia nave y correr mil aventuras en ella.

Este segunda cinta paralela del universo Star Wars ha sido, sin duda, la que más quebraderos de cabeza les ha dado a los de Lucasfilm y Disney, y es que muy sonada fue la sustitución de los realizadores iniciales, Phil Lord y Christopher Miller (La LegoPelícula), ya que apostaron por la improvisación de los actores y Lawrence Kasdan, coguionista junto a su retoño Jonathan Kasdan, no vio con buenos ojos que le cambiaran tanto el libreto, por lo que, bien avanzado el proyecto, decidieron contratar los servicios de Ron Howard (a quien Lucas le dio la oportunidad de dirigir alguna cinta de la segunda trilogía, cosa que rechazó), eficaz artesano con trabajos tan conocidos como Willow y Apollo 13 o filmes notablemente interesantes como En el corazón del mar y Rush, y también necesitado de un éxito para levantar su carrera, por lo que tuvo que ver una buena oportunidad con este encargo. Una buena oportunidad envenenada, pues se vio obligado a rodar la mayor parte del metraje y, con ello, el presupuesto se disparó y, con ello, las posibilidades de fracaso, cosa que finalmente ocurrió, peligrando por tanto futuras secuelas (se hablaba de una trilogía, pero no se ha vuelto a hablar).

Más allá de polémicas sustituciones y supuestos fracasos (muchos productores suspiran por la taquilla de Solo), Han Solo: Una historia de Star Wars funciona como un entretenimiento sin complejos, así que en ese aspecto Howard se puede dar por satisfecho, pero no es menos cierto que a un film de la saga (o a un film en general) se le pide más, que emocione, que entusiasme y que sorprenda, y eso último, sobre todo, no lo hace.

Quizá ahí influyan los personajes y quienes lo interpretan. Decían que Alden Ehrenreich (Stoker) había sorprendido a todos en las pruebas, de ahí que fuese el elegido a pesar de su nulo parecido a Harrison Ford, no obstante, y aunque tiene gestos que están directamente calcados de su antecesor, no tiene su carisma ni por asomo (su interpretación es tirando a sosa). Algo parecido se puede decir del personaje de Emilia Clarke, actriz no muy afortunada con sagas míticas (véase Terminator Génesis), aunque ella tiene la ventaja de que no tenemos una idea preconcebida de su personaje; Woody Harrelson (El castillo de cristal), por otra parte, siempre es un activo importante en cualquier producción, y aquí también aporta su buen hacer, pero tampoco es un personaje redondo; ni Paul Bettany (Master and Commander: Al otro lado del mundo), el malo, y eso que tiene sus momentos. La verdad es que el mejor personaje es Rio Durant, al que da voz (y no sé si movimiento) Jon Favreau, pero por desgracia desaparece pronto de escena, algo más está Thandie Newton (Las crónicas de Riddick), que defiende su papel solventemente, y tampoco está nada mal Donald Glover (Marte) con su Lando Calrissian, me pregunto si harán película (o serie) derivada del personaje. Y, al contrario que muchos, no pienso que el androide L3-37 sea uno de los personajes más destacables, me resultó un poco cansino.

En definitiva, nunca sabremos si la versión de Lord y Miller era brillante o un caos, la cuestión es que la de Ron Howard es una aventura que no creo que aburra a nadie, pero que raramente será recordada mucho más allá de la sala (o el salón).


LO MEJOR:
-Que es entretenida en todo momento.
-La secuencias de acción, especialmente la del asalto al tren.
-Se agradece mucho que para la creación del mundo se haya usado muchos escenarios reales, así como animatronics para muchas de las criaturas.

LO PEOR:
-Esa falta de chispa general.

¿Quién debería verla?
Quien guste de las cintas de aventuras.

¿Y quién no?
Quien desee ver una cinta de Star Wars llena de ingenio.

2 comentarios:

Santiago Bobillo dijo...

A un servidor le encantó en el cine, sobre todo tras el chasco de "Los últimos jedis": las raíces de la amistad de Han y Chewie, el submundo criminal galáctico, que la película no fuera el despropósito que muchos agoreros decían... Y revisionada después en el hogar no me pareció que perdiese su encanto.
De hecho, si me dan a elegir, me quedo de cabeza antes con esta y Rogue One que con cualquiera de las tres de la nueva trilogía.

Neovallense dijo...

A mí precisamente "Los últimos Jedi" es la cinta que más me ha gustado, junto a "Rogue One" y "El despertar de la fuerza". Esta no la he revisionado, así que lo mismo incluso podría variar mi apreciación de 'película del montón' a 'buena película' en un segundo visionado, ¿quién sabe?